Hiperempatía: cuando ser empático resulta contraproducente

Ser una persona empática abre las puertas al servicio a los demás, pero no dejes atrás el amor y cuidado por ti mismo.

Erika Patricia Otero

Se ha popularizado la idea de que ser empático es lo mejor que le puede pasar a una persona; y de cierta manera así es. Un dato interesante es que los narcisistas no tienen empatía; entonces, si lo vemos desde esa perspectiva, es una buena señal de que no eres alguien que hace daño a otra persona adrede. Sin embargo, no todo sobre la empatía es como lo pintan. Veámoslo de la siguiente manera:

Imagina que la empatía es una larga línea horizontal. En los dos extremos están, del lado izquierdo el narcisismo y del lado derecho está la empatía.

Seguramente has escuchado decir que ningún extremo es bueno, y ten la certeza que es verdad. Las personas narcisistas no tienen el don de la empatía; en cambio, las personas empáticas, al cruzar la línea del desgaste emocional su cualidad se ve exaltada; y esto es realmente desgastante.

¿Qué es la hiperempatía?

Para empezar, debemos tener en cuenta algo importante. Dentro de la psicología existen dos tipos de empatía.

La primera es la empatía cognitiva. Esta tiene que ver con nuestra capacidad para comprender los estados mentales y psicológicos de quienes nos rodean.

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La segunda es la empatía afectiva. Este tipo de empatía implica tener una mayor capacidad para sentir y experimentar las emociones de alguien; es decir, que nos permite mostrarnos compasivos.

Cuando hablamos de la hiperempatía, abarcamos lo que comprende nuestra empatía afectiva. Con esto en cuenta, las personas hiper-empáticas “absorben” las emociones de las otras personas. Este nivel extremo de empatía es conocido como reactividad empática y a menudo está relacionado con la alta sensibilidad emocional.

¿Cómo es una persona que sufre híper-empatía?

Antes de hacer una descripción de las personas hiper-empáticas, es bueno que sepas que hacerlo ayudará a distinguir entre la “alta sensibilidad emocional” y la “hiper-sensibilidad” patológica.

1 Muestra agotamiento social

Cuando eres hiper-empático, normalmente te sientes muy agotado; esto debido a que sientes un exceso de compasión y empatía. Es como si absorbieras el dolor de los demás y esto agotara tu batería emocional al máximo punto.

Una persona que experimenta este sentir, es muy probable que desarrolle ansiedad social. Esto lleva a que paulatinamente la persona se aísle porque le angustia relacionarse por cómo termina sintiéndose.

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2 Se le dificultad establecer límites 

Ocurre con mucha frecuencia que las persona hiper-empáticas se les dificulte establecer límites. Es común que siempre se deje en segundo lugar ante las necesidades de otros; además, tiene mucha dificultad para decir “no” ante los pedidos de los demás.

3 Es vulnerable a los abusos

Puede parecer absurdo, pero algunas personas hiper-empáticas suelen dejarse abusar de los demás. Esto debido a que simplemente sienten compasión por estas personas.

4 Sus respuestas emocionales son desproporcionadas

Por lo regular, las personas con hiperempatía suelen reaccionar de manera muy desproporcionada ante injusticias o acciones que a sus ojos son desagradables.

5 Absorbe las emociones

Es una esponja humana de emociones ajenas; esto debido a que absorbe los problemas de los demás. Lo que lo hace peor es que se suele sentir ese dolor por largo tiempo y hasta se padece angustia debido a ello.

6 Cambios de humor

Las personas hiper-empáticas suelen tener problemas para regular sus emociones. Debido a este descontrol emocional pueden sufrir cambios de humor con frecuencia, lo que degenera en estrés.

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7 Sensibilidad al dolor

Una persona con hiperempatía a menudo experimenta un exceso de sentimientos negativos ante imágenes o videos dolorosos.

8 Resentimiento y aislamiento

El exceso de empatía lleva a las personas que lidian con esto a invertir poco tiempo en ellas; esto debido a que ocupan mucho tiempo en ayudar a los demás. A su vez, esto puede desencadenar un aislamiento voluntario, debido a que no puede negarse ante las peticiones de los demás.

9 Dependencia emocional

La hiperempatía y la dependencia emocional pueden estar relacionadas. Lo que ocurre es que al ser muy sensibles, las personas suelen anteponer las necesidades de los demás a las propias. Es más, el ser así las hace víctimas fáciles de personas narcisistas.

10 Reacciones físicas ante el malestar de otras personas

Al ver o escuchar los problemas de los otros, las hiper-empáticas  pueden experimentar diferentes malestares físicos.

Puedes controlar tu exceso de compasión y empatía

¿Cómo se logra desconectar de la hiper empatía? Bueno, la respuesta puede parecer fría, pero debes aprender a ponerte antes que los demás si quieres tener una vida sana y equilibrada.

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1 Desconecta: Dedicate tiempo ya sea en tus hobbies y gustos. Esto te ayuda a equilibrar tus emociones y dejas atrás frustraciones, preocupaciones y estrés.

2 Haz meditación: Nada más efectivo para calmar la mente es practicar ejercicios de meditación y relajación.

3 Pon distancia: Los límites son una manera sana de poner distancia entre las personas para que no abusen de tu bondad. Esto no implica que te vuelvas “malo” o insensible; en realidad lo que haces es protegerte y asumir una actitud más sana y práctica cuando se trata de las relaciones con los demás.

4 Aprende sobre inteligencia emocional: La inteligencia emocional te ayuda a tratar de manera benevolente a los demás, pero sin lastimarte. Esto logra un buen equilibrio entre tu amor propio y la empatía que aplicas a los demás.

Ser una persona empática no es algo malo. Lo dañino ocurre cuando pierdes el control y no poner límites en el trato con los demás. Es preciso que aprendas a manejar tu empatía y logres equilibrarla con tu amor propio. Esta es la única manera en que lograrás tener una vida sana y tranquila.

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Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.