Dispárale a tu ex pareja. Tus hijos te lo sabrán cobrar

Si el dolor ante el divorcio ha causado que la lucha entre tu ex esposo y tú lastime a tus hijos, debes leer esto. Dispárale a tu ex pareja: tus hijos te lo sabrán cobrar.

Myrna del Carmen Flores

A últimas fechas ha mejorado mucho tu puntería. Después de todo, el practicar el tiro al arco con la fotografía de tu ex pareja te ha convertido en un experto. Lo único malo es que por más que lo desees, infringirías la ley al hacerlo en persona. Piensas que lo merece por todos los años que el resentimiento entre ustedes se fue acumulando, de tal manera que aún no entiendes cómo fue posible que no explotara como una bomba destruyendo tu casa. Al final solo hizo añicos tu matrimonio.

Hasta cierto punto es comprensible que ahora, cada vez que veas su rostro, no puedas poner demasiada atención a sus palabras, porque tu imaginación está recreando los sitios exactos donde desearías que se insertaran las flechas. Pero por qué no hacerlo de una manera más letal: podrías usar un cañón y dispararle directo al estómago; incluso, una de las balas podría ser el mayor de tus hijos. Después de todo, es el más cabezón. Seguro haría un daño terrible.

Lo malo en esta idea es que aunque tu ex saldría lastimado, las heridas en tu hijo serían inevitables. Y a final de cuentas, el daño te llegaría a ti también, puesto que amas a tus hijos del mismo modo como los ama esa persona que tal vez no es tan mal padre o madre.

Es muy probable que este ejemplo te parezca ridículo, porque los padres que aman a sus hijos nunca los usarían como balas de cañón. En ese caso el daño sería visible. Pero eso existe. A veces, como padres, de manera consciente o inconsciente, se utilizan cañones emocionales, cuyas balas son los hijos, como una forma de manifestar toda la rabia acumulada por el daño que consideramos nos hizo nuestra pareja. Aunque, en este caso, las heridas no se perciben a simple vista, sí existen, y se albergan en el alma de tu hijo.

¿Qué te parece realizar un pequeño test para que tú mismo te des cuenta hasta qué punto podrías estar dañando a tus hijos?

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  • ¿Le hablas mal a tus hijos de tu ex, resaltando sus defectos como padre o pareja?

  • ¿Utilizas pretextos para obstaculizar las visitas?

  • ¿Te has burlado cuando tu hijo expresa admiración por su padre o madre?

  • ¿Demuestras felicidad cuando tu hijo se porta mal con el otro progenitor, o de alguna manera lo rechaza; o lo contrario, demuestras tristeza cuando ves que tu hijo logra un acercamiento?

  • ¿Utilizas a tu hijo o hija mayor como paño de lágrimas por el dolor que te ha causado tu ex pareja?

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  • ¿Hablas mal de tu ex con tus amigos en presencia de tus hijos?

  • ¿Incentivas veladamente que tu hijo rechace el verlo?

Si respondiste de forma afirmativa a alguna de estas conductas, esto indica que eres una persona normal, con errores. Sin embargo, lo mejor que puedes hacer es evitar continuar haciéndolas, ya que podrían dañar la autoestima de tus hijos.

El síndrome de alienación parental

Pero si respondiste a la mayoría, o a todas que sí, entonces debes analizar bien tus acciones, porque pudieras estar creando en tus hijos el síndrome de alienación parental o SAP (del cual hablaré en un próximo artículo con más detenimiento), que puede causar en tus hijos trastornos que van desde la dificultad para dormir hasta un severo problema de ansiedad.

Como padres deseamos lo mejor. Y aunque consideremos que como cónyuge nos ha dañado, debemos entender que la mala relación de pareja debe desvincularse de la relación padre-hijo. Si es una buena madre o un buen padre debemos darles el derecho a nuestros hijos de disfrutarlo. Por mucho resentimiento que sintamos por esa persona, nunca debemos olvidar que es la persona que elegimos como padre de nuestros hijos. Ellos no tienen la culpa si creemos que nuestra elección fue equivocada.

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Myrna del Carmen Flores

Myrna del Carmen Flores es maestra de inglés y madre de dos jóvenes. Puedes contactarla en