¿Es bueno que los niños tengan tanto tiempo libre? Los expertos lo explican

Averigua el efecto en su felicidad aquí.

Fernanda Gonzalez Casafús

Llegar de la escuela y prepararse para partir nuevamente. Fútbol, danza, maestra particular, teatro o piano. Llegar a casa luego, hacer la tarea, cenar, e ir a dormir. ¿Y jugar? Poco tiempo para jugar. Ésta es la realidad de muchos niños de hoy.

Tuve la suerte de criarme en un barrio tranquilo, en una calle pacífica, donde los niños de la zona salían a la acera a jugar, mientras las madres salían a barrer o a conversar con los vecinos. En mi época no todos los niños tenían actividades extra, y si no ibas a danza, teatro o fútbol, no pasaba nada. Lo divertido era llegar a casa y encontrar a los vecinos para salir a jugar.

El ocio de la felicidad

Mi hija más grande va a Ballet dos veces a la semana. También quería aprender patín, pero luego de conversar con ella, le dije que lo mejor era que sólo haga una actividad. Creo que no hay nada más inspirador y motivador que el ocio. Sí, el famoso “ocio creador”.

No estoy de acuerdo en que los niños se la pasen en su casa, mirando televisión o en su computadora, pero todo tiene un equilibrio. Llenar la agenda de tu hijo con actividades no lo hará más talentoso o inteligente, sino que lo convertirá probablemente en un niño estresado.

El ocio hace que los niños tengan tiempo para pensar, crear, imaginar y armar su propio mundo. El ocio es necesario e inspirador. Y si no me crees, observa a tu hijo minutos después de decirte “estoy aburrido”. Esconde el móvil la tableta, y apaga el wi fi. Y pronto verás la magia.

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Lo dicen los expertos

Michael Hynes, supervisor de escuelas primarias en Nueva York, explica que debido a su profesión, ha visto a lo largo de los últimos años, cada vez más niños ansiosos y deprimidos, que cualquier otra generación anterior.

Para el profesional, los trastornos de ansiedad y la depresión en estos niños tienen que ver mayormente con la falta de juego libre en los niños, y en el poco tiempo que disponen para desarrollar su ocio creador.

De acuerdo a Peter Gray, experto en evolución infantil y autor del libro “Libre para aprender”, los niños deben ser libres para explorar y deben tener tiempo para poder desentramar lo que van descubriendo a su paso. Así lo expresa el experto: “la libertad de los niños para jugar y explorar por su cuenta, independientemente de la orientación de los adultos, ha disminuido considerablemente en las últimas décadas. El juego libre y la exploración son, históricamente, los medios por los cuales los niños aprenden a resolver sus propios problemas, controlan sus propias vidas, desarrollan sus propios intereses y se vuelven competentes en la búsqueda de sus propios intereses “.

Más actividades, menos tiempo para pensar

Es cierto que la infancia es el momento más fructífero para desarrollar las habilidades de cualquier tipo. Es cierto también que los niños deben aprovechar su tiempo para aprender cosas nuevas y todo aquello que lo nutra tanto intelectual como físicamente.

Pero también es cierto que la infancia es el momento donde la curiosidad con la que venimos al mundo necesita ser satisfecha. Y la mejor manera de que los niños experimenten por sí mismos la exploración, el descubrimiento de las cosas y sus propias vivencias, es darle tiempo de ocio.

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La diferencia entre juego libre y juego estructurado

El autor mencionado anteriormente hace una diferencia entre juego libre y juego estructurado, que es digna de tener en cuenta. Por ejemplo, cuando tu hijo va a practicar un deporte 3 veces a la semana y las otras 2 veces va a teatro, o a cualquier otra actividad, en todas ellas las pasa bien. Sin embargo, hay una estructura que debe seguir y cumplir. ¿En qué momento desarrolla su naturaleza creadora por sí mismo?

El juego no es una pérdida de tiempo. Y si no, observa a los niños pequeños. Ellos viven su vida jugando, literalmente. De la noche a la mañana. Sus cerebros hacen sinapsis y su conocimiento avanza a pasos agigantados cuando colocas un par de cartones en el piso, unos crayones o unos bloques. En poco tiempo tendrás lista una nave espacial o cualquier cosa que puedas imaginar.

Es bueno que los niños hagan actividades extra curriculares, pero todo extremo es nocivo. Y es un hecho que los niños necesitan tiempo para jugar. Mientras más juegan, más felices serán, más fortalecen su autoestima, y más habilidades sociales adquieren para su futuro.

Que tu hijo juegue cada vez más

Detente a pensar. ¿Recuerdas cuánto te gustaba jugar a ese juego con tus amigos? Las escondidas, los juegos de rol, los disfraces, o simplemente a tirar canicas sobre la tierra. Ahora observa a tu hijo. ¿Tiene las mismas posibilidades? Si la respuesta es negativa, puedes hacer algo al respecto.

No intervengas

Deja que juegue libre y no dirijas el juego. Deja que él te lleve por su mundo de imaginación. Si te pasa un teléfono de cartón, atiende ese llamado por favor. Si de momento es el capitán América pero pronto se convierte en un gran tiburón, allí estarás en el medio del mar. Deja que vuele con su imaginación, y cuando te invite a jugar, sigue su ritmo.

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Salgan a la naturaleza

Juntar ramitas, explorar la tierra, regar las plantas, trepar los árboles. El contacto con la naturaleza es sumamente beneficioso para tu hijo. Apaguen los dispositivos por un tiempo y salgan al aire libre. Tiende una manta en el piso e improvisa un picnic, será una experiencia inolvidable para ambos.

Invita a sus amigos a casa

Hoy muchos chicos se comunican a través de las redes sociales y los chats. No pierdas la costumbre de invitar a casa a los amigos de tus hijos, pues no hay nada que pueda suplantar una conversación cara a cara. Jugar en una sala de juegos online no será lo mismo que jugar con los autos en vivo y en directo. Estimula a tu hijo para que ello suceda.

Deja que el ocio fluya

No es una mala palabra. El ocio es salud para el desarrollo infantil. Conservando el equilibrio entre responsabilidades y tiempo libre, tu hijo podrá aprovechar al máximo su tiempo y descubrir todo el mundo de magia y colores que existe a su alrededor. Su curiosidad jamás descansará, así como su sed de conocimiento. Tu hijo te lo agradecerá en un futuro.

 

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Fernanda Gonzalez Casafús

Fernanda es Licenciada en Periodismo, especialista en Redacción Digital y Community Managment. Editora de contenidos y redactora en Familias.com. Nacida en Argentina y mamá de dos, ama los animales, la danza, la lectura y la vida en familia. Escribir sobre la familia y la maternidad se ha convertido en su pasión.