¿Es hora de abandonar el nido? 5 cosas a considerar antes de hacerlo

Para el hombre, como para el pájaro, el mundo ofrece muchos sitios donde posarse, pero nidos solamente uno: su casa. Oliver Wendell Holmes

Yordy Giraldo

Si hay una decisión en nuestra vida que nos marca, que evidencia que hemos crecido y podemos llamarnos a nosotros mismos “adultos”, es la decisión de irnos a vivir solos, de iniciar por nuestra cuenta nuestro camino.

En ocasiones, esta decisión es impuesta. En otras, simplemente descubrimos que es el momento de alzar el vuelo, porque es necesario para llegar a donde deseamos. Unas veces es una noticia que la familia espera con orgullo y agrado, y en otras lo hacemos en contra de la voluntad de todos. De cualquier manera, una cosa es segura: ya nada volverá a ser igual.

Sin embargo, mudarse de la casa paterna no es tan simple como poner tus cosas en una caja y cerrar la puerta tras de ti. Existe una serie de aspectos que debes cuidar antes de abandonar el nido:

1. Debes tener un ingreso fijo

Esto quiere decir que, primero que nada, debes contar con un trabajo, con cierta estabilidad. Si es una decisión planeada, lo más recomendable es que cuentes con algo de dinero ahorrado y que no lo toques, salvo una verdadera emergencia. También te recomiendo hacer una lista de tus compromisos financieros, así sabrás con cuánto dinero dispones y la cantidad indispensable para manejar tus necesidades básicas, y aquellas que no lo son tanto.

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2. Sé realista al buscar tu nuevo hogar

Muchas veces nos dejamos cegar por las apariencias, pero si escoges un lugar al límite de tus posibilidades, el menor contratiempo puede hacer que todo vaya mal. Lo ideal es encontrar algo con las tres B: bueno, bonito y barato. Sin embargo, no siempre tenemos tanta suerte, así que prioriza la ubicación. Recuerda que ya no tendrás a mami y papi para que te cuiden, así que lo mejor es vivir en una zona que sea segura, aunque tengas que sacrificar el espacio.

3. Sé cuidadoso

Revisa bien las condiciones en las que recibes la vivienda. Recuerda que una vez dentro, lo que pase será responsabilidad tuya. De preferencia, toma fotos o vídeo de todo. Lee bien el contrato: uno nunca sabe lo que dicen las letras chiquitas hasta que se ha puesto los lentes y ha leído y releído con atención.

4. Busca ayuda para mudarte

Cada centavo que puedas ahorra, lo vas a agradecer. Lo que menos necesitas es empezar tu nueva vida abrumado por las deudas, así que piensa en esto cada vez que te resulte fácil gastar en algo que realmente no necesitas, o que puedes obtener a mejor precio. Por lo mismo, no pierdas la cabeza amueblando tu nuevo hogar. Recuerda que estás empezando. Mejor compra artículos de segunda mano y, si te regalan algo, acéptalo sin titubear. Hazte fan de las ventas de garaje.

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5. Apóyate en familiares y amigos

Ya sea para lavar tu ropa o porque de plano no cuentas con los electrodomésticos básicos, considera la posibilidad de que algún familiar te ayude. Siempre es mejor si lo haces con un módico precio de por medio. Recuerda que nadie tiene porque servirte gratis, no son tus esclavos. Aunque, si puedes hacerlo tú, ¡qué mejor!

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Como verás, mudarte no se trata solo de tener tu propia casa y hacer lo que se te venga en gana. De hecho, implica mucho más esfuerzo, tiempo y responsabilidad de lo que puedes imaginarte. No lo subestimes, no tomes decisiones a la ligera, no te esperes al último minuto pero, sobre todo, ¡no dejes de disfrutarlo!

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Yordy Giraldo

Yordanka Pérez Giraldo, Cubana de nacimiento, mexicana por elección.