Drogas, la salida fácil a un camino difícil

¡Quien tiene muchos vicios, tiene muchos amos! Plutarco

Yordanka Pérez Giraldo

Drogadicto. Esta palabra de inmediato nos remite a pensar lo peor de la persona quien hayamos etiquetado con ella. Damos por sentado que los adictos son personas sin oficio ni beneficio y carentes de toda virtud. Cuando las drogas muchas veces son la salida fácil a un camino difícil, que no lleva a ninguna parte.

Hace poco hablaba con un psicólogo de una clínica de rehabilitación y me decía algunas cosas interesantes sobre el tema. Por ejemplo, que muchas de las razones por las cuales las personas se acercan a las drogas, poco tienen qué ver con la sustancia en sí. Éstas solo se usan para enmascarar temas mucho más profundos y que tienen qué ver con su entorno o con la forma en que se ven a sí mismos.

Los factores sociales de la adicción

Una muestra de ello es que muchos jóvenes fuman más por la presión de encajar con sus amigos o porque cuando lo hacen les disminuye el apetito, que por la dependencia química a una sustancia. Es decir, en muchos casos no se trata tanto de la adicción al cigarro, sino de un problema de imagen, autoestima, necesidad de pertenencia o algo más, que creen resolver fumando. Otros tantos se vuelven adictos a las pastillas porque quieren rendir más en sus actividades diarias, como es el trabajo o los estudios. Una vez más, el problema surge en un intento de resolver un asunto que les atormenta. O qué tal quienes lo hacen para aliviar la tristeza, quedando claro que la razón por la que usan drogas es porque se sienten abrumados por su realidad.

Este psicólogo me decía también algo que llamó poderosamente mi atención, y es que son las familias uno de los principales factores responsables de que los adictos caigan y recaigan. Por ello, aun cuando los especialistas hacen su parte en las clínicas o terapias, una vez que están en casa vuelven a todo aquello que los orilló en primer lugar a consumir drogas. Nuestra plática terminó con una afirmación contundente: es el amor, el buen trato, la empatía, lo que de hecho nos ayuda a salir de esas situaciones.

Lo que tú debes desechar, para poder ayudar

¿Por qué entonces, si tenemos enfrente la respuesta, seguimos cometiendo los mismos errores cuando de ayudar a una persona adicta se trata? Aquí te ofrezco algunas posibles respuestas, que son en realidad cosas de las que debes deshacerte, si quieres ayudar a alguien a superar una adicción:

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  • Prejuicios
    Los que tenemos la capacidad de ver el problema, creemos que la culpa es de ellos y que nosotros nada tenemos que ver en eso. Así que les pedimos que cambien, pero no lo hacemos nosotros.

  • Juicios de valor
    Las personas que ceden a las adicciones se encuentran frágiles emocionalmente. Sin embargo, damos por sentado que es su culpa y que si ellos se metieron en eso, entonces que ellos solos salgan del problema. La verdad es que nos necesitan para lograrlo.

  • Creemos que son incapacitados
    Sentimos que si nosotros les resolvemos la vida, entonces los estamos ayudando. En realidad ocurre todo lo contrario, ya que al hacerlo propiciamos una mutua dependencia. No tienen una discapacidad, ni necesitan que hagas por ellos, lo que ellos pueden y deben hacer por sí mismos.

  • Nos aferramos a dinámicas familiares de violencia física o emocional
    Esto solo continúa llevando a la persona adicta al consumo y abuso de sustancias. Por ello, procura que en tu hogar lo que prevalezca sea el cariño, la confianza, la solidaridad y la comunicación.

  • Miedo a que arruinen nuestras vidas
    Nos alejamos de nuestros seres queridos con el pretexto de que, si ellos quieren arruinar sus vidas, no dejaremos que hagan lo mismo con la nuestra. Recuerda que estar a su lado no es consentir sus actitudes, sino hacerle saber que no está solo.

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  • Creemos que tenemos la razón absoluta
    Pensar así, implica creer que ellos están del todo equivocados. Les decimos que están mal al percibir su vida desde una perspectiva obscura y solitaria, cuando no se trata de quién está bien y quién mal, sino de encontrar juntos la salida.

Cómo prevenir

Desafortunadamente, las drogas no van a desaparecer. Pero lo que sí podemos eliminar son los argumentos para ver en ellas la salida a los problemas. La mejor manera es criar a nuestros hijos con amor y una autoestima fuerte, en especial durante los primeros doce años de vida. Hay estudios que muestran que un niño que fue amado durante esta etapa, difícilmente caerá en la drogadicción.

Dar a los hijos una educación con valores, donde lo bueno y lo malo esté claramente delimitado es también de gran importancia. Es cierto que la vida no es blanco y negro, pero hay situaciones que no dan espacio para los grises: es importante que nuestros hijos tengan claro esto. Debemos también educarlos con un plan de vida, que sientan que tienen un propósito y que cumplirlo requiere de su esfuerzo, de estar preparados, enfocados y saludables.

Así mismos, es vital que nuestros hijos tengan claridad respecto de los riesgos que implica el consumo de drogas. El conocimiento es poder, ¡infórmalos! La prevención siempre es la mejor apuesta, pero si ésta falla, el amor es siempre la respuesta correcta.

Si quieres ahondar más en el tema, te invito a

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Yordanka Pérez Giraldo

Yordanka Pérez Giraldo, Cubana de nacimiento, mexicana por elección.