De lo que una madre es capaz por sus hijos

La vida de los padres está llena de sacrificios. Este artículo te mostrará unas cuántas maneras de hacer perpetua tu imagen a través de tu amor y enseñanzas.

Erika Otero Romero

Más de una vez hemos escuchado decir que una madre es capaz de todo por sus hijos. Incluso, de dar la vida por ellos, y en esta afirmación no hay un ápice de mentira. La historia de una mujer cuyo nombre es Rowenna, cuenta que poco tiempo después de dar a luz a su hijo Freddie comenzó a enfermar de fuertes dolores estomacales. El padecimiento se le volvía crónico y los dolores cada día eran peores. Rowenna visitó entonces al médico y tras una serie de exámenes descubrió que padecía cáncer intestinal, lo que la llevó a reflexionar acerca del futuro de su hijo, sin ella. Decidió practicarse cuanto tratamiento y cirugía le exigiera la enfermedad, con el fin de prolongar su periodo de tiempo en la vida de su esposo e hijo. Cuando las cosas parecían peores y sentía que su vida iba en detrimento, empezó a planificar una vida para su hijo, en la que ella estuviera presente aunque hubiese muerto.

Una madre tanto como un padre son capaces de dar lo mejor de sí para el bienestar de sus hijos. Pensando en la situación de Rowenna, esta admirable mujer, y en el amor inconmensurable hacia su hijo y su esposo, debo decir que es urgente que cada uno piense en el DÍA DE HOY COMO SI FUERA EL ÚLTIMO QUE PASA EN COMPAÑÍA DE SUS SERES AMADOS.

Por más dinero que algún día podamos llegar a tener, jamás será posible comprar un segundo más de vida, y por eso hay que vivir al máximo cada segundo de la existencia; no importan las circunstancias o lo que se pueda sufrir. Por eso, aquí dejo una serie de pautas que tú puedes aplicar a tu vida con el fin de sacarle el máximo provecho posible, en compañía de quienes amas:

No importa las circunstancias de tu día a día, obtén provecho de las dificultades

Las situaciones difíciles siempre dejan una enseñanza, quizá hoy no puedas comprender POR QUÉ pasa lo que pasa, sin embargo, en el futuro próximo lo descubrirás, y ese conocimiento adquirido debido al dolor de las pruebas podrás pasarlo a tus hijos, para evitar que caigan en los mismos errores que tú cometiste.

Dile cada día TE AMO a tu esposo como a tus hijos

No sabemos cuándo ya no estaremos acá. De la misma manera que no recomiendo jamás irse a la cama disgustado con un ser querido, aconsejo que siempre procures expresar amor a los tuyos.

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Enseña a tus hijos a ser independientes y proactivos

De pequeña mi madre me enseñó oficios básicos de la limpieza de una casa: poco a poco aprendí a lavar y a planchar prendas pequeñas; después, cuando ya alcanzaba el mesón de la cocina experimenté la preparación de algunos alimentos, oficios que odiaba y me hacían llorar. Ya adulta, al vivir en el extranjero y quedarme sin empleo, encontré que esas tareas que me enseñó me sacarían de las dificultades económicas por las que atravesaba. En mi mente le daba gracias a ella y a Dios, pues de no haber aprendido esos tediosos oficios hubiera tenido que pasar por serias dificultades en un país ajeno. Moraleja: nada de lo que bien enseñas a tus hijos es en vano.

Da sin esperar nada a cambio

Es cierto que la situación laboral de muchos países en la actualidad es precaria. A pesar de eso, somos bendecidos al tener un hogar o familia, y algunos tenemos la gracia de no irnos a la cama con el estómago vacío. Siempre que alguien te pida ayuda o colaboración y esté en tus manos auxiliarlo, ¡hazlo!, no importa si esa persona lo usará para bien o mal, tú solo ayuda.

Celebra los triunfos, corrige los errores

Y cuanto antes esto se haga más oportuno será, es mejor educar al niño para no castigar al adulto.

Cultiva en tus hijos una vida espiritual

Cualquiera que sea tu creencia religiosa –o aun si no tienes una–, procura incentivar en tus hijos el respeto por la vida de los demás y sus diferencias; enséñales a cuidar la naturaleza y a los animales, edúcalos en valores, urbanidad y respeto por las leyes del país donde vive.

Es claro que aunque no estemos enfermos, como en el caso de Rowenna, también es cierto que no tenemos conocimiento de la fecha o la manera en la que partiremos de este mundo. Por esta razón, este es el momento de hacernos conscientes de que el único y mejor legado que le podemos dejar a nuestros hijos es lo que les enseñemos con amor.

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.