El duelo en el divorcio existe y debes superarlo: estos 11 consejos te ayudarán a sanar
El divorcio es una muerte de la que puedes renacer más fuerte y siendo mejor persona.
Erika Patricia Otero
Toda pérdida por la que pasa una persona es dolorosa y necesita tiempo para ser sanada y superada. El duelo suele asociarse a la muerte; y de cierta manera un divorcio es una muerte. La realidad es que es una dolorosa muerte de una pareja que un día prometió estar juntos hasta el fin.
Si has experimentado la muerte de un ser querido, entonces, sabrás que el dolor que se siente es profundo y crónico. Es una pena de tal peso que muchas veces es difícil y toma mucha fuerza de voluntad recuperarse.
¿A quién afecta más el divorcio?
No te voy a mentir; el divorcio es asumido de maneras diferentes por las partes. Puede ser que uno lo sufra más que el otro. Ocurre también que ambos pueden verse muy afectados. Para algunos más, el divorcio es un “salvavidas”, una especie de mal necesario; de otra manera la vida hubiera sido insoportable.
Como sea la situación, la persona que sufre más va a experimentar emociones como negación y rabia. Va a sentirse profundamente triste y querrá arreglar la situación, pero finalmente va a aceptarlo. Lo peor puede suceder cuando la persona menos afectada reinicia su vida sentimental con alguien más.
Un aspecto importante respecto al divorcio, es que los hombres lo sufren más profundamente. La razón es que al ser menos inclinados a expresar sus sentimientos, lo sufren en silencio. Esto hace que el proceso de superación sea más lento y fuerte; llegando a tener estallidos de ira o fuertes depresiones.
No te desanimes, hay una forma de superar el divorcio de manera sana. Acá te dejo algunas recomendaciones:
1 Aceptación
Toda situación compleja que vivimos necesita de un punto de cierre y cambio. Este llega cuando se acepta y reconoce que el divorcio es real.
La aceptación y reconocimiento da inicio a la sanación. Sí, se experimenta dolor, pero uno que es sanador porque permite el cierre emocional y psicológico.
2 Paciencia
Se debe ser paciente porque toma tiempo reponerse de este tipo de duelo. Es que viviste determinada cantidad de tiempo con una persona que amabas.
Es normal que de vez en cuando aparezcan recuerdos y emociones que duelen; así que sí, necesitarás desarrollar paciencia para permitirte cerrar el ciclo y sanar el dolor.
3 Tener un círculo de apoyo
Contar con fuentes de apoyo como la familia o amigos te ayuda a desahogarte o distraerte. Lógicamente deben ser personas de confianza, empáticas y amables que toleren bien tu sufrimiento. Además, deben ayudarte a ponerte un alto para que tengas resiliencia y no te ahogues en un mar de amargura.
4 Cuidado personal
Cuando las personas están deprimidas empiezan a descuidarse. Dejan de comer o comen en exceso; también, pueden volverse desaseados y descuidados con su aspecto físico.
Algo que sucede con frecuencia es que la persona busca escapar de su realidad refugiándose en el alcohol o psicoactivos.
Bajo ninguna circunstancia puedes permitirte caer en eso porque es empeorar tu situación. Duerme lo que tengas que dormir, come lo que te pida tu cuerpo. Añádele ir al gimnasio o hacer ejercicios en casa. No permitas que el dolor y la desidia se apoderen de tu vida.
5 Reconoce lo que sientes
Reconocer lo que sientes es aprender a sentirte cómodo con tu dolor, rabia amargura o lo que sea que sientas. Es nada más y nada menos que intelectualizar tus emociones: ponerle nombres. Saber y aceptar cuándo sientes rabia y procesarla. Esto hace que te familiarices con tu condición humana y que poco a poco esas emociones vayan sanando.
6 Identifica que hay más allá de la rabia
No es secreto que muchas veces sentimo rabia , pero que algo que puede provocarla es el dolor o la tristeza. Por esto, saber si tu rabia es resultado de la tristeza te permitirá resolverla y saber enfrentarla.
7 Tiempo y lugar para sufrir
El dolor y la tristeza por el duelo del divorcio puede y va a asaltarte en los lugares más inesperados. Si esto sucede, reconoce qué es lo que sientes y hazte la promesa de darle cara en otro momento. Ahora, cuando llegue ese momento date la oportunidad de sentirte triste o molesto, 30 minutos o lo que necesites. Esos momentos serán tu “lugar seguro” para sentir y reconocer tus emociones.
8 No ocultes lo que sientes a tus seres amados
Cuando se vive un divorcio, las personas se ven tentadas a negar sus sentimientos especialmente a sus hijos; no lo hagas.
Si vives con tus hijos o los ves cada tanto, es posible que te asalte el dolor frente a ellos. Como es de esperarse, te van a preguntar el motivo de tus lágrimas. No te limites, habla con ellos sobre lo que sientes. No te atrevas a hablar mal de tu expareja. Recuerda que es su progenitor y eso es solo ponerlos en tu contra y sembrar rencor o dolor; tus hijos no merecen eso.
Ellos siguen siendo hijos de ambos y deben estar lejos de sus problemas, pero no desconocer tu sufrimiento.
9 No culpes, perdona
Perdonar no es un favor que le haces a tu expareja para volver a dejarlo entrar a tu vida; que eso quede claro. Perdonar es un acto de amor contigo que te ayuda a sanar y a no vivir en el rencor.
Culpar al otro o culparse por lo ocurrido no tiene sentido, eso es solo re victimizarse; no necesitas ni mereces eso.
Cuando perdonas y te perdonas, el proceso de sanación es rápido y efectivo.
10 Planea tu futuro
El divorcio es un cierre como muchos de los que ocurren en la vida. Luego de un cierre empieza otro capítulo en la vida y tienes derecho a planear uno brillante.
Cuando enfocas tu atención en tu futuro y planes probables, desvías tu atención del dolor y te enfocas en algo productivo: tus metas y sueños.
11 Date una oportunidad en el amor, pero en el momento justo
No ganas nada con intentar sanar el dolor del divorcio buscando una pareja tras otra; eso es empeorar el mal. Primero encárgate de sanar para que a una probable pareja no la cargues con la amargura de la separación. Tu nueva relación merece ser sana, estable y próspera.
Cerrar sanamente un ciclo doloroso te deja grandes enseñanzas y te hace mejor ser humano. Recuerda que el amor de verdad debe empezar por ti.