¿Estás segura de que hoy elegiste bien tu lencería?

Se dice que el 80% de las mujeres no usan un sostén adecuado para ellas. Sigue leyendo y descubre si eres parte de esa cifra.

Aida Rendón Morales

Actualmente, los estereotipos de belleza femenina nos muestran mujeres extremadamente delgadas, usualmente vistiendo lencería “sexy”. Sin embargo, pocas mujeres fuera de las pasarelas y la publicidad poseen los cuerpos que nos muestran las revistas y la televisión. Por tanto, pocas mujeres pueden usar esa lencería, pues ésta no es adecuada para su cuerpo y su actividad diaria.

Elegir correctamente la lencería no es solo un asunto de moda o vanidad, también es importante para la salud: usar un sostén o brassier de diseño, material y talla que no son los adecuados para ti, puede ocasionarte dolores de espalda, cuello y hombros; una mala postura que derive en problemas en la columna e, incluso, daños al delicado tejido de los senos. Además, elegir bien las prendas íntimas que vas a usar define también buena parte de tu imagen, y por ende, de tu autoestima y seguridad. Por todo ello, te presento tres consejos básicos para ayudarte a elegir correctamente tu lencería:

1. Elige la talla correcta

Este es el primer paso, ¡y donde casi todas nos equivocamos! Según un estudio hecho por una famosa compañía que fabrica ropa interior femenina, el 80% de las mujeres no usa la talla correcta de brassier. Como sabes bien, la mayor parte de las marcas que comercializan estas prendas ofrecen tallas compuestas por un número y una letra, que combinados te dan la talla correcta para ti.

La parte numérica de la talla (32, 34, 36, etc.) corresponde a la medida en pulgadas del contorno de tu torso, tomada justo por debajo de la línea del busto. Mídete con una cinta métrica, si marca un número impar, deberás sumarle una pulgada y tendrás tu talla correcta de espalda. Por otra parte, el componente alfabético, la letra, corresponde a la medida de la copa. Ésta se obtiene rodeando nuevamente tu torso, pero ahora a la altura de los pezones. Al medirte, la cinta debe estar justa, pero sin apretar o deformar tus senos. Una vez que obtienes esta medida, también en pulgadas, debes restarle la primera medida. Por ejemplo, si obtuviste 39 pulgadas en la segunda medida, y 36 en la primera, resta 39-36=3. El resultado de esta operación (en el ejemplo, 3) te dará la talla de copa que eres, según esta tabla:

  • De 0.5 a 1, copa A

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  • De 1.5 a 2, copa B

  • De 2.5 a 3, copa C

  • De 3.5 a 4, copa D

  • De 4.5 a 5, copa DD

Y así, sucesivamente. Las marcas más comunes fabrican desde copas A hasta las DDD, pero también existan algunas otras con tallas de copa y espalda mayores. Aunque tengas tus medidas exactas, antes de comprarte un nuevo sostén debes probártelo; muchas veces las tallas varían ligeramente según el modelo y la marca. Recuerda que no debe apretarte en ningún sitio, ni sacarte “gorditos” en alguna parte. Si eliges un modelo con varillas, éstas no deben marcarse en tu piel, alterar la forma de tus senos, lastimarlos o “pellizcarlos”.

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Los estereotipos de belleza femenina dictan que la talla “ideal” es 34 B, y esa es la razón por la cual las afortunadas poseedoras de esa talla casi nunca batallarán para encontrar gran variedad de modelos y colores. Entre más te alejes de esa medida, te resultará un poco más difícil dar con la talla adecuada, pero no te desanimes: cada vez hay más empresas que fabrican gran variedad de tallas, en modelos tan hermosos como eficientes.

2. Cuida los colores

En general, es básico que toda mujer tenga al menos un brassier blanco, uno negro y uno color piel o “nude”. Actualmente hay prendas de una gran variedad de colores y hasta estampados, que son muy juveniles y divertidos. Si eres una mujer menor de 30, puedes darte el lujo de probar con colores atrevidos que combinen con tu ropa; pero si pasas de esa edad, es mejor optar por modelos más sobrios y elegantes, por si acaso en algún momento se ve algo de tu ropa interior en el trajín diario.

En este sentido, algo más: la ropa interior femenina puede ser muy bella, delicada y sensual, pero deja de ser elegante cuando la muestras deliberadamente por la calle. Cuida que el color de tu brassier vaya de acuerdo a tu ropa, de modo que bajo una blusa blanca no resalte un sostén rojo, por ejemplo. Cuando uses ropa exterior negra, lo mejor es usar prendas íntimas de ese color; no así con la ropa exterior blanca: en estos casos, es mejor usar prendas color piel. Pon especial atención a este consejo si usas prendas con transparencias.

3. Modelos de acuerdo a tu cuerpo y tu actividad

Busca aquellos modelos que se adapten a tus necesidades, según tu cuerpo y actividad. Por ejemplo, si tienes un busto generoso, opta por copas completas y tirantes anchos, y huye de los brassieres “push up”; pero si quieres resaltar un busto pequeño, éstos son excelente opción, así como aquellos de media copa. Observa la forma de tus senos y elige los modelos que no los lastimen, marquen o deformen. Si haces ejercicio, invierte en prendas especiales que te dan el soporte necesario para actividades como correr y brincar, así evitarás desgarres y estrías.

Cuida tu cuerpo y recuerda que no hay una talla o forma que sea mejor o más bella que otra. Tu cuerpo es perfecto porque está lleno de vitalidad: se regenera y adapta, puede crear vida y el alimento idóneo para que ésta se mantenga y florezca. Así que no, la talla 34 B no es la ideal. La talla perfecta es la tuya, la mía, la de todas.

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Aida Rendón Morales

Aida Rendón es madre de tres hijos y abuela de tres encantadores nietos. Disfruta de trabajar con niños y jóvenes y dedica parte de su tiempo al servicio y a la historia familiar.