¿Educas a tu hijo para ser pobre o para ser próspero?

Tú podrías estar educando a tu hijo para vivir lejos de la prosperidad económica. Un cambio de óptica marcará una gran diferencia. Aprende a hacerlo.

Marilú Ochoa Méndez

En América Latina existen más de 180 millones de personas viviendo en la pobreza, de acuerdo a estudios al respecto.  A esta cantidad, habría que agregar los 62 millones de personas que viven en pobreza extrema, es decir, no tienen acceso a hogar, estudios, o alimentación digna.

Muchos gobiernos han generado estrategias de impulso a la economía y programas sociales. Otros, han impulsado el aumento del salario básico. Es una realidad que el manejo de la economía familiar y social es un tema complejo. Desafortunadamente, las estrategias gubernamentales que más abundan son las de “apoyos sociales” que en vez de impulsar el desarrollo y crecimiento de las personas, les regalan lo que les falta.

“Me tienen sumido en la pobreza”

Es muy triste ver que en muchos países latinoamericanos se ha tenido hacia las personas una mentalidad proteccionista que pretende dar recursos y apoyo a estas personas, evitando promover su crecimiento.

El error de estas políticas te lo mostraré en un ejemplo que leía hoy en redes sociales: “Me tocó ver unos chavos que se organizaron para llevar pan a las personas que esperan en la sala de Urgencias de un hospital.  Una mujer se acercó, tomó el pan y les dijo: “¿Y qué? ¿con qué se supone que me lo voy a pasar?“, exigiéndoles de mala manera recibir agua o leche con esta donación.

Lo triste de estas campañas es que muchas personas asumen que “es obligación de otros ayudarlos” y no ven la urgencia de que ellos busquen potenciar sus recursos y capacidades para salir lo antes posible de esta triste situación.

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¿Tenemos también esta mentalidad como padres?

He de confesarte que más de una vez me he sentido como un hámster encerrado en una rueda, corriendo y dando vueltas, pero siempre en el mismo lugar, contando los centavos y esperando que en algún momento una mano milagrosa me acerque la riqueza que no he logrado conseguir.

A muchos nos ocurre esto. Pensamos que en el trabajo está la riqueza, y ¿sabes? olvidamos algo fundamental.

¿De qué otra manera podemos comprender que personas que han trabajado toda su vida no hayan conseguido aún llegar a ser multimillonarios? ¿Te has preguntado alguna vez qué es lo que hace que otros con tus mismas oportunidades, tu mismo nivel de estudios, han logrado conseguir la prosperidad económica?

La diferencia es: los padres con visión de riqueza no programan a sus hijos para que esperen, sino para que generen”. 

Estar dispuestos a ahorrar y pensar en grande

En el libro “El hombre mas rico de Babilonia”, de George S Clason, vemos el caso de un artesano que se hace esta misma pregunta: “Conozco a este hombre rico de toda la vida, y no es más listo ni hábil que yo. ¿Qué ha hecho para lograr aumentar sus finanzas a ese grado?”

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La maravilla de este artesano es que no se queda en su lugar envidiando al rico, sino que se le acerca y le pregunta la clave de su avance económico.

La solución de este hombre rico es la audacia. En primer lugar le sugiere “pagarse” a él mismo por su trabajo, ahorrar una cantidad pequeña de manera continua. Este recurso, que será muy representativo al inicio, se guardará minuciosamente durante el tiempo necesario, de manera que se cuente con un fondo de inversión que luego pueda poner a trabajar para él, con disciplina y astucia.

El hombre entonces, trabaja y gana, pero no se conforma, potencia su ganancia, logrando exprimirle algo más que dinero. De él obtiene un extra que le permitirá saltar de la consideración del dinero como recurso limitado que se esfuma, al dinero como activo para negociar su futuro.

Trabajar es básico, pero también crear

Entonces, si tus hijos desean la nueva consola de video, o una cámara de video, sería bueno pensar con ellos la mejor manera de conseguirla. Está bien si ahorran de la cantidad que reciben de ti cada semana, pero será mucho más rápido su logro si planean cómo multiplicar ese dinero, ¡o mejor!, cómo generarlo.

La mentalidad de crecimiento es lo que ayudará a tus hijos a superar los pequeños obstáculos que se encuentren, siempre con su fin en mente. Ir consiguiendo estos logros en su infancia potenciará en gran medida sus habilidades y su visión de la vida.

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Algunos tips para generar esta mentalidad en los hijos

1 Vender objetos suyos

Desde juguetes que ya no usan, ropa en buen estado, libros u objetos de casa sin mucho uso, la venta en páginas de segunda mano está aumentando considerablemente.  Además, esto generará en ellos la percepción de que cuidar sus bienes y usarlos con conciencia, puede lograr que en unos años les retribuyan algo de dinero útil para sus proyectos

2 Apoyos extras en casa o con vecinos

Desde arreglar la repisa que llevas posponiendo toda la semana, cuidar al bebé mientras mamá y papá atienden otros asuntos, regar el pasto de los vecinos o pasear sus mascotas.

3 Vender algo en su colegio o con amigos

Impúlsalos a detectar necesidades de su entorno: material escolar extra para sus compañeros, refrigerios saludables, intercambiar cartas de álbumes deportivos, cocinar galletas y ofrecerlas a los vecinos…¡hay mil oportunidades!

Los aprendizajes que obtengan te encantarán

Una vez que vayas caminando hacia una mentalidad de “padre rico” contra la de “padre pobre”, se te presenta una oportunidad valiosa: ¿qué más podrían nuestros hijos conseguir con ese dinero que ya saben generar?

1 Le darán su justo valor a las cosas

Como saben lo que cuesta conseguir el dinero, ellos realmente comprenderán si un producto es caro o barato. Esto los hará cuidar aún más sus pertenencias.

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2 Valorarán lo que tienen

Si les ayudas a mirar, aprenderán a agradecer el desgaste de sus padres para conseguir todo lo que ellos gozan.

3 Valorarán su esfuerzo y su tiempo

Es relajante dedicar la tarde a ver un capítulo de una serie nueva, o a jugar varias partidas del juego en línea, pero eso no da dinero. El enriquecimiento personal que vivirán les hará dimensionar la importancia de limitar el tiempo de ocio, esforzándose por ser productivos

¡Empecemos cuanto antes! La prosperidad y el deseo de superarse serán un activo indispensable en su vida. No te arrepentirás de promoverlas.

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Marilú Ochoa Méndez

Enamorada de la familia como espacio de crecimiento humano, maestra apasionada, orgullosa esposa, y madre de siete niños que alegran sus días. Ama leer, la buena música, y escribir, para compartir sus luchas y aprendizajes y crecer contigo.