El personaje de Mr. Magoo era un ancianito miope. Ahora nos comparte lecciones de felicidad
Mr. Magoo jamás se amarga ante las desventuras sino que mantiene su optimismo. No hay recetas para alcanzar la felicidad pero hay caminos para recorrerla.
Marta Martínez Aguirre
“Si tu barco no viene a salvarte, nada hacia él para encontrarlo.” (Jonathan Winters)
La vida no es una siesta en alta mar.
Mr. Quincy Magoo nació en 1949 de la mano de su creador John Hubley, un dibujante de United Productions of America. Mr. Magoo era el protagonista secundario de un corto animado, donde un oso era la estrella. Sin embargo, su papel fue tan bien acogido por el público que la productora decidió que él fuera el protagonista.
Quizás ya lo tengas en mente, te estoy hablando de ese personaje calvo, bajito y muy miope. La clave de su éxito está en que a pesar de la gran dificultad de no ver casi nada y confundir semáforos con policías, él siempre sale airoso. Mr. Magoo jamás se amarga ante las desventuras sino que mantiene su optimismo, y vive su lema: “Sobrevivir a los desastres con una sonrisa y siempre con buena onda”.
El barco de la felicidad no se detiene. Si no sabes nadar, toma el flotador de patito de tus niños y lucha. Aquí algunas cosas que aprendemos de Mr. Magoo:
No lo tomes personal
Sospecho que a veces te dices “No voy a lograrlo”, “No tengo éxito”, “No puedo ser feliz”. Siempre que pones afuera de ti mismo el motivo de tu infelicidad te estás convenciendo que la responsabilidad es ajena. Asumir la responsabilidad es saber que hay cosas que puedes mejorar. Cuando empiezas a decir “Yo puedo mejorar el vínculo con mi hijo”, tienes el boleto de la felicidad comprado. Junto con ese “Yo”, viene de la mano una sensación interna que te hace decir “A mí me pasan cosas con esta lejanía de mi hijo”. Entonces esa voz interior te muestra el camino. En vez de dejar que otra tarde pase lejos de él, tomas el abrigo, te pones perfume y sales a invitarlo a dar un paseo juntos o comer un trozo de pastel.
Sé persistente
Mr. Magoo no pierde nunca la esperanza, puede ser que su miopía lo ponga en aprietos, pero él no se detiene. Al mejor estilo Magoo, mira el obstáculo no como algo que está ahí para detenerte sino para darte la oportunidad de demostrar cuánto deseas algo. El psicólogo Sergio Sinay dice que “la esperanza nos da siempre una tarea, nos permite entrenar nuestros recursos y habilidades, nos ayuda a aprender mientras abrimos nuestro camino”. Hoy estás triste porque una amiga te ha olvidado. ¿Piensas quedarte deshojando margaritas? Busca la agenda, llámala tú y dile “Yo extraño tanto nuestras risas” y abrázate a la esperanza del reencuentro.
No permitas que nada te limite
Mr. Magoo es tremendamente miope, su creador no le dio lentes, ni lo mandó al oculista cirujano, dejó que se valiera por sí mismo, que fuera ciego al temor y disfrutara intensamente la vida. Mr. Magoo no permie que nada le limite o le detenga, porque así es: la esperanza te prepara para tener coraje, es la llave a armarte de valor y enfrentar el océano aún con el flotador del patito. Quizás me digas: “Marta, ya no tengo coraje, estoy cansada”. Sabes, esa es una voz que debes ignorar, porque te priva de probar el valor que tú tienes para lograr cambios. Tú tienes el poder de modificar hábitos, situaciones, entornos. Sólo necesitas usarlo.
Mr Magoo es miope, pero no infeliz, él no se da por vencido. No hay recetas para alcanzar la felicidad pero hay caminos para recorrerla. No dejes que las circunstancias te ahoguen, bracea.
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Marta Martínez Aguirre
Marta Martínez es de Uruguay. Posee una licenciatura en Psicología, y un posgrado en Logoterapia. Ama todo lo que hace y adora servir. Es especialista en atención psicológica domiciliaria. Contacto:
