El bilingüismo en el hogar: ¿cómo puedes fomentar en tus hijos el aprendizaje de una segunda lengua?

Entérate cómo puedes ayudar a tus hijos a ser bilingües y, al mismo tiempo, mantener su lengua materna.

Anders Peterson

El bilingüismo tiene muchos beneficios

Si tienes la oportunidad de que tus hijos aprendan un segundo idioma, ya sea porque se lo ofrecen en el centro de estudios o porque vives en un país donde tienen una lengua oficial diferente a tu lengua materna, tienes una gran responsabilidad en tus manos y al mismo tiempo un gran privilegio. De hecho, la exitosa escritora Elke Montanari ha expresado lo siguiente: “Criar y educar a los hijos en varias lenguas produce una satisfacción muy profunda y resulta divertido”. Quizás algunos padres piensan que esta afirmación es una tarea un poco difícil de alcanzar, pero permíteme compartir contigo algunas experiencias personales que te ayudarán a encontrar ideas para motivar el aprendizaje de una segunda lengua en tus hijos.

El valor de cada lengua

Un aspecto importante a tener en cuenta es que cada lengua tiene su valor. Por ejemplo, mi hijo mayor me preguntó: “¿papá, cuál es mejor, el español o el inglés?” Le expliqué que ambos idiomas son importantes, ni uno es mejor ni el otro es peor. Ambas lenguas le son útiles para comunicarse con sus familiares y amigos que hablan uno u otro idioma y para desenvolverse en los ambientes donde reside. Esta actitud de valorar los idiomas que los hijos hablan, independientemente de la lengua materna, les permite entender que a pesar de que cada idioma tiene un determinado prestigio, ellos pueden beneficiarse al comunicarse con otras personas según la lengua que hablen.

El mantenimiento de la lengua materna

Durante el proceso de aprendizaje de un segundo idioma es conveniente que se logre el mantenimiento de la primera lengua en el hogar. Algunas maneras de hacer esto están directamente relacionadas con la lectura. Concerniente a este punto, en su artículo “¿Ya sabes qué cuento leerán hoy?”, la autora Camila Gómez explica que la lectura ayuda a los niños a estimular su imaginación, ampliar su vocabulario y mejorar la capacidad de expresión. Este buen hábito puede ser practicado tanto en la primera lengua como en el segundo idioma que los hijos aprenden. La lectura en voz alta, por ejemplo, ayuda a los pequeños a mejorar su dicción y pronunciación. En mi familia hemos implementado la lectura de libros impresos en ambos idiomas, lo cual ha enriquecido abundantemente el léxico de nuestros hijos en ambas lenguas, así como también su comprensión lectora. Si tu familia tiene acceso a videos o incluso películas en DVD para niños que estén en los dos idiomas, podrías hacer uso de estos medios para exponer a tus hijos a ambos lenguajes.

El valor cultural que deriva de ambas lenguas

Otro aspecto importante que se puede fomentar en el hogar es el aprecio por la cultura que representa cada lengua. Al aprender junto con tus hijos sobre el país de origen del segundo idioma y al ayudarle a apreciar las tradiciones que acompañan tal lengua materna, lograrán varios resultados positivos. Entre ellos se cuentan los siguientes: acercamiento bilateral, respeto hacia personas de diferentes culturas, aprecio por el legado de cada idioma, mayor habilidad comunicativa y comprensión sobre cómo proceder en el país donde se habla dicho lenguaje. Estas relaciones positivas que se crean entre padres e hijos pueden continuarse en la escuela, donde quizás en tu caso te resulte más significativo el aprendizaje que tu hijo está adquiriendo tal como me ha sucedido a mí.

En conclusión, existe un sinfín de actividades que se pueden llevar a cabo en familia en dos lenguajes a fin de estimular un aprendizaje beneficioso y divertido. La clave está en apoyar a los hijos cuando están aprendiendo un segundo idioma, ser pacientes e incentivarles a mantener su lengua materna al tiempo que adquieren otra. ¡No es imposible y vale la pena!

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Anders Peterson

Anders Peterson is a Spanish language instructor at the University of Arizona and also works as a translator and interpreter . He lives in Tucson with his wife and children.