El amor a los niños puede tener “precio”, según algunos padres. Síndrome del niño rico y no tan rico

El gran error de muchos padres al criar a sus hijos, ¿lo estás cometiendo?

Erika Gaytán

Por diversas razones en esta era para muchos padres resulta complicado poder estar con sus hijos y darles el tiempo que ellos quisieran, por ello se ha optado por “cubrir” esta disponibilidad con regalos y caprichos de los niños (juguetes, ropa, dinero, aparatos electrónicos, etc.) así como el algunos casos sobreprotegerlos y pasar por alto cualquier falta que hagan ya sea en el hogar, en la escuela o en la calle, situación que a largo plazo se puede hacer perjudicial en el desarrollo emocional y físico del infante, esto es a lo que los psicólogos llaman el Síndrome del niño rico.

Sin embargo no todos los psicólogos coinciden con este nombre ya que no es exclusivo de los niños de clase alta, de acuerdo con el pediatra Ralph Minear “El fenómeno no se ve sólo en niños de clase alta. Con mayor frecuencia se presenta en familias de clase media, ´acomodadas ‘o que simplemente aspiran a tener más bienes, más ingresos y mejor posición social”. Pero esto puede tener diversas consecuencias a corto, mediano y largo plazo:

Efectos psicológicos

a. Poco tolerante a la frustración

, porque está acostumbrado a tenerlo todo lo que quiere sin importarle el cómo lo puede obtener y si está dentro de sus posibilidades o se lo ha ganado de verdad.

b. Convertirse en una persona discriminatoria

con la gente que lo rodea por tener la idea de que él vale mucho más que los demás y con ello tener una actitud marginal.

c. Tener una actitud de desinterés

por tener sus propios logros porque al habérsele dado siempre lo que deseaba no aprendió a valorar las cosas que se tenía y por ello nunca despertó en él alguna inquietud real o meta.

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II. Efectos físicos

Estos se pueden presentar cada vez que el niño no consigue lo que quiere: dolores de cabeza, vómitos, diarreas.

¿Qué se puede hacer para evitarlo?

1. Establecer límites

No se puede perder de vista que la manera en que se desarrolla el niño en gran parte va hacer responsabilidad de los padres, los niños actúan de acuerdo a lo que ven y a lo que se les permite hacer. Por ello es importante guiarlos así como lo afirma la profesora de psicología en la Universidad Estatal de Arizona, Suniya Luthar “en todos los casos, nuestro deber es…intervenir y hacer lo correcto. No solo amar a nuestros niños, sino establecer los límites adecuados”, respecto a su comportamiento.

2. Inscribirlo a diversas actividades

Una alternativa muy efectiva cuando no se puede estar con los hijos es meterlos a algún deporte, ya que estas le van a ayudar a formarse una disciplina, a enfocar su energía y atención en ella y a ejercitarse. Otra opción es que aprenda hacer alguna manualidad que le llame la atención o clases de baile o instrumentos musicales. Con todos ellos va aprender, le puede ayudar a descubrir habilidades, a socializar, a tener su mente ocupada y a forjarse metas.

3. Darles presencia

Es fundamental que los padres de familia no pierdan de vista que jamás podrán comprar un regalo que valga más que su propia presencia para los hijos. Así se trate del papá con la menor paciencia, porque lo más importante es su presencia para ellos. Por ello se debe platicar con el infante y explicarles bien el por qué no pueden estar mucho tiempo juntos, pero también proponerles días específicos en los que puedan brindarles calidad.

No existe un manual que guie a los padres de cómo educar a los hijos simplemente porque cada niño es diferente, lo importante es que cada quien aprenda y busque preparar a su pequeño de la mejor manera hacia su futuro y eso no se puede comprar, solo se consigue con el amor de cada uno.

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Erika Gaytán

Oriunda de la tierra del taco, el mariachi y el folklore. Periodista de profesión y corazón. Por muchos años he tenido la fortuna de colaborar como docente en la educación de niños, adolescentes y jóvenes. La música, la enseñanza, la investigación, lectura y escritura son mis grandes aficiones.