¿Es tu líder religioso un tirano?

El abuso espiritual comienza con una simple palabra: "Debería"

Marta Martínez Aguirre

Hace mucho tiempo se me acercó una jovencita que llegó a consulta llorando porque su líder espiritual le había prohibido que estudiara guitarra; el motivo era que en su iglesia ¡sólo había piano! Años más tarde la encontré y me contó que siguió estudiando a escondidas pero la culpa era tan grande que empezó a desarrollar síntomas de pánico. Con el paso del tiempo se fue recobrando y tomó fuerzas para decirle a su líder que ella con ese instrumento también estaba dando testimonio de su fe, ya que en los cumpleaños de familiares y reuniones estudiantiles, ella entonaba canciones espirituales que aún los más ateos pedían escuchar.

Últimamente en todas las religiones del mundo se están llenando los púlpitos de líderes espirituales cuyas enseñanzas se basan en una lista de “deberías”, las cuales impiden que los creyentes tengan un encuentro espiritual con Dios. Estos son los lobos con piel de cordero de los que habló Jesús.

El abuso espiritual puede ocurrir en las mejores iglesias, y sucede cuando una persona con autoridad religiosa maltrata a otra persona en nombre de Dios, de la iglesia o de un movimiento religioso. El abuso espiritual suele hacer referencia a un abusador que utiliza su autoridad religiosa o rango como ventaja sobre el abusado, poniendo a la víctima en un estado de obediencia total e incuestionable a la autoridad.

Algo que yo recomiendo a quienes me consultan con respecto a estos temas es contar el número de “deberías” que escuchan en un mensaje dominical.

  1. “Debería servir más” (y tu llevas dando de ti cada día y cada semana, ya ni recuerdas la última vez que viste a tu hija menor sonreír).

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  2. “Debería ofrendar más” (miras tus zapatos y sabes que no puedes comprarte otro par hasta dentro de dos meses, una vez que hayas terminado de pagar el campamento de tus hijos).

  3. “Debería ser humilde” (eso quiere decir que no vayas a la universidad, ni te formes porque el líder apenas tiene la escuela terminada y no quiere que nadie le supere). “Debería” es una mala palabra a nivel espiritual. Es un tirano que se instala fuertemente en tu psiquismo, genera culpa, dolor y te daña moralmente. Una fe que es sana y te edifica te lleva a realizarte como persona; te libera de culpas y te arraiga en el deseo de servir porque amas a tu prójimo, no porque temes las represalias de tu líder y peor aún, te intimidan con la imagen de un Dios sediento de venganza por no ser una mujer u hombre de fe, tal como el sistema te pide.

  4. Culpa versus libertad. El apóstol Pablo entendía muy bien lo que era venir de una vida religiosa tirana, él había sido fariseo, pero luego obtuvo libertad al dejar que Dios entrara en su vida. En 2ª.Corintios 3:17 dice, “Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad”. Una fe verdadera es aquella que te da libertad para tener tu tiempo personal, dedicarte a tu familia, tomar un descanso y servir por amor y deseo. Cuando se te culpa, se te agrede y se te priva de tener una experiencia espiritual profunda, cimentada en el descubrimiento de una vivencia personal con Dios, no con ritos, reglas y deberías llenos de culpa.

  5. Tiempo para crecer como persona. Es un derecho personal en el que glorificas a Dios cuando te desarrollas en un nuevo aprendizaje y creces como persona. Cuanto más formada estés más capacitada estarás para servir a tu prójimo con tus dones y talentos. La humildad nada tiene que ver con apagar los dones y sepultar los talentos personales. Una vida basada en el legalismo de una religión no crece. Una vida basada en una espiritualidad sana se desarrolla y extiende sus estacas, “no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas” dice Isaías 54:2, ese es un gran desafío; atreverse a soñar, arriesgarse y no conformarse, sino ir por más.

  6. Tienes derecho a ser tú misma. Esto significa que sea quien sea tu líder tú tienes el derecho a ser tal como eres, porque si eres como otra persona eres un clon o te transformas en un robot. Así que cuando te digan, “deberías ser tan espiritual como tu maestra de escuela dominical”, o “deberías ser más como la hermana Fulana”, trata de ignorar esa invitación a tener un trastorno de personalidad y concéntrate en ser tú. Dios te ama tal como eres, con tu fe incipiente que con el paso del tiempo y diferentes experiencias espirituales, irás creciendo y convirtiéndote en una gran mujer de fe.

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  7. Cuida lo que Dios te regaló. Cuando te dicen, “deberías servir más aquí adentro”, te están diciendo que olvides el derecho a cuidar los regalos que Dios te ha dado, tales como tu familia, tu matrimonio, tu trabajo y tus estudios. Dedica tiempo a servir, pero sin descuidar esas áreas que son un don de Dios.

No dejes que tu luz se apague ante la oscuridad del “deberías”, el abuso espiritual comienza con esa simple palabra. Un camino verdaderamente espiritual comienza con liberarse de las órdenes dañinas y opta por dejar huella en caminos realizados por elección y por amor.

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Marta Martínez Aguirre

Marta Martínez es de Uruguay. Posee una licenciatura en Psicología, y un posgrado en Logoterapia. Ama todo lo que hace y adora servir. Es especialista en atención psicológica domiciliaria. Contacto: