Deja crecer a tus hijos y que asuman su propia vida

"Siempre hay un momento para marchar, aunque no haya un lugar a dónde ir" . Deja que tus hijos crezcan y asuman su propia vida, la soledad no es motivo para impedir que un hijo llegue tan lejos como puede hacerlo.

Diana Cantor Martinez

Desde el momento de la concepción de un hijo llegan las preocupaciones para los padres. Con el paso del tiempo, estas se transforman, ajustándose a cada etapa de sus vidas. Todos los momentos son de invaluable importancia. Por eso, es necesario crecer con ellos, porque a ser padre nadie aprende antes de serlo. No hay cartilla, ni manual que te iluminen al respecto; tan solo las experiencias de otros, los valores heredados de nuestros padres y el incalculable amor que despierta en nuestro ser ese hijo.

Hay un momento en que un hijo está listo y preparado para asumir por sí mismo la vida, pero muchas veces, como padre, no aportas a ese proceso, sino que, con tus temores y sin intención, le cortas las alas y no le permites volar lo alto que puede llegar. ¿Cómo pasa eso?

¿Cuándo ha llegado el momento?

Determinar el momento en que un hijo está listo para enfrentar a la vida por sí mismo depende de muchos aspectos, y no tiene una edad específica determinada. Sin embargo, como psicóloga pienso que entre los 18 y los 25 años es el momento en que se encuentran más maduros emocionalmente, son más capaces de racionalizar las consecuencias de sus actos, su pensamiento es más analítico, poseen mayor capacidad de adaptación ante los cambios, y tienen toda la vitalidad y energía para iniciar nuevos proyectos.

Algunos se marcharán de casa, pero otros no necesariamente; lo que sí es necesario es que, como padre, asumas una nueva actitud, que fortalezca, impulse y motive esta nueva etapa en la vida de tus hijos. Parece demasiado obvio, pero no está por demás decir que los padres deben permitir que sus hijos asuman en pleno las responsabilidades de la vida adulta, porque no son pocas las madres que a sus hijos de 25 o 30 años que aún viven en casa les preparan los alimentos, les arreglan su ropa y su habitación y cuidan en ellos hasta el más mínimo detalle, como si se tratara de niños de preescolar.

Las consecuencias no se hacen esperar y vemos, entonces, a hombres y mujeres inestables en los planos laboral y afectivo, incapaces de asumir con fortaleza y decisión las dificultades de la vida. Increíblemente se acostumbran y se acomodan en el papel de niños que nunca crecen. Me atrevería a afirmar que desde los 14 años un chico ya está en condiciones de hacerse cargo del arreglo de su habitación, de su ropa, e incluso de colaborar con otras actividades y tareas del hogar. Llegado el momento deberá trabajar y aportar una cuota para los gastos en casa, aun cuando los padres pudieran asumir con solvencia dichas necesidades. No temas, ni te sientas mal al forjar el carácter de tu hijo, porque lo preparas de forma eficiente para la gran aventura de vivir.

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Decidir y asumir consecuencias

. Aún antes de que lleguen a la vida adulta, incentiva en tus hijos la capacidad de decidir y asumir las consecuencias. Muchas personas adultas y casadas no dan un paso sin antes consultarlo y decidir alguna cuestión en conjunto con su padre o su madre. Una cosa muy distinta es solicitar un consejo de manera eventual y ante una circunstancia determinada; pero he visto hombres que consultan con su madre hasta el más pequeño pormenor: ¿cuál sería el sitio más conveniente para que sus hijos estudien?, ¿a qué lugar de vacaciones llevar a su esposa o a sus hijos? o ¿qué automóvil comprar? etcétera.

Podría resultar halagador que un hijo, a los 40 años, prácticamente te pida aprobación para vivir su vida; sin embargo, te aseguro que el coste es mayor si tenemos en cuenta que no siempre estarás disponible y, en cualquier caso, puede convertirse en una carga demasiado agobiante. En este artículo entérate cómo enseñar a tus hijos a cumplir sus promesas, http://familias.com/la-importancia-de-enseniar-a-nuestros-hijos-a-cumplir-con-sus-promesas

Dejar el hogar

. Una frase de Thomas Lanier Williams, destacado dramaturgo estadounidense, lo dice todo al respecto, “Siempre hay un momento para marchar, aunque no haya un lugar a dónde ir”. Es cierto, y más aun con respecto a tus hijos, debes permitir que algún día se marchen de casa y hagan su propia vida. Esto me recuerda a muchas mujeres que han enviudado o que, por diferentes razones, decidieron continuar su vida sin un esposo, y encuentran una buena fuente de compañía en sus hijos; aunque lo comprendo a la perfección, la soledad no es motivo para impedir que un hijo llegue tan lejos como puede hacerlo. En esta otra nota se consigna cómo enfrentar el momento en que un hijo ha de marcharse de casa, http://familias.com/los-hijos-se-van-los-padres-se-quedan-como-llenar-de-nuevo-el-nido-vacío

Conozco hijos que no se atreven a emprender un viaje, estudiar una maestría en otro país o casarse y formar un hogar por no dejar solos a sus padres; es en absoluto necesario para los hijos crecer y para los padres, permitirles hacerlo. Todas las etapas de la vida para ti y para tus hijos son necesarias y traen consigo grandes tesoros que los enriquecen, aunque no exista un manual y a ser padre aprendas todos los días.

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Diana Cantor Martinez

Hay un momento de la vida en que descubrimos que necesitamos un cambio para poder avanzar y crecer reconoce el momento y no pierdas la oportunidad.