¿Has perdido un hijo? 3 motivos para seguir viviendo con fe y alegría

La muerte de un hijo es el desafío más grande que cualquier madre puede tener. No obstante, el dolor que proviene de esta pérdida puede ser sobrellevado con verdadera fortaleza, si tan solo se elige tener fe y esperanza.

Elizabeth González Torres

Hace algunos años, al enterarme de la muerte de mi abuela, recuerdo que mi primer pensamiento fue: ¡Por fin se reencontrará con sus hijos! ¡Su fiel y paciente espera terminó! Mi abuela —al igual que muchas de mujeres alrededor de todo el mundo— vio morir a cuatro de sus nueve hijos. En diferentes circunstancias y épocas de su vida, ella aprendió a sobrellevar con alegría y determinación la ausencia de esos seres a quienes tanto amaba. Aún ahora, al recordarla, no puedo evitar preguntarme: ¿Cómo es que a pesar de aquel dolor —que estoy segura, nunca dejó de sentir— podía reír y ser feliz?

La muerte de un hijo puede provocar que una madre pierda el sentido de su vida. La agonía puede ser tan profunda que difícilmente ella pueda ver todas aquellas razones (otros hijos, pareja, nietos, amigos, trabajo etc.) que aún tiene para seguir adelante.

Muy a pesar de lo que podamos considerar como natural y justo —que los padres mueran primero que los hijos— la ley de la vida nos enfrenta ante este tipo de contradicciones que difícilmente tienen una explicación que brinde calma. Ciertamente, no hay una respuesta exacta a la pregunta que muchas madres se hacen sobre el porqué de la muerte de sus hijos. Sin embargo, y retomando las palabras de Neil L. Andersen, Maestro en Administración de Negocios, decidir tener fe y alegría en los momentos de mayor sufrimiento y dolor de la vida, es una cuestión de elección.

Si ahora mismo tú has sufrido o estás sufriendo la pérdida de un hijo, comparto contigo tres motivos por los que debes seguir viviendo con fe y alegría, aún después de su partida.

1. Tu familia te necesita

Cuando mi abuela perdió al segundo de sus hijos —un joven de aproximadamente quince años— ella se encontraba embarazada de su última hija mujer. Tenía otras dos niñas pequeñas a las que debía criar, cuatro hijos varones más que guiar y un amoroso esposo que la necesitaba más que nunca. Por ello, pese al sufrimiento que la embargaba, ella decidió seguir adelante. Reconoció que tenía siete motivos y más, para continuar viviendo, trabajando, enseñando y amando.

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Ya sea tu esposo, algún otro hijo, tus padres, hermanos, amigos, etc., siempre hay quienes necesitan de ti. Intenta mirar que detrás de aquella prueba de vida tan difícil, Dios te ha dado muchas razones más para ser feliz, consolarte y continuar. Es evidente que la ausencia de tu hijo siempre estará ahí, no obstante, tendrás la presencia de muchas personas más que te aman y requieren de tu amor y fortaleza.

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2. Te fortalecerás y tendrás un nuevo enfoque de la vida

Después de perder al cuarto de sus hijos, mi abuela se convirtió en una mujer más fuerte y sabia. Supo sobrellevar con verdadera fortaleza —a pesar de su edad avanzada y su enfermedad— la última de sus pérdidas. Bien dicen que las pruebas que logramos superar, suelen hacernos más fuertes, lo cual es verdad. Así que no te rindas, descubre cuáles son las cosas que debes aprender de todo aquello. Examínate a ti misma y la vida que has tenido, trata de comprender cuáles son los aspectos que a partir de ahora puedes mejorar y cambiar. Una pérdida como esta, puede regalarte una nueva forma de ver la vida y enfrentar los retos, si así te lo propones.

3. Algún día se reencontrarán

Independientemente de que los demás lo consideren posible o no, si tú eliges creer que algún día volverás a ver a tu hijo, eso seguramente sucederá. Tener la certeza de que su partida ha sido solo un “hasta luego” entre ustedes, te hará sentir mayor paz y tranquilidad. Saber que se reencontrarán en el futuro, será un motivo más para vivir con verdadera fe y alegría.

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Finalmente, recuerda que la elección de tener esperanza aun cuando el panorama luzca desolador, es completamente tuya. Eres tú quien decidirá si continuas o te detienes. En ti está el poder de hacer que esta prueba de vida, se convierta en una experiencia fortalecedora para toda tu familia.

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Elizabeth González Torres

Es abogada egresada de la Universidad Autónoma Metropolitana. Actualmente estudia una licenciatura en Creación Literaria en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Considera que el mayor tesoro que tiene en la vida es su familia.