Confía en ti mismo y que nadie te detenga

Todo lo que sea que te propongas en la vida dependerá de la confianza que tengas en tus capacidades.

Erika Patricia Otero

Confiar en nuestro poder interno muchas veces es complicado. La confianza es algo que nuestros padres siembran en nosotros desde pequeños. Esta va de la mano con una buena autoestima; es decir, quien no tiene amor propio, carece de confianza en sí mismo.

No poder confiar en ti no es una pequeñez. Cuando no crees en tus propias capacidades, es posible que nunca logres tus metas.

La buena noticia es que siempre podemos superar nuestras dificultades. Esa baja autoestima y autoconfianza que se perdieron o nunca se tuvieron, pueden ser cultivadas o recuperadas.

¿Cómo recuperar la confianza perdida?

Recuperar la confianza en ti va a costarte voluntad. Es como si una lucha interna de dos fuerzas comenzara en tu cabeza. No es fácil, pero tampoco imposible, es cuestión de querer amarte mucho a ti mismo.

Con lo anterior en cuenta, dejaré unos pasos que pueden ayudarte a recuperar paulatinamente tu confianza.

1 Cuida lo que crees de ti

“Si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, tendrás razón”. Esta frase de Henry Ford demuestra el gran poder que tiene lo que crees de ti como ser humano.

Todos tenemos cualidades y defectos; debilidades y fortalezas que nos hacen ser quienes somos. Sin embargo, siempre podemos darle un giro y cambiar esas cosas que no nos gustan de nosotros, en aspectos positivos que nos ayuden a ser una mejor versión de nosotros.

Es posible, lo he puesto en práctica en varias ocasiones y de verdad funciona.

Supón que atraviesas por una situación difícil que se te hace imposible de superar. Lo que debes hacer es repetir en tu mente que puedes soportarlo, que eres fuerte, y que eres capaz de superar esa prueba. Créeme, funciona porque en el momento que menos te des cuenta ya habrá pasado lo peor.

2 Sé amable contigo cuando veas las cualidades de otros

Es natural que veamos en los demás las cosas que nos gustaría tener a nosotros. No es envidia, es una especie de “medida personal” que nos indica qué aspectos debemos tener para alcanzar una meta.

Sin embargo, a veces podemos perder el control de esas observaciones y terminamos siendo crueles con nosotros mismos. Muchas veces somos “nuestro peor enemigo” y nos juzgamos más fuertemente que quienes nos observan. Cuando esto ocurre, la confianza sale de nosotros paulatinamente.

Sé piadoso contigo. Piensa que con el único que pasas tu segundo a segundo hasta la muerte eres tú. Si te haces tu propio enemigo, las cosas no van a salir bien.

Mírate al espejo cada tanto y repítete a ti mismo lo fuerte que eres, lo capaz y suficiente que eres. Poco a poco te darás cuenta que de verdad eres valioso y vas a ver las cualidades y fortalezas que los demás ven en ti.

3 Aleja las dudas que tengas de ti

Nada mata más la confianza que dejarse gobernar por las dudas.

Sacude la cabeza cuando pensamientos como “no puedes” o “eso no es para ti, no lo mereces” comiencen a invadirte. Por lo general estos pensamientos provienen de nuestro ego.

El ego es esa parte de nuestra conciencia que aparentemente nos “aterriza” haciéndonos ver la realidad. Sin embargo, muchas veces no tiene razón porque va a estar dirigida por lo que crees de ti. Si tu ego te grita que no eres capaz de saltar en paracaídas, vas a congelarte en plena puerta del avión. Por esto te aconsejo a no hacerle caso; claro que debes ser sensato y saber distinguir lo que te conviene o no, no todo lo que parece bueno, lo es.

4 Esfuérzate por salir de tu zona de confort

Nada es más angustiante que enfrentarte a nuevos retos, pero el miedo jamás logró nada.

Eres capaz de lo que sea que te propongas. ¿Quieres ser cantante, pero consideras que no tienes lo que se necesita? Entrénate entonces. Algunos nacen con talento, otros lo cultivan. Así es con todo.

No temas hacer algo que usualmente no haces, tras eso que tanto deseas descubrir, pero que te atemoriza puede estar tu mayor felicidad.

5 Descubre tus talentos

Todos tenemos talentos. Algunos son muy diestros en las artes manuales; otros más son hábiles diseñadores o matemáticos.

Poco a poco ensaya esas actividades que te llaman la atención, trátese de un deporte, un arte o un oficio; esa es la única manera en la que podrás saber para qué eres diestro.

Por eso muchas personas hacen cursos o van a la universidad, para prepararse en el arte que les gusta.

6 Cumple tus compromisos

Eludir tus responsabilidades te hará inconstante y dejará una mala imagen tuya ante los demás.

Asumir los compromisos te ayuda a ver que eres capaz de todo lo que te propones. Además de eso, te ayuda a organizarte y te deja espacio libre para hacer lo que tanto te gusta o solo para descansar un rato

7 Persevera

Esta es quizás la parte un poco más compleja del camino. Es igual a trabajar en tu meta hasta lograr resultados. Esto sucede poco a poco, no pasa de la noche a la mañana. Requiere esfuerzo y sacrificio.

¿Que vas a sacrificar? días de descanso, tiempo con tus amigos, hobbies e incluso a veces a tu familia. Pese a eso, valdrá la pena haberte esforzado por lo que querías porque no te sentirás incompleto.

Habiendo cumplido cada uno de estos pasos podrás ser capaz de lo que te propongas. Al final del camino te darás cuenta de lo capaz que siempre fuiste. Así, ¿cómo dudar de tus capacidades?

Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.