Hijos de padres separados: qué sumar y restar en una familia

A veces cuando se separa una pareja, los padres terminan por perder a sus hijos, y viceversa. Este artículo habla de la importancia de mantener unidos a los padres con sus hijos, sin importar las circunstancias de su divorcio.

Rita Ibars

Ahí estaba yo, frente a una enorme guía de calles de una ciudad, preguntándome por dónde empezar. Era un arduo trabajo el que me esperaba, pero si lograba el cometido, la recompensa sería maravillosa. Me sentía nerviosa: la misión era encontrar nada menos que a la hija del primer matrimonio de mi esposo, por quien lo veía llorar muy a menudo y soñábamos con encontrarla y presentarle a sus hermanitos; los que habíamos tenido él y yo.

Encontrar a la hija de mi esposo

Era una historia triste, como la de muchos matrimonios: dos jóvenes sin experiencia que se habían separado en malos términos apenas nacida su hijita. Con el paso del tiempo, mi esposo me conoció a mí, yo también recién separada y con un hijo, y bueno: nuestros caminos se cruzaron en momentos muy duros para los dos y eso nos unió; juntos comenzamos un camino, pero lamentablemente su esposa y su hijita se fueron de la ciudad y no sabíamos hacia dónde. Pasaron los años, tuvimos hijos y pese a la felicidad que nos rodeaba, a nuestro amor, a nuestra familia y a nuestras vidas le faltaba ese otro integrante: esa hija de la cual nada sabíamos.

Un buen día encontré una vieja amiga que también conocía a la familia de la niña, y al ver lo que sufríamos por no verla, nos dijo en qué ciudad estaban. Aunque solo eso sabía, era una gran pista. Así que ahí estaba yo, con la guía, el teléfono, y un solo dato: el apellido de la mamá de la nena. Estuve muchas horas hablando con mucha gente, hasta que alguien me dio un dato preciso y ahí encontré el número telefónico que nos llevaría a ella.

El corazón me latía muy rápido y tenía temor a la respuesta del otro lado de la línea, pero tenía que hacerlo por mi esposo, por su hija, por mis hijos y por mí misma. Marqué y pedí hablar con la mamá de la nena. Una voz me dijo: “Soy yo. ¿Quién habla?” Con voz temblorosa le dije: “Soy la actual esposa del papá de tu hija”. Hubo un silencio del otro lado y lo aproveche para pedirle: “Por favor no me cortes. Permíteme hablar: solo quiero pedirte que nos permitas visitar y ver a la nena, que tenga contacto con su papá, con sus hermanos. Mira, yo soy hija de padres separados y tengo un hijo que sufre la separación de su padre y mía, conozco todos los lados: cómo se sufre como hija y como mamá, entonces lo que no me gusta para mí y para mis hijos, no me debe gustar para la hija de mi esposo. Por favor permítenos verla: yo te prometo que tu hija en mi casa va a ser respetada, jamás le haría lo que me dolió a mí que me hicieran, o peor aún, que le hagan a mi hijo, y sobre todo va a ser muy amada”. Entonces ella me contesto simplemente: “¿Y cómo le haríamos?”

Yo le propuse que ese próximo fin de semana mi esposo y yo viajaríamos a su ciudad, para hablar y ver a la nena y después ver cómo seguir. Para mi alegría, ella aceptó. Con una gran valentía como una gran madre y mujer que es. Ya tenía una cita, solo deseaba contarle a mi esposo la maravillosa noticia. Cuando le dije, él lloraba y reía, y yo también. Llegó el gran día y fue maravilloso, ver la nena tan grande y preciosa y que ella y su familia nos recibieran con afecto y con la grandeza de dejar atrás todo lo ocurrido, y comenzar una nueva y sana relación, fue una bendición. Y lo es hasta el día de hoy, ya que a partir de ese momento, nuestra familia se completó y disfrutamos de todos nuestros hijos sin excepción de ninguno, así como de nuestros nietos.

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Una familia reconstituida puede ser MUY feliz

Cuando, a lo largo de mi vida, me ha tocado ver mujeres que en vez de unir a sus esposos con sus hijos de matrimonios anteriores, los separan, pienso que no saben de lo que se pierden. Yo disfruto a esa hija como si fuera mía. Tengo su amor y ella el mío y, sobre todo, una hermosa amistad. Si tú conoces a alguien que no sabe sumar hijos a su familia, comparte esta historia: que lo medite, que piense que ese hombre que hoy está con ella y lejos de sus hijos, mañana puede hacer lo mismo con los hijos de ella y sabrá lo feo que se siente que desprecien sus hijos porque, al final, cosecharemos todo lo que sembramos.

Un sano consejo que me dio muy buenos resultados, es que insistan para que sus esposos cumplan con su rol de padres, en su relación padre e hijo. Y aunque puedan surgir celos a veces entre hermanos, o cualquier diferencia con la familia de los niños, es muy importante que el amor fraternal sea mayor que cualquier diferencia. Debemos buscar que triunfe. Tal vez no sea fácil, pero siempre debemos luchar por ello hasta que se agoten todos los recursos. Nunca van a tener remordimientos de haber sido un enlace entre un padre y sus hijos, y seguro que van a ser mejores mujeres, esposas, madres y, sobre todo, mejores personas. Una familia siempre tiene que restar indiferencia, odio, separación y sumar amor y más amor. Esa es una familia exitosa, como la mía.

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Rita Ibars

Rita es originaria de Uruguay y actualmente vive en la Ciudad de México. Está casada y tiene 5 hijos.