Este es el momento en la vida de tus hijos en el que no puedes fallarle

Si no quieres dañar su autoestima, no le falles.

Fernanda Gonzalez Casafús

Su rostro era el de una niña triste. Allí estaba, de pie, mirando al vacío. Mientras todos nos acercábamos a nuestros padres, ella simplemente se alisaba su cabello y se soplaba una pelusa imaginaria del puño de su campera. Nadie había venido a verla actuar en el acto escolar.

Guardé esta triste imagen en mis recuerdos por mucho tiempo, y siempre me sentí agradecida por el hecho de que siempre alguien de mi familia estaba presente en mis eventos escolares. Y me prometí a mi misma que haría lo mismo con mis hijos

Estar presentes es un regalo

Para muchos padres, asistir a los eventos escolares o deportivos de sus hijos significa hacer un movimiento muy grande en sus agendas. Pero si supieran cuánto afecta a un niño que sus padres no estén presentes, lo harían sin dudar, y sin importarles que le descuenten el día de trabajo.

La cara de mi hija era de inquietud. Pisaba el escenario por primera vez con sus compañeras de ballet y noté que buscaba algo entre el público. Cuando vio agitar mi mano, en primera fila, mientras yo lanzaba al aire un beso volador, su ceño se distendió, y sus labios dieron paso a la sonrisa más linda que puedes imaginar.

Entonces, mi mente trajo el recuerdo de aquella niña triste de mi infancia, y le agradecí a Dios darme la oportunidad de poder acompañar a mis hijos en cada momento, en cada evento, y en cada paso en su crecimiento.

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Nuestra mirada es el sostén de nuestros hijos

“Mami, mira”, dicen los pequeños, “papito, fíjate cómo puedo hacer esto”. Los niños necesitan nuestra aprobación, y ese sostén formará parte de la seguridad y la autoestima con la que vayan creciendo.

Mi madre no puede creer cuando relato una y otra vez una de las memorias más vívidas de mi infancia. Tenía yo apenas 5 años, estaba a punto de comenzar el preescolar. Mi madre me había puesto el uniforme y cuando me vio cómo me quedaba, hizo un gesto especial, muy característico de ella, que aún sigue haciendo cuando algo le agrada. Su aprobación fue clave para mí, que era una niña tímida y algo retraída, y rememoro con cariño cuánto significó haberme apoyado en esa etapa.

El apoyo fortalece su autoestima

Que te pierdas uno o dos eventos escolares en el año no hará que tu hijo te odie ni mucho menos, pues todos tenemos a veces dificultades debido a problemas laborales o familiares. Pero si puedes estar presente en la mayoría de logros de tus hijos, ellos entenderán algo muy claramente: que le importas, y que estás orgulloso de él.

Fomentar la autoestima en los niños, los convertirá en adultos seguros. El tiempo de calidad que pases con tus hijo será fundamental para fortalecer la seguridad en sí mismos y para saber que tú, como padre estarás siempre a su lado, apoyándolo ,celebrando sus triunfos, o dándole aliento en sus fracasos.

Los 6 pilares de la autoestima

Nathaniel Branden, psicólogo y terapeuta, explica en su libro “Los seis pilares de la autoestima” que la autoestima no depende del entorno sino de las propias capacidades personales para desarrollar la confianza en uno mismo.

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Para el experto no se trata de sentirse feliz con lo que los demás piensen de uno, sino de sentirse feliz con los aciertos y yerros de cada uno. Así, cuando a un niño lo alientas a seguir aunque se haya equivocado, o haya hecho mal algo, estarás enseñándole a valorar su esfuerzo y a quererse a sí mismo, por el simple hecho de intentarlo.

Para el autor, existen seis pilares en los que se apoyan una autoestima saludable:

1. Vivir el aquí y el ahora

2. Aceptarse a uno mismo

3.Aceptar y lidiar con las propias responsabilidades

4. Ser coherentes con nuestros valores y pensamientos

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5. Tener una visión en la vida

6. Nunca fallar a los propios valores

Fortalece la autoestima de tus hijos

Para crecer emocionalmente sanos, los niños necesitan sentirse amados. Y esto lo llevas a la práctica de forma sencilla, y cotidianamente, con estos sencillos actos:

– Con la dulzura de tu voz

– Poniendo límites sanos

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– Con tus palabras de aliento

– Asistiendo a sus eventos escolares y deportivos

– Diciéndole cuánto orgullo sientes por ser como es

– Prestando atención a sus morisquetas (y festejándolas)

– Colgando en la pared uno de sus dibujos que te ha hecho

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– Contándole un cuento (aunque no pares de bostezar)

– Preparando su comida favorita

– Escuchando sus miedos, y entendiendo sus frustraciones

– Dejando tu móvil de lado para mirarlo a los ojos mientras te cuenta algo

– Enseñándole responsabilidades, para que sea un adulto de bien

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– Diciéndole cuánto lo amas y cuán importante es en tu vida

Siempre, en primera fila

Allí estarás entonces, en la primera fila. Observando. Atendiendo a sus necesidades. Cultivando su espíritu. Conteniendo las frustraciones, los miedos, el enojo. Alentando a seguir, a ir por más. Perdonando, pidiendo disculpas. Atesorando cada momento vivido.

La vida es una sola. Pide permiso en el trabajo, posterga esa tarea para después. Sal corriendo de allí y ve a alentar al equipo de tu hijo, o a tirar pétalos de rosa luego del número de baile de tu niña.

Pero por nada del mundo te pierdas verlo crecer. Todo lo demás, puede esperar.

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Fernanda Gonzalez Casafús

Fernanda es Licenciada en Periodismo, especialista en Redacción Digital y Community Managment. Editora de contenidos y redactora en Familias.com. Nacida en Argentina y mamá de dos, ama los animales, la danza, la lectura y la vida en familia. Escribir sobre la familia y la maternidad se ha convertido en su pasión.