Día tras día todos lo veían en la misma esquina por años y nadie sabía por qué, hasta que esta mujer se lo preguntó y le cambió la vida

Imagínate el motivo más triste para pasar día tras días durante años en el mismo lugar... lo más probable es que no estés ni cerca de lo que a él le pasó.

Fernanda Gonzalez Casafús

Él se sentaba en la misma esquina durante muchos años por un doloroso motivo, pero ella llegó para descubrirlo. A veces sólo se necesita de la fuerza de voluntad de una persona caritativa para cambiar el rumbo de la historia de alguien.

Victor se sentaba cada día en la misma esquina. Hubiera frío, lluvia, viento, él estaba allí sentado. Miraba el vacío, contemplaba la gente pasar. Y así pasaban sus días. No tenía dónde ir, pues prácticamente vivía en la calle y no tenía trabajo. Se mantenía con la ayuda de la gente que pasaba. Pero la verdadera ayuda y el gran cambio en su vida llegó cuando una mujer decidió hacer algo por este hombre.

“Alguien debería hacer algo”

Habitualmente, cuando vemos gente en la calle pidiendo limosna solemos decir “pobre gente, alguien debería hacer algo”. Y es exactamente lo que la gente decía al pasar al lado de Víctor, al verlo desalineado y siempre sentado en el mismo lugar. Pero ¿y si ese alguien eres tú mismo?. Así pensó Ginger Sprouse, una mujer que pasaba tres veces al día por esa esquina y veía a este hombre en esa situación. Según recoge el sitio Little Things, un día Ginger decidió llevar sus pensamientos y palabras en verdaderas acciones, y la vida de ambos cambió.

Un extraño a quien ayudar

Ginger pasó cerca de Víctor y un día decidió hablar con él, conocer su historia y entender por qué estaba hace casi tres años sentado siempre en la misma esquina. Ella quería ayudarlo, y sabía que para comenzar debía entablar un diálogo con él. Darle unas moedas no sería suficiente, esta mujer coraje fue al fondo de la cuestión.

Así, se enteró que Víctor tenía 32 años y un desorden mental que le impedía tener un trabajo formal, ya que nadie quería tomarlo en esa condición. Su motivo para estar sentado durante tantos años en la misma esquina destrozó el corazón de Ginger y fue lo que la animó por completo a dar un paso más en la ayuda puntual hacia este hombre

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Había sido abandonado allí

Víctor frecuentaba siempre esa esquina porque allí había sido abandonado por su madre. ese lugar era el último en donde había tenido contacto con ella. La esperó día y noche, y así pasaron los años. Al instante de conocer su historia, Ginger sintió que algo la conectaba con este hombre, tal vez su propio instinto maternal, y con todas sus posibilidades lo ayudó de una manera asombrosa.

Trabajo y salud

Ginger y y su esposo tienen una escuela de cocina llamada “Art of meal”, y en su recreo de los mediodías visitaba a Víctor para tener más acercamiento. Así, comenzaron a hacerse amigos y él empezó a confiar en ella. Lo invitaba a almorzar y Víctor sabía que tenía un lugar donde ir cuando el frío de la calle fuera extremo. Pero ella siguió más allá. Lo llevó al médico para que comenzase un tratamiento de salud mental, y para hacer chequeos en general.

En tres meses Víctor había cambiado rotundamente. Su deseo de progresar fue tanto que ella vio que era un buen momento para darle una oportunidad, por lo que decidió darle un empleo en su escuela de cocina.

Las palabras se las lleva el viento, pero no las acciones

La tarea de Ginger fue tan fructífera que creó una página en facebook llamada “Este es Víctor” para que el mundo entero conozca su historia. Allí cuenta que, en sus peripecias por esa travesía de solidaridad, y mientras llamaba a agencias públicas para encontrar ayuda estatal para Víctor, alguien le dijo “Querida, te romperá el corazón, pero….cómprale una hamburguesa y sigue tu camino. esta gente no quiere tu ayuda”. Y continuó contando “No había garantía de que no saliera con mi corazón roto, pero no se trataba de mi corazón sino de una vida, de una persona real”. La página se volvió viral y miles de personas siguen día a día las historias que Ginger postea.

Además de la ayuda de la ayuda de Ginger, Víctor recibe mucha ayuda de las personas que conocieron su historia y se compadecieron. En la página creada en GoFundMelas personas pueden realizar sus donaciones para seguir asistiendo a este esfuerzo que hace Ginger cada día.

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A veces sólo hace falta una persona, tan sólo una, para cambiar el destino de la historia. No debemos esperar siempre que “los demás” hagan algo; nosotros podemos desde nuestras acciones ayudar al prójimo. Y tú, ¿hubieras hecho lo que hizo esta mujer?

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Fernanda Gonzalez Casafús

Fernanda es Licenciada en Periodismo, especialista en Redacción Digital y Community Managment. Editora de contenidos y redactora en Familias.com. Nacida en Argentina y mamá de dos, ama los animales, la danza, la lectura y la vida en familia. Escribir sobre la familia y la maternidad se ha convertido en su pasión.