Ella cumplió 21 años y recibió por última vez en su vida un regalo de su padre. La razón por la que él no le hará más regalos es tan triste como conmovedora

Una tarjeta y unas flores es lo último que recibirá de su padre, pues él ya no le hará más regalos

Fernanda Gonzalez Casafús

La relación de un padre con su hija es simplemente mágica. Quien tiene la dicha de tener una hija sabe que siempre será la niña de papá y que el amor que se genera desde el principio es tan fuerte como maravilloso. Los padres harían lo que fuera por ver felices a sus hijas; y éste padre se las ingenió muy bien.

En su cumpleaños número 21, Bailey tiene sentimientos encontrados: por un lado siente una gran alegría, pero por el otro una profunda tristeza, ya que será la última vez que reciba un regalo de su padre. De acuerdo a Mirror, el padre de la joven murió de cáncer cuando ella tenía 16 años y antes de fallecer dejó encargadas flores y tarjetas por cada año que ella cumpliera hasta llegar a los 21. Por ello, este año será el último que ella reciba este gesto planeado por su padre con tanto amor.

Una última carta de amor

Esta historia la dio a conocer la propia joven cuando publicó en las redes la foto del precioso ramo de flores en un jarrón, y acompañó la misma transcribiendo las últimas palabras de su carta expresadas en la carta.

Bailey escribió en Twitter: “Mi padre falleció cuando yo tenía 16 años de cáncer y antes de morir me pagó las flores para que pudiera recibirlas todos los años en mi cumpleaños.Bueno, éste es mi cumpleaños número 21 y el último que recibiré mis flores. Te extraño mucho papi”. El posteo también es acompañado con una foto de ella de pequeña junto a su padre en la playa, cuando la felicidad irradiaba sus rostros.

La carta dice

Bailey, esta es mi última carta de amor hasta que nos volvamos a ver. No quiero que derrames otra lágrima por mí, niña, porque estoy en un lugar mejor. Eres y siempre serás la joya más preciosa que me dieron. Es tu cumpleaños número 21 y quiero que siempre respetes a tu mamá y a ti misma. Sé feliz y vive la vida al máximo. Todavía estaré contigo a través de cada uno de tus logros; sólo mira a tu alrededor y allí estaré”, había escrito este sensible hombre para agasajar a su hija.

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La tarjeta, expresada de puño y letra, refleja la extremada sensibilidad del hombre en saber la importancia de acompañar a su hija a través de los años aún cuando él no estuviera. La tarjeta, rodeada con unas mariposas de colores me trae a la mente la creencia popular de que cuando una mariposa revolotea a tu alrededor dicen que son las almas de las personas que se fueron y que aún nos acompañan. En este caso, las mariposas vienen muy al caso.

Los comentarios no se hicieron esperar. Muchas personas se hicieron eco de la publicación de Bailey y, además de desearle un muy feliz cumpleaños, la alentaron a seguir adelante en un momento tan difícil. Muchas de las personas le hicieron saber que se sentían identificados pues ellos también habían perdido a su padre en la adolescencia.

Cuando la muerte de los padres nos golpea en la adolescencia

La adolescencia es un tiempo de crisis y cambios. Aunque no todos hemos atravesado la adolescencia de la misma forma, la mayoría de las personas cuando nos encontramos en esta etapa estamos algo irritables y los cambios anímicos son tan variables como inestables. Es por ello que, la muerte de uno o ambos progenitores en esta etapa puede ser algo bastante traumático.

Perdí a mi padre cuando tenía 23 años. Recuerdo sentir cómo el mundo se desmoronaba a mis pies y recuerdo la sensación fría de desprotección que recorrió mi cuerpo y mi mente durante largo tiempo. Puedo imaginar entonces cuánto más debe afectar la muerte de su padre a un adolescente, quien está en pleno proceso de autoconocimiento y exploración de la vida misma.

Cuando se pierde a uno de los padres durante la infancia o adolescencia el duelo puede acompañar a la persona durante toda su vida. Aún haya madurado y superado el trance, la sensación de profundo dolor nunca termina de irse, pues uno siente que aún quedó demasiado por vivir.

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Ayudar a un adolescente es su duelo es una tarea harto difícil, pero con un buen acompañamiento sicológico, apoyo y contención familiar, se puede salir adelante. Según la Psicóloga Patricia Rodríguez de la fundación Mario Lossantos del Campo, la muerte de los padres o uno de ellos, en los adolescentes, les genera inseguridad y una pérdida en la búsqueda de su autonomía. El silencio y el respeto hacia los sentimientos del adolescente es un arma fundamental para brindarle su espacio en la búsqueda interior, hasta que sus ánimos se apacigüen.

Observarlo de cerca pero respetando sus silencios, así como motivarlos a seguir con su vida diaria y relaciones sociales hará que el adolescente vaya poco a poco volviendo a retomar su vida normal. Asimismo, es fundamental el acompañamiento sicológico, para ayudar a manejar el tránsito de las emociones que se suscitan en el período de duelo.

Disfrutemos de nuestros padres mientras los tengamos, y valoremos el día a día, pues nunca sabremos cuándo nos faltarán. Abrázalos y bésalos más seguido, y agradece a Dios cada día por tenerlos.

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Fernanda Gonzalez Casafús

Fernanda es Licenciada en Periodismo, especialista en Redacción Digital y Community Managment. Editora de contenidos y redactora en Familias.com. Nacida en Argentina y mamá de dos, ama los animales, la danza, la lectura y la vida en familia. Escribir sobre la familia y la maternidad se ha convertido en su pasión.