Hechos que se callan por vergüenza: la violencia hacia los varones

¿Creerías si te dijera que hay millones de hombres que reciben un trato violento, abuso y hasta han sido víctimas de ataque sexual? A la mujer no se le pega ni con el pétalo de una rosa. A los hombres tampoco.

Rafael Vázquez

Mucho tiempo le ha costado a la humanidad convencer a las mujeres de alzar la mano para denunciar el maltrato, abuso o cualquier tipo de violencia de la que son objeto todos los días. Es verdad que hay muchos casos sobre los cuales nadie sabe nada, porque aún las mujeres tienen miedo a la represalia, al estigma social y al desamparo; pero debemos admitir que los valores de la sociedad han cambiado y ahora la mujer maltratada que denuncia es vista como una víctima y, al mismo tiempo, como una heroína en muchas situaciones. Hoy necesitamos un cambio similar, pero a favor de los hombres.

¿Creerías si te dijera que hay millones de hombres que reciben un trato violento, de abuso y hasta han sido víctimas de ataque sexual? Pues los hay. Y el dato más escalofriante es el siguiente: en todos los casos documentados el maltrato proviene del cónyuge o la novia.

Por ejemplo, en México, según información del DIF (la dependencia gubernamental de asistencia social dedicada a velar por el desarrollo de las familias) en 2004, solo el 2% de los varones víctimas de violencia, levantaban una denuncia. En 2010, la Secretaría (Ministerio) de Salud, según los datos documentados en ese año, expuso que 40 por ciento de las denuncias por violencia entre personas de distinto sexo, tenían como víctimas a hombres. Y el INEGI (organismo mexicano de estudios demográficos) presentó cifras congruentes a partir de estudios que demostraban que los jóvenes percibían algún tipo de violencia en el noviazgo. Ya desde el inicio del siglo, en Estados Unidos en 5 por ciento de los registros policiales y jurídicos sobre violencia intrafamiliar, los hombres eran víctimas de violencia doméstica.

No se da a conocer

El mismo mecanismo que siguieron por muchos siglos las mujeres, y las mismas razones para evitar denunciar, es lo que detiene a los varones que son víctimas de maltrato: la vergüenza pública. Los hombres que han recibido algún tipo de violencia evitan dar a conocer su situación por miedo al señalamiento por parte de la sociedad y a la ridiculización (que es una forma más de maltrato) por parte de las mismas instancias de las que se espera protección (la policía, la sociedad, los parientes). Es un efecto doblemente doloroso, resultado directo de la cultura androcéntrica y de los mismos estereotipos sexistas que han perpetrado tanto daño a la mujer.

¿Qué origina el maltrato al varón?

Los especialistas han estudiado con mucho cuidado el asunto y han determinado que la violencia ejercida contra los varones procede de dos grandes fuentes:

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  1. La dinámica del agresor primario: la mujer tiene comportamientos violentos que externan una venganza contra la conducta abusiva de la que previamente fue víctima, sin importar si su víctima es la misma persona que antes la agredió o es otra.

  2. El origen clásico de la violencia: esta explicación es válida para el comportamiento violento que los hombres presentan contra la mujer o contra los niños, etcétera. En este caso, la mujer ahora violenta puede haber experimentado abuso durante la niñez o adolescencia, las carencias socioculturales como un bajo nivel educativo, antecedentes clínicos como el consumo de sustancias ilícitas, etcétera.

Modos en que se presenta la violencia de género contra el hombre

No es para alarmar a nadie, pero creo que la pregunta más sincera que podemos hacernos aquí es si eres víctima o perpetrador de violencia. Sí, es posible que tu hombre sea víctima de alguno de los siguientes tipos de violencia:

Íntima (sexual)

Ridiculización en los aspectos íntimos, como acusaciones sin fundamento o agresiones verbales y ataques cuando él no está en condiciones de responder en una situación íntima. También negarse al acto como castigo.

Verbal

Insultos de cualquier tipo, particularmente los que se refieren a su rendimiento en cualquier aspecto de su vida; por ejemplo, llamarlo “inútil” por perder oportunidades laborales, o “estúpido” por romper algo. Aquí se incluye la humillación privada o pública.

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Física

Bofetones, patadas, rasguños, pellizcos, mordiscos. Existe el “dogma” social de que a los hombres les gusta que se los maltrate así, o incluso la idea de que estas conductas son estimulantes para las relaciones íntimas. En realidad, son maltrato, y sólo son válidas con el total y completo consentimiento y agrado del que recibe ese trato, exactamente igual como pasa cuando la mujer es el objeto de esos comportamientos.

Psicológica

Se le deja de prestar atención, se le retira la palabra (“ley del hielo”).

Parental

No se necesita estar separados para alienar a los hijos de una pareja en contra del padre. Esta alienación es estadísticamente igual en ambos sexos en casi todas partes de Latinoamérica.

Todos los daños que se presentan en este artículo también aplican para el varón que es víctima de abuso.

No es mi intención iniciar una asociación civil que combata la violencia contra el varón. Al contrario, solo deseo que todos seamos empáticos con todos, que nos respetemos y demostremos amor, y que hagamos de nuestras vidas en pareja –desde el noviazgo– relaciones que nos edifiquen y que nos lleven a la felicidad.

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