Esto sucede cuando vistes a tu hija como adulta

Inocencia infantil: Niñas vestidas de adultas.

Adriana Acosta Bujan

La transición de la infancia a la adolescencia es cada vez más acelerada. En la actualidad es muy fácil encontrar revistas, fotografías, y programas de televisión, donde las niñas están maquilladas, peinadas y vestidas adoptando una postura atractiva, y aparentando tener más edad.

Incluso, hasta las famosas muñecas Barbie, Bratz o las princesas de Disney, tienen una determinada estética en relación al cuerpo y vestimenta, sin olvidar los personajes de los videojuegos o caricaturas, a los que exponemos a nuestras hijas pequeñas.

Sin embargo, esa conducta lo podemos atribuir a la etapa donde las niñas juegan imitando roles; por lo común las pequeñas suelen maquillarse, utilizar lápiz labial o gafas, ya que desean ser como sus mamás o parecerse a sus personajes favoritos.

Esto puede ser un juego divertido, pero en algunos casos se puede convertir en una necesidad para las niñas, ya que empiezan a darle mucha importancia a su apariencia física, puesto que son influenciadas por los medios de comunicación o por los padres que les compran maquillaje infantil o vestimenta de moda, solo por adquirir un estatus social.

Consecuencias irreversibles

Los padres somos los responsables de que estos tipos de juegos no se salgan de control, puesto que las consecuencias emocionales y físicas pueden ser graves. Los especialistas llaman a este tipo de conducta como la hipersexualización, que consiste en dar un carácter sexual a un comportamiento. Esto provoca una pérdida de la infancia, ya que los adultos quieren que sus hijas sean más bellas, fomentando la estética.

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Esto puede generar comportamientos de índole sexual prematura, baja autoestima, inseguridad; incluso, trastornos alimenticios, así como frustraciones, ya que los hijos no siempre se se encuentran a gusto con su forma de vestir, pero lo hacen porque buscan cumplir las expectativas de los padres.

Formas inteligentes de revertir las consecuencias

1 Tu opinión es importante

En todas las tiendas departamentales podemos encontrar vestimentas dirigidas a la hipersexualización (es lo que más venden). Sin embargo, como padres podemos influir en la forma de elegir cada vestimenta, seleccionando tres atuendos y dándole a escoger uno a nuestras hijas. Así ellas tendrán la sensación de que su opinión es importante y al mismo tiempo la situación estará controlada.

2 Habla de belleza

Hablar con nuestras hijas de temas relacionados con la belleza o estética, será una herramienta fundamental para ayudarlas a fortalecer su autoestima, seguridad y amor propio. Es importante hacerles comprender que la belleza es cuidar su imagen, pero aceptarse tal como son y no significa ir a la moda o imitar a alguien, puesto que ellas tienen su propia personalidad.

La verdadera belleza no es la física, sino la del alma, la que se encuentra en el interior de una persona; ésta se refleja con las actitudes o conductas y no con una minifalda, blusas con escote etcétera.

3 Disfraces: parte de la infancia

Los padres debemos poner límites y reglas a los hijos en cuanto a la manera de vestir. Con esto me refiero a que es normal que los niños se quieran disfrazar de sus personajes favoritos, lo cual debemos dejar hacer, pero solo en ocasiones especiales como una fiesta, celebración especial o festival, incluso en casa. Así evitar que las niñas quieran ir al colegio o a un otro lugar vestidas como adultas.

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No a las réplicas

Podemos imaginar que vestir a las hijas como una réplica en miniatura de la madre es algo divertido y curioso (muchas madres famosas lo hacen), pero la idea es no excederse en ello. Ya que estarás restando su propia identidad y personalidad, influenciando en sus gustos o preferencias. Dejar elegir a las niñas su propia ropa es importante para su desarrollo porque se sentirán respetadas y valoradas, lo que provoca que adquieran confianza en sí mismas.

5 Elimina acciones confusas

“Tengo que ponerme a dieta”, “Me siento gorda”, “Cuántas calorías tiene tal productos” entre otras, son acciones que haces inconscientemente, pero con las que tu pequeña podrá confundirse. Por ejemplo: ttener el concepto de una vida sana con alimentación saludable y ejercicio, con la idea contraria de tener una obsesión con el físico y la apariencia.

6 Realidad y fantasía

Existen muchos programas de televisión donde las protagonistas están muy sexualizadas, por ello tu pequeña tendrá el deseo de parecerse a ellas. Por lo tanto es importante explicar y enseñar a tu hija que lo que ven en los medios de comunicación no se aplica en la vida real, incluso que si llegara a vestirse de esa misma manera podrá poner su vida en peligro, arriesgando su propia seguridad.

7 Un día será adulta

No hay prisa para correr de una etapa a otra, tu pequeña debe entender que es una niña y que debe disfrutar de serlo, sin necesidad de querer ser una adulta. Motiva a tu hija con juegos adecuados a su edad, con actividades recreativas o intelectuales, con el objetivo de alejarla de las modas falsas.

8 Eres única

Lamentablemente es cierto el dicho “Como te ven te tratan”, sin embargo, es importante enseñar a las niñas que no deben preocuparse por vestirse igual a las demás para ser aceptadas en un grupo social, ya que son únicas y especiales y que no tienen que parecerse a sus amigas.

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Lo importante es que las pequeñas comprendan que la higiene personal es lo que deben cuidar y no una vestimenta.

Para ti mamá

Nadie puede juzgarte si deseas que tu pequeña vista como adulta o que le compres maquillaje infantil, sin embargo, existen muchas consecuencias en cuanto su desarrollo emocional y físico. Por ejemplo: cuando las madres hacen que sus hijas usen tacones, esto puede lastimar la columna y postura ocasionándoles problemas futuros.

Elegir ropa cómoda para cada ocasión, así ellas se sentirán libres de correr y jugar, fortaleciendo su desarrollo.

Trabaja en fortalecer su autoestima, seguridad y confianza, con una correcta idea de lo que es la belleza.

No expongas a tus pequeñas a los medios de comunicación sin tu plena supervisión

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Recuerda que los niños aprenden lo que ven en casa, imitando a sus padres y el mundo que les rodea; por ello, aprende a establecer límites con respecto a la manera de vestir y disfruta con ellos sus elecciones. No olvides ¡Una vez en la vida se es niño!

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Adriana Acosta Bujan

Adriana Acosta estudió comunicación, es madre y abuela, y actualmente se dedica a la enseñanza e investigación a nivel universitario en Puerto Vallarta. Publica sus escritos esperando que ayuden a las personas que leen sus útiles vivencias.