¿Es normal que mi niño sea tan apegado a mí? 4 rasgos para descubrirlo

La autonomía de un niño no es algo que se resuelve de un momento a otro. Descubre en este artículo si es normal que tu niño sea tan apegado a ti.

Fernanda Gonzalez Casafús

La autonomía de un niño no es algo que se resuelve de un momento a otro. Es un proceso paulatino y acompañado de diversos factores que mutan a través del tiempo. Muchos padres se sienten ansiosos por que su hijo logre cierta autonomía. Descubre en este artículo si es normal que tu niño sea tan apegado a ti.

Algunos padres se quejan de que su bebé no va con nadie de la familia y que sólo se siente seguro en brazos de su madre. También es normal ver algunos niños que no quieren dormir solos o que les cuesta entrar en confianza en un ambiente desconocido. Tranquilos, es completamente natural. Vivimos en una sociedad desapegada donde no se respetan los tiempos de los niños y se apura su desarrollo emocional.

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La teoría del apego es aquella que describe la dinámica de las relaciones entre los seres humanos. Su principio más importante declara que un recién nacido necesita desarrollar una relación con un cuidador principal para que su desarrollo social y emocional se produzca con normalidad.

En los seres humanos esto lleva meses e incluso años. Hay muchos factores preponderantes en la autonomía del niño, pero sin dudas la composición de su personalidad, la genética, la forma de crianza y el propio entorno, determinarán una sana autonomía, que para ser sana deberá ser progresiva y respetuosa de sus tiempos naturales.

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Algunos de estos rasgos te ayudarán a identificar cuán normal es que tu hijo sea apegado a ti:

1. No quiere ir con nadie

Hasta los 2 años de edad, aproximadamente, es normal que un niño sienta un apego con sus cuidadores, más precisamente con su madre y su padre. Ellos son la base de su existencia; mamá y papá son su base sólida y a través de la cual erigirán su propia personalidad.

Forzarlos a ir con alguien que ellos no quieren, los desmerece y los hace sentir inseguros. La propia seguridad del niño es algo que se logra con el tiempo y se enfatiza con la madurez. Si tienes un bebé de menos de 1 año y esperas que vaya de brazo en brazo con todos no te asombres si de buenas a primeras rompe a llorar. Aprovecha y disfruta de este momento con tu bebé o tu niño; para él eres su mundo.

2. En las reuniones sociales se muestra callado y tímido

Hay niños más introvertidos que otros. Y eso también es normal y no hay nada de malo con ello. Mientras más forces a un niño introvertido a que socialice y se muestre afable y simpático, más se retrotraerá.

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3. Se angustia al separarse de mamá o papá

Un niño menor de 2 años no maneja los límites del tiempo. Para él 15 minutos pueden ser dos horas, y si ve que te vas o ya no estás no tiene la capacidad cognitiva para comprender que regresaras pronto; para él simplemente no estás. No te enfades, no lo retes ni dejes que otros le digan que “tiene mamitis”. La angustia de separación comienza aproximadamente al octavo mes de vida y continúa por un largo tiempo más.

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4. No quiere dormir en su cuarto

Ciertamente, dormir en compañía es un rasgo en algunas manadas mamíferas. Los seres humanos poseemos el raciocinio y el valor de la cultura que nos guía nuestro proceder antropológico, por lo que conforme el niño va creciendo ya pensamos en ponerlo en su propio cuarto.

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Sin embargo, para muchas familias esto representa un sinfín de despertares nocturnos. Si tu hijo viene de puntillas a mitad de la noche y se escurre dentro de la cama de mamá y papá, están ante un acto completamente normal. Está en cada familia poseer las herramientas para ayudar al niño a transitar ese gran cambio que representa dormir solito en su cuarto. A no desesperarse, porque nadie duerme en la cama de sus padres hasta los 20 años. Y unos mimos en la cama de mamá y papá antes de ir a su cuarto infantil, nunca vienen mal.

Decir que queremos niños independientes antes de tiempo es como querer arrancar una fruta sin madurar de un árbol. Para crecer sanos y seguros emocionalmente debemos estar allí presentes como padres y brindarles ese apoyo incondicional que derivará en una autonomía plena y madura.

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Fernanda Gonzalez Casafús

Fernanda es Licenciada en Periodismo, especialista en Redacción Digital y Community Managment. Editora de contenidos y redactora en Familias.com. Nacida en Argentina y mamá de dos, ama los animales, la danza, la lectura y la vida en familia. Escribir sobre la familia y la maternidad se ha convertido en su pasión.