Hijos de bien, tarea de madres

Vive de tal manera que cuando tus hijos piensen en justicia, cariño e integridad, piensen en ti H Jackson Brown

Yordanka Pérez Giraldo

Las mujeres somos vida, damos vida y, como si no fuera suficiente, ¡también nos toca moldear la vida que damos! En tiempos tan convulsos como los que son, nuestra función como mujeres, que de por sí ya es importante, se vuelve trascendental a niveles quizá nunca antes vistos.

Ser madre no es solo cosa de biología; la maternidad es estar presente, educar, cuidar, proteger, ser ejemplo y guía, dar amor y es ser amor. Un niño por sí solo NO sabe de la importancia de ir a la escuela, de aprovechar sus estudios, de no decir mentiras, de portarse bien, de la lectura, de los valores, de la no violencia. Esas son cosas que a nosotras, como madres, nos toca enseñarles.

Debemos dejar de creer que los hijos son nuestros. Nuestros hijos son para el mundo, y son el futuro de ese mundo. Es cierto que tenemos mucho en contra, que nadie nace sabiendo ser madre y que constantemente cometemos errores; y todavía más: no solo es la realidad de tener que dedicarnos al trabajo además de la casa, sino que el entorno es cada vez menos favorable: demasiada información disponible y sin control; delincuencia que no es cosa de unos pocos, sino de unos muchos; peligros que se esconden aun en lo que creemos conocer.

Sin embargo, eso no es razón para desanimarnos, hay cosas que valen la pena, como reza el adagio: “Mientras más dura la batalla, más dulce la victoria”. Siempre hay algo que podemos hacer. Te dejo a continuación algunas de mis sugerencias:

1. Cuida de su infancia

No tengas prisa con que crezca, que sea a su ritmo. El tiempo pasa volando y sin que te des cuenta se convertirá en un adulto y volará de sus propias alas. Aprovecha al máximo su niñez antes de que su centro de interés cambie.

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2. No pienses como adulto al momento de darle regalos a tu hijo, piensa como niño

Un niño necesita tiempo más que celulares; necesita imaginación más que dispositivos electrónicos; necesita cuidados más que televisión; necesita de ti más que de objetos.

3. No lo castigues cuando fue sincero

No lo pongas en la situación en la que no hacerse responsable de sus acciones sea lo que le convenga más. Respetar sus opiniones y su individualidad es parte primordial de su educación.

4. Date tiempo para saber de su vida

Interésate en sus preocupaciones, para poder escucharlo. Muéstrale la diferencia entre el bien y el mal. No lo llenes de prejuicios y miedos.

5. Enséñale que equivocarse está bien

Cada día es una oportunidad para hacer las cosas mejor y para ser mejor persona. Procura no ser demasiado permisiva, y de igual manera tampoco en exceso severa.

6. No resuelvas los problemas con violencia

Si le demuestras que la violencia es la solución, entonces replicarán esa conducta cada vez que la frustración y el enojo se hagan presentes; y por nada del mundo le permitas ser violento.

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7. No lo sobreprotejas

Tu hijo tiene que cometer sus propios errores. Es típico que los padres crean que nadie merece a su retoño, que todos están por debajo de él, pero esta actitud solo provocará que vaya por la vida sin valorar a los que lo rodean.

8. Enséñale valores morales

El agradecimiento, la justicia, el respeto, la honestidad, la generosidad, la tolerancia, la bondad, la responsabilidad y el amor son valores indispensables.

Estar en todo momento al lado de nuestros hijos no es posible, menos cuando se trata de madres trabajadoras. Sin embargo, eso no es excusa para no estar pendiente de sus vidas y de sus comportamientos. No es lo mismo no ver que no querer ver; no seas ciega a las actitudes y conductas a lo largo de su vida. Desempeña bien tu rol de madre porque ello dependerá su futuro y el nuestro, ya que vivimos en sociedad, y sociedad somos todos.

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Yordanka Pérez Giraldo

Yordanka Pérez Giraldo, Cubana de nacimiento, mexicana por elección.