Consejos para comunicarte mejor con tu familia

¿Sientes que tus hijos no te entienden? ¿Pareciera que hablas en chino? No te preocupes, no eres solo tú. Sigue leyendo y encontrarás algunos consejos para mejor la comunicación en tu hogar.

Diana Brante Morales

Como padres nos suele suceder que comenzamos una conversación con nuestros hijos y al poco tiempo perdemos los estribos por lo que escuchamos, o bien, nos emocionamos tanto que interrumpimos cada oración que expresan para dar nuestra opinión al respecto. Si bien puede estar en nuestra naturaleza, también existe la posibilidad de mejorarlo con unos sencillos, pero prácticos consejos.

1. Una conversación NO puede ser un monólogo

Muchas veces nos apasionamos demasiado con un tema y no permitimos que el otro participante se exprese. Procura hablar, pero también escuchar. Cuidado cuando la conversación se vuelve unilateral, pues dejamos de lado a la persona con quién deseamos interactuar y ésta perderá interés en lo que decimos y, lo que es peor aún, no querrá “conversar” más contigo.

2. Tu cuerpo también se comunica

Nuestro cuerpo tiene su propia forma de expresarse. Aunque intentemos decir algo con palabras, la comunicación kinésica puede llegar a tener mayor importancia que el mensaje que intentamos entregar. Es por eso que cuando estamos realmente interesados nuestro cuerpo está inclinado hacia delante, no tenemos los brazos cruzados y miramos a los ojos a la persona que nos habla.

3. Comprender no siempre es estar de acuerdo

Cuando comprendemos lo que nos están expresando podemos estar de acuerdo o no, lo que no significa que dejemos de entender, sino que tenemos nuestra propia opinión al respecto. En la comunicación con tus hijos es muy relevante que se comprendan mutuamente para no tener malos entendidos. Siempre queremos lo mejor para ellos, pero obligarlos a ver las cosas desde nuestra perspectiva, no funciona. Esto hará que se cierren y que no quieran compartir sus ideas porque igual no se sienten comprendidos.

4. Disculparse no es sinónimo de debilidad

Pedir disculpas no es una muestra de debilidad, sino al contrario. Solo las grandes personas son capaces de reconocer sus errores y trabajar en ellos para corregirlos. Incluso los padres podemos equivocarnos, por lo que debemos dar el ejemplo a nuestros hijos enseñándoles a decir “Lo siento, me equivoqué”.

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5. Aprende a escuchar antes de contestar

Por impaciencia, exceso de emoción, o cualquier otro motivo, es frecuente que antes de terminar de escuchar todo el relato interrumpamos para expresar nuestra opinión. Si bien la mayoría de las veces es con buena intención, dicha interrupción puede generar molestia en la persona con la que mantenemos la conversación. Primero debemos escuchar con atención y luego formular un comentario al respecto. Si no tienes nada bueno que decir, es mejor guardar silencio. Si te cuesta escuchar y guardar silencio, piensa que el silencio es una forma de conversación eficiente con tus hijos.

6. Elimina los elementos distractores del entorno

Para demostrar que tenemos interés en la conversación, es necesario estar concentrados en ella y no hacer otras cosas al mismo tiempo, como por ejemplo contestar una llamada telefónica, un mensaje de texto, mirar la hora o hacer un comentario a otra persona que esté presente. Dicha conversación debe tener el 100% de nuestra atención.

7. No siempre es positivo ser autobiográfico

Cuando iniciamos un relato es gratificante hacerlo en primera persona: “yo hice esto”, “mi familia es así”, etc. Pero no todo el tiempo debemos tener un ejemplo propio al respecto, no podemos haber vivido todo ni haber sentido todo, por lo que se puede interpretar como una ofensa o cinismo si cada vez que nos comenten sobre algún tema comenzamos diciendo “sé cómo te sientes”, “yo también lo he pasado”. No es necesario haberlo vivido para entender los sentimientos que puede provocar.

8. Utiliza tu inteligencia emocional

La empatía, o el ponerse en el lugar del otro cuando tenemos una conversación sincera, es sinónimo de utilizar la inteligencia emocional. De esta forma podemos dar una respuesta real, considerada y que aporte a la relación en la que estamos trabajando. Piensa y siente antes de hablar.

Intenta trabajar estos consejos cada vez que conversas con tu pareja o hijos para mejorar la comunicación ya que existe. Quizás los cambios no serán evidentes en primera instancia; pero te aseguro que si continúas el camino, los resultados te asombrarán. Con buena comunicación, ¡siempre mejorará tu relación con tus hijos!

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Diana Brante Morales

Me gusta comenzar cada día como un nuevo día, darme la oportunidad de ser feliz y sonreír por las cosas básicas. Dar sin esperar nada a cambio. Siempre sorprenderme.