Esta es la razón por la cual hoy hay más niños obesos que ayer

Te guste o no, eres el responsable de la manera cómo se alimenta tu hijo

Erika Otero Romero

Comer es uno de los más grandes placeres de la vida, pero como con todo lo que nos gusta y disfrutamos hacer, podemos llegar a perder el control; por consiguiente, el riesgo de que nos quedemos estancados en un círculo dañino, puede llegar a ser bastante alto.

Tengo un amigo muy cercano que en próximos días será sometido a una operación de Bypass gástrico. Cuando lo conocí hace 19 años, era un chico delgado y activo con un porvenir prospero; ahora, su vida está en riesgo por sus malos hábitos alimenticios derivados de la ansiedad y la monotonía.

A todos nos puede ocurrir: una temporada de vida sedentaria, un trabajo que te obligue a estar sentado mucho tiempo, un problema del que no encuentras salida, poco o ningún momento para ejercitarse o hacer de comer sano; y terminarás dependiendo de la comida rápida. Hay aquí tienes  la receta para ganar unos kilos de más hasta ser dueño de una terrible obesidad.

¿Desde cuándo se comienza a adquirir sanos hábitos alimenticios?

Según los expertos, los hábitos de la buena alimentación se aprenden en casa y desde que somos unos niños. De cómo nos eduquen al respecto nuestros padres, depende la manera como nos alimentemos y cuidemos de adultos.

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Pero estás equivocada si piensas que se limita solo a enseñar a los niños a comer de todo un poco. Esa educación incluye la manera correcta de alimentarse e hidratarse, y cómo un niño se debe comportar en la mesa. Todas esas cosas influyen, aunque parezca increíble, en la salud nutricional de los personas a cualquier edad.

La obesidad en los niños

El asunto sobre la obesidad es algo que tiene alertadas a todas las estancias gubernamentales en el mundo. Cada día salen nuevas leyes que ponen impuestos a las bebidas azucaradas para disminuir su consumo; las propagandas de comidas rápidas y las campañas sobre comida sana y ejercitarse se pelean en los medios de comunicación bombardeándonos por todas partes; pero ¿esto realmente está impactando al público correcto?

Para ser franca creo que mucho del sobre peso en los niños es culpa de los padres y no de las cadenas de comidas rápidas o supermercados que venden comidas ya preparadas.

La problemática es mucho más severa de lo que supones. Primero que todo, al igual que mi amigo, muchos niños se refugian en la comida para consolarse de la ausencia de los padres, o los problemas familiares que se presentan al interior de sus hogares; si, aunque te empeñes en negarlo tu hijo se da cuenta de todo lo que ocurre en casa.

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La segunda razón es que los padres recurren a lo más fácil para alimentar a sus familias: las comidas rápidas. ¿Cómo? simple, muchos niños y adolescentes pasan mucho tiempo solos en casa; así, recurren a lo que es más fácil para ellos: agarrar de la alacena o la nevera lo que encuentren para comer, y cuando están sus padres en casa, la solución es pedir a domicilio algo que les evite la molestia de levantarse a cocinar.

El asunto primordial es que los padres se van de casa por horas a trabajar, además de ello no enseñan a sus hijos a comer fruta y verduras ni a tomar suficiente agua; así, omiten por completo horarios adecuados de alimentación y no aprovechan el poco tiempo que están en casa para comer en familia; en su lugar, dejan que los niños coman en su habitación o frente al televisor o el computador, hábitos que aíslan, les vuelven sedentarios y además los engorda.

Cómo revertir la situación

Puede significar sacrificarse un poco como madre o padre, pero la salud alimenticia de tus hijos merece dicho sacrificio. Acá podrás encontrar algunos puntos que te ayudarán a tomar parte en el cuidado y salud de tus hijos

  • Una vida activa

Es suficiente con que hagan el esfuerzo de organizar sus horarios y hacer algún deporte por lo menos 1 hora cada 3 días.

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Cosas como salir a correr en compañía de sus hijos y su mascota, practicar caminata, montar en cicla los fines de semana, dará un cambio a sus vidas.

  • Has de la hora de comer un momento familiar

Deben trabajar ambos, eso lo puedo entender, pero nada les debería quitar el derecho a sus hijos de tenerlos como figuras activas en sus vidas.

Prepara una comida, por sencilla que sea, y coman en familia; este es un buen momento para preguntarles sobre la escuela, sus problemas, sus gustos, mostrar interés en sus vidas (que no son menos importantes que las de ustedes)

  • Enséñales a comer de todo

Desde infantes es importante que les enseñen a comer fruta, verduras y agua. No es necesario que les obliguen, solo dispongan en su plato un menú colorido y deja que coma solo.

En caso que no quiera comer, dile que es lo que tendrá que comer el resto del día, pero que si lo come tendrá un incentivo. No le obligues; dijo mi mamá: “El hambre te hará comer”, es verdad.

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No se trata de restringirle postres o bebidas, es que los coma, pero con calma, sin atiborrarse hasta el hastío. Si optas por obligarle a comer lo que no quiere y esconderle lo que desea, pues lo que vas a generar en el son serios problemas alimenticios, no creo que quieras eso.

  • Evita en lo posible la comida pre—cocida o rápida e incluso los embolsados y enlatados

No compres en tu mercado mensual cosas como helado, papas fritas, carne para hamburguesas y ese tipo de cosas. En su lugar compra fruta y córtala en trozos si tu niño es pequeño, esto para que pueda agarrar y comer, o dispón de manzanas, bananos, peras, papaya y piña cortadas en la nevera para que pique mientras llegas a casa.

Cuidar lo que come tu familia es proteger su futuro y felicidad, no lo olvides nunca.

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.