En el amor a los hijos ¿Cuál es el LÍMITE?

Cuidado con la manera en que amas y cuidas a tus hijos, podrías estar truncándoles la vida.

Erika Otero Romero

Una de las primeras relaciones que todo ser humano establece es con su madre; es más, me atrevería a decir que en la mayoría de los casos son las madres las que más influyen en la educación en sus hijos. En pocas palabras, el que una persona sea equilibrada y mentalmente sana depende en mucho de la influencia materna. Sin embargo, ¿puede la educación materna ser tóxica?

La respuesta va a sorprenderte pero sí. Lo increíble de todo es que la madre tóxica llega a ese punto debido al gran amor que siente hacia su hijo, lo que le impide ser libre de equivocarse y corregir su camino, ahogando de tal manera su personalidad y carácter hasta hacerlo dependiente, inmaduro e inseguro de sí mismo.

Claro que una madre debe dar amor a sus hijos, el punto es que ese amor debe ser sano y equilibrado, que otorgue libertad y que sea capaz de corregir el camino en el momento adecuado. De nada le sirve a un hijo que su madre viva por él y anule sus intentos de ser él mismo, es acá donde el amor pierde sus facultades altruistas y se vuelve algo por completo egoísta y dañino. Pero ¿cuáles son las características de una madre o tóxica? Hay 3 rasgos relevantes en la personalidad de una madre tóxica:

1. Inseguridad

Por lo general una madre tóxica sufre de baja autoestima y no es autosuficiente, esto hace que vea en su hijo una suerte de cambio de vida y salvación. Es así como siente que debe dedicarse por entero a él controlando cada paso que da, de esa manera cubre su necesidad de autorrealización.

Cuando una madre así ve que su hijo empieza a ser independiente, entra en un estado de ansiedad y teme ser abandonada, es allí donde muestra su capacidad para ser manipuladora de una manera tan sutil que llega a “enredar” a su hijo para que permanezca a su lado generando en él sentimientos de culpa por querer ser independiente.

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2. Es controladora

Al ser controladora con su propia vida va a querer hacer lo mismo con la vida de sus hijos. Ella no puede ver los límites entre una situación de guía sana y otra donde tiene todo bajo la mira pues para ella control es igual a seguridad y a una existencia con ausencia completa de cambios y eso la hace sentir cómoda.

Lo complejo de todo esto es que para ella eso no es malo, ya que lo hace con la intención de que todo lo que tiene que ver con su hijo sea favorable para él. Su pensamiento constante es similar a: “yo solo deseo lo mejor para ti, y por eso trato de evitar que te equivoques”.

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3. Proyecta en sus hijos sus deseos incumplidos

A una madre de este tipo podrás escucharla decir cosas como: “quiero que tengas todo lo que yo no tuve”, “quiero que llegues a ser lo que yo no pude”. No está mal que una madre quiera que su hijo progrese y llegue hasta donde ella no pudo, pero una cosa es apoyarlo en sus ambiciones personales, y otra muy diferente es obligarlo a estudiar o hacer lo que ella no pudo.

4. ¿Cómo enfrentarse a una madre tóxica?

Bien, para empezar se debe ser consciente de la situación. Así la cosa, el paso a seguir es hablar claro acerca de la manera como esa actitud tóxica le hace sentir.

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El siguiente paso, aunque va a ser complejo, es decir “no” y hacer valer sus necesidades, derechos y deseos. Ella tarde o temprano se irá dando cuenta que ya no tiene control porque su hijo no cede a sus deseos y manipulaciones.

Es así como se empieza a poner límites y a dejar clara la posición de cero control. No se trata de que se tenga la intención de hacer daño, pero lo va a causar; el punto importante es que tampoco se desea seguir siendo anulado y manipulado.

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Salir de esa situación no es nada fácil, pero no hay nada que no se logre siendo claro y valiente, poniendo la cara al problema y dándose la oportunidad de luchar para ser feliz.

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.