En el útero los niños sienten más de lo que crees

El embarazo es hermoso, pero tiene sus "contraindicaciones".

Erika Patricia Otero

Mi madre me contó un día que mi hermana nació deprimida. Eso fue lo que el ginecobstetra le dijo a mi madre tras una revisión de la nena recién nacida.

Me cuenta que cuando mi hermana nació, no lloró. No fue porque le faltara oxígeno ni nada de eso. Solo no lloró, nació con sus ojos bien abiertos y despabilada, pero no lloró.

Ese embarazo de mi madre estuvo plagado de problemas, dolor y llanto; eso claramente perjudicó a mi hermana que fue receptora indirecta de todo el sufrimiento de mi madre. Entonces, si te preguntas que si los fetos sienten las emociones de sus madres, la respuesta es sí.

La ciencia al respecto

Por años la ciencia lleva dando un contundente “sí” a esa importante cuestión. Lógicamente, los fetos no comprenden emociones como felicidad o tristeza. Sin embargo, están bombardeados por las hormonas que segrega el cuerpo materno; es así como, si ella se enfrenta a situaciones negativas o positivas, el feto “las sentirá”.

Algo que muchos padres desde hace años atrás ponen en práctica es la estimulación temprana. Exponen a sus hijos nonatos a música, luces y palabras llenas de amor. Sin embargo, es justo a partir de las 32 semanas que el feto se comporta casi como un recién nacido. En esos momentos es más sensible a todo lo que esté expuesto; es más, incluso sueñan.

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Nada de malo hay en estimular a un feto; esto le ayuda mucho a su desarrollo. Pese a eso, los padres ignoran algo mucho más importante: el estado emocional de la mamá.

La conexión entre madre e hijo se establece desde muy temprana la gestación. Esta relación es vital para el neurodesarrollo fetal. La razón es que todo lo que mamá siente, el feto también. Además, toda esta información le llega al feto de la misma manera que su nutrición: a través del cordón umbilical.

Con esto aclarado, las madres no solo deben cuidar su bienestar físico, sino también su salud emocional y mental. Nada gana una embarazada de cuidar su alimentación si trabaja en un lugar que le genera constante problemas. Tampoco gana mucho si vive en un ambiente tóxico para ella y el bebé.

Una investigación de la Universidad de California reveló que situaciones situaciones tóxicas que generan depresión materna, están relacionados con el nacimiento de bebés con bajo peso. Incluso, también se relaciona con problemas de desarrollo infantil.

Mensajes que el feto recibe de mamá en el útero

Los fetos pueden “saber” cuándo su mamá está feliz o triste. Esto se debe a la fuerte descarga hormonal que generan esas emociones en la madre y ellos son receptores.

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Además de esto, cuando la madre se mueve, el útero también. Cuando el feto recibe estimulación con luces de colores o música de diferentes tipos, también los siente. Para un feto de 32 semanas, su mundo, aunque pequeño, es todo un mar de sensaciones.

Es cierto que el bebé no puede leer los gestos maternos, pero la conexión se establece gracias al sistema endocrino. Las hormonas llegan al bebé por la placenta. Es así cómo todo lo que siente mamá, el bebé también lo experimenta.

Es valioso que exista una conexión química y hormonal; sin embargo, esta también tiene sus riesgos, ya que toda la descarga hormonal no es positiva. Es por esto que la madre debe procurar vivir en un ambiente libre de dolor, sufrimiento y estrés.

Cuando mamá padece depresión

Ya se sabe que lo que lo que siente mamá, lo siente el feto; no es difícil concluir que aquellas mujeres que no tratan sus trastornos emocionales, ponen en riesgos a sus hijos.

Una investigación del Instituto de Psicología y Neurociencias del Comportamiento de California arrojó esta información. Cuando los trastornos emocionales no son tratados en el embarazo, hay un riesgo elevado de parto prematuro; incluso, puede haber muerte fetal. .

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Formas de cuidar tu salud emocional si estás embarazada

1 Procura tener siempre tiempo para salir a caminar por un largo periodo de tiempo. Esto no solo te tranquilizará, sino que te ayudará al momento de dar a luz.

2 Come sano, no solo porque tu bebé recibe los nutrientes de lo que comes; sino porque muchos “alimentos” pueden alterar tu sistema endocrino. Frutas y verduras, cárnicos, lácteos y complementos vitamínicos será una fuente de nutrientes para ambos.

3 No te reprimas; si sientes deseos de llorar, hazlo, si quieres dormir, hazlo. No tienes por qué “aparentar que estás feliz” si no lo estás. No hay que romantizar siempre el embarazo. Para algunas mujeres es una batalla hormonal a la que se enfrentan solas a las críticas ajenas.

4 Apóyate en las personas a tu alrededor para desahogar las cargas diarias.

5 Si puedes, acude a un psicólogo. Este puede ayudarte a lidiar con el peso del embarazo, la familia, el trabajo y la relación de pareja.

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No te dejes en último lugar. Si cuidas de tu salud en todos los aspectos, estarás cuidando a tu bebé a corto, mediano y largo plazo.

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Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.