Enseña a tus hijos a proteger su intimidad e integridad
Este artículo contiene información muy valiosa que puede evitar que tu pequeño sea lastimado. La prevención siempre será la mejor solución.
Emma E. Sánchez
Yo soy madre como tú. Madre de tres hijas, para ser exacta. Desde que la primera nació y hasta el día de hoy, en que son adultas, no ha pasado un día en el que junto con mi esposo no pidamos en oración por ellas, por su cuidado y protección.
Imagino que tú, que estás leyendo, eres una madre joven que se esfuerza por criar y cuidar a sus pequeños y que, como yo, tu corazón se hace pequeño cuando tus hijos se van a un campamento escolar o alguna actividad donde no estarás para cuidar de ellos. No te queda otra opción más que confiar en Dios y en lo que les has enseñado. Por eso, escribo este artículo para ti, para que tengas presente estos detalles que a veces omitimos o no consideramos importantes y resultan ser los puntos vulnerables en la armadura que protege a nuestros niños y niñas de corruptores y pervertidos.
Si algo te parece exagerado, está bien, estás en tu derecho: tú eres la madre y no hay nadie mejor que tú para criar y proteger a tus hijos. Pero si algo te llama la atención, no lo dejes pasar y comparte la información con tus amigas, familiares y otras madres como nosotras.
1. Conductas de los niños con adultos
No es correcto que los adultos besen en los labios a los niños
Sí, ya lo sé, muchos lo acostumbran y no tiene nada de malo, me dirá. Pero, ¿en verdad estás de acuerdo en que lo hagan otros adultos con tu hijo, inclusive familiares? ¿Conoces las intenciones de quien los besa o los toca? Cada vez que hay un contacto en partes sensibles, como labios y genitales, sensaciones muy específicas comienzan a despertar y desarrollarse. Besar y ser basado es un placer que puede llevarnos a otras situaciones. Sé cuidadosa y prudente.
De preferencia que los niños no se sienten en el regazo de adultos
Salvo sus padres, es mejor que los niños no se sienten en el regazo de nadie. Nuevamente, no conocemos las intenciones de los que tocan a nuestros hijos y para evitar situaciones incómodas en este mundo tan confuso, es preferible tener líneas de conducta claras. Hay muchas maneras correctas y aceptables de manifestar afecto por los niños, y esto no significa llenarlos de miedo o prejuicios: es cuestión de seguridad. Si lo haces de manera natural como parte de la educación y formación que les das, nada malo sucederá.
Pon atención si tu hijo se siente incómodo al estar con un adulto
O al contario, pon atención si le gusta mucho pasar tiempo con alguien en particular. En el pasado, los niños debían pedir permiso a sus padres antes de aceptar un regalo y esa norma social tenía un trasfondo de seguridad que hoy se ha perdido. No inculques en tus hijos la obediencia ciega ni fomentes que sean complacientes hacia otros adultos, esto es muy peligroso.
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2. Conductas de los niños con otros niños o jovencitos mayores que ellos
Vigila los juegos de los niños
Tristemente, hoy también son niños los que abusan o lastiman a otros niños. Tú no sabes lo que los vecinos están enseñando a sus hijos o las carencias morales y afectivas que los compañeros de escuela tengan, y cómo lo manifiesten. El viejo juego “de la mamá y el papá” o “jugar a la casita”, créelo, se ha transformado en demostraciones de promiscuidad y atención parental fallida.
Revisa los regalos
Te sorprendería ver lo que los niños sacan de sus casas para mostrar y regalar a sus amiguitos: desde pornografía, hasta armas. Revisa las cosas de tus niños de vez en cuando y de tus adolescentes con mayor frecuencia.
No los dejes solos
Si no hay necesidad de ello, no dejes a tus hijos solos o con otros adultos.
3. Lo que tú debes enseñar en casa
Educa en valores claros
Muestra a tus hijos lo que es correcto y lo que no es tolerable en casa. Sobre todo, sé congruente con lo que dices y haces.
Sé muy clara en cuanto a la sexualidad
Enseña a tus hijos cómo lavar sus genitales y quién puede o no tocarlos. Diles con claridad lo que deben hacer y cómo reaccionar si alguien los toca o les hace propuestas inadecuadas. No te desnudes delante de los niños mayores de dos años y sé cuidadosa con la intimidad en pareja y los niños.
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Usa los controles parentales de la televisión e Internet
Que no te tiemble la mano si se trata de prohibir un programa, una canción o una película. No caigas en la trampa de pensar que son inofensivas o que no pasa nada si los niños lo miran una vez.
Escucha a tu hijo
Es muy raro que un niño mienta sobre cosas como que alguien lo molesta o hasta lo lastima. Tu hijo debe saber que tú le crees y que puede confiar siempre en ti.
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Y al final de todo, como te lo dije al principio, confía en lo que le has enseñado a tu hijo porque lo has hecho bien y a conciencia. Luego, deja a tu hijo en manos de Dios, él cuidará de él siempre. La educación y los valores son una armadura que se hace a mano, a medida y en casa. No mandes a tu hijo al mundo sin ella.
Emma E. Sánchez
Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.
