El déficit de atención de tu hijo puede deberse tu edad, según un estudio

Ante un diagnóstico de enfermedad mental, el mejor apoyo que se puede brindar es ser incondicional.

Erika Patricia Otero

La maternidad es quizás una de las responsabilidades más grandes que pueda asumir una mujer que anhela ser madre.

La realidad, por cruel que parezca, traer a un hijo al mundo no hace que una mujer sea madre. El rol de madre implica entrega, sacrificio, amor y capacidad para ser justo y educar de la manera correcta. Estos rasgos se ven más acentuados en las mujeres que tienen hijos con distintos condiciones médicas, especialmente si se trata de un trastorno de comportamiento.

Ahora bien, la edad también influye en los retos que una madre deberá hacer frente. Una chica de 16 años, aunque pueda ser madre, no contará con las herramientas emocionales y económicas para asumir esta responsabilidad. Por el contrario, una mujer mayor de 25 años tiene más posibilidades de otorgarle lo que la anterior no puede; sin embargo, esto está sujeto al interés, responsabilidad, valores y principios de cada mujer.

Recalcamos el papel de la mujer en la crianza, porque al ser quien da a luz, es sobre quien más recaen responsabilidades en la salud física y mental del hijo y de ella misma.

Embarazo a temprana edad y consecuencias en la salud mental y física de madre e hijo

Según los especialistas, entre más joven es una mujer, más riesgos hay de que el bebé y ella tengan problemas de salud. En este caso, las madres adolescentes tienen mayor riesgo de sufrir eclampsia, endometritis puerperal e infecciones sistémicas. Además, los bebés estas madres tienen un mayor riesgo de padecer bajo peso al nacer, nacimiento prematuro y afección neonatal grave

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Ahora bien, un estudio del 2019 publicado en Nature’s Scientific Reports y llevado a cabo en la Universidad del Sur de Australia, concluyó que las madres menores de 20 años tienen más probabilidades de tener un hijo con trastorno por déficit de atención (TDAH).

¿Qué es el TDAH?

Es un trastorno del neurodesarrollo que afecta la capacidad de una persona para tener el autocontrol apropiado basado en su edad.

El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), explica que no hay un único examen para diagnosticar el TDAH. El problema radica en que el trastorno por déficit de atención viene acompañado de otras enfermedades. Estas pueden ser ansiedad, depresión y algunos tipos de trastornos del aprendizaje, entre otros.

Un niño que padece TDAH presenta un comportamiento hiperactivo, falta de atención e impulsividad. Es por esta razón que al niño se le hace difícil rendir en la escuela tanto académica como en comportamiento.

Para las madres y maestros es un reto contener a los niños con TDAH. Para lograr que ellos disfruten de cierto bienestar, deben tener un diagnóstico y el tratamiento que les ayude a lidiar con sus dificultades.

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Profundizando en el estudio

El equipo de investigadores utilizó datos genéticos de 220.685 mujeres del UK Biobank. Estos datos fueron sometidos a análisis de las correlaciones genéticas entre cinco rasgos reproductivos femeninos:

1 La edad al primer nacimiento.

2 La edad a la hora de mantener la primera relación sexual.

3 La edad de la primera menstruación.

4 La edad de la menopausia

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5 El número de nacimientos vivos.

La psiquiatra Alicia Lischinsky, señaló: “Hace muchos años se comprobó que los trastornos de déficit de atención tienen una carga genética”. Y añadió: “Lo que vale resaltar de este estudio es que lo que se busca es ver la relación entre la predisposición genética de las madres de tener hijos con TDAH y la edad

¿Cómo pueden las madres jóvenes apoyar a sus hijos con TDAH?

Desde el momento en que un niño recibe este diagnóstico, la madre debe empezar un trabajo mancomunado con especialistas en salud mental. Esto, para ayudar a su hijo a tener una buena adaptación al medio que lo rodea.

El niño deberá tener citas constantes con terapeutas y psiquiatras; incluso su madre deberá asistir a terapia para que pueda lidiar con el peso de la condición de su hijo.

Además, la familia extendida deberá tener algún tipo de “entrenamiento” que les permita ser apoyo para ambos.

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El punto es ofrecer al niño las mejores condiciones de las que pueda disfrutar para garantizarle un buen desarrollo.

Como puedes ver, tener un hijo con una condición mental requiere de entrega sacrificio, paciencia y responsabilidad. Una madre de un niño con TDAH deberá ser fuerte psicológicamente hablando; la razón es que debe afrontar una cantidad increíble de retos diarios.

Si es tu caso y estás viviendo esta situación, no solo procura ayudar a tu hijo; busca apoyo para ti, lo necesitarás para seguir siendo valiente.

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Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.