“La culpa es de la madre”, un caso que estremece a Latinoamérica, pero pone la culpa en la persona incorrecta

El niño uruguayo murió en manos de su entrenador; cómo podemos proteger a nuestros niños y cuáles son las señales de abuso que NO podemos ignorar.

Mariel Reimann

El caso tomó lugar en Uruguay, según lo informa el Escelsior. Felipe Romero, de 10 años, había sido secuestrado y luego presuntamente asesinado por su entrenador de fútbol, a quien según el reporte, Felipe veía cómo a su propio padre.

Según el mismo medio, el entrenador se habría quitado la vida y ambos fueron encontrados muertos.

Según declaraciones policiales, el entrenador, siempre había querido tener un hijo, y Felipe había expresado su deseo de tener un padre como su entrenador. Felipe vivía con su madre, a quien las redes y la policía culpabilizan como responsable de la muerte del niño.

La advertencia de la Psicóloga

Como padres debemos estar al pendiente de cada cambio en la conducta de nuestros hijos, especialmente cuando aún son pequeños, y no tienen la habilidad de procesar las emociones y sentimientos, de la manera que una persona adulta puede hacerlo.

El Excelsior, explica que la psicóloga le “habría advertido a la madre de Felipe de que había detectado un patrón de que ‘algo no estaba bien’ con el niño y le pidió que no lo dejara solo con el entrenador”. Al parecer, la madre se lo informó al entrenador, y él habría dicho que estaba bien, pero al día siguiente, lo sacó de la escuela y ya no lo vieron más.

Advertisement

Las redes y hasta personal de la policía hace responsable a la madre

Una nota en Univisión rescata algo que no podemos olvidar: “los expertos recuerdan que la culpa debe recaer sobre el agresor y no en el entorno del niño”.

El jefe de policía de Maldonado (Este) en Uruguay, Erode Ruíz, habría dicho “la culpa es de la madre; mi mujer nunca dejaría a mi hijo solo durante los partidos con el entrenador”.

Las señales que debemos ver como padres

Mi abuela siempre decía que “para quien ve las cosas desde afuera, todo se ve claro”. Por lo tanto, en lugar de centrarnos en este caso, ya que no es nuestra tarea la de emitir un juicio sobre culpabilidades; centrémonos en cómo podemos tratar de evitar que nuestros hijos sean víctimas del abuso.

Un artículo publicado por el Chicago Children’s Advocacy Center explica algunas de las razones por las que los niños que son víctimas de abuso prefieren NO DECIR NADA.

“Hay varias razones para el silencio de los niños. Comúnmente, el abusador es alguien que el niño/a o la familia conoce y (en quien) confían. El niño/a puede estar preocupado y no quiere causarle problemas a esa persona”, explica el documento.

Advertisement

Sin embargo, aunque los niños no hablen, hay señales que como padres podemos observar para proteger a nuestros hijos:

  • Señales de abuso físico

Éstas, son la más fáciles de detectar, en la mayoría de los casos mientras nuestros hijos son pequeños, pero se complica a medida que van creciendo y que buscan su privacidad, sin embargo podemos observar si sienten algún dolor, si tienen moretones o marcas, por ejemplo.

  • Señales de abuso sexual

El abuso sexual es todo contacto físico o emocional buscando estimulación sexual en un menor. Algunas de sus señales se ven en el cambio de la conducta de los niños. Los cambios pueden incluir el hecho de que no quieran participar de actividades deportivas en las que se tienen que cambiar en el gimnasio de la escuela, la presencia frecuente de pesadillas, cambio en el apetito, busca aislarse, e incluso busca irse de la casa (dependiendo de la edad de la criatura).

  • Señales de abuso emocional

Sus emociones son extremas; van desde extrema alegría hasta extrema tristeza o ira. Actúa de forma inapropiada para su edad, es decir, toma el lugar de un adulto aconsejando a niños de la edad de ellos.

En la mayoría de los casos, también se puede ver como señal de que algo que ellos NO pueden controlar está pasando, en las bajas calificaciones. Por lo general, su desarrollo emocional e intelectual decae o decrece.

Advertisement

Qué hacer si sospechas que tu hijo/a (o alguien cercano a ti) es víctima de abuso

Como adultos, lo primero que debemos hacer es buscar ayuda profesional. Los niños abusados sienten vergüenza y culpa, por lo general no van a recurrir a sus padres u otros familiares para confesar el abuso.

Sus cambios de conducta, son una manera subconsciente de decirte que algo está mal, y cuando eso se nota, debes acudir a un profesional que pueda llegar a esa confesión para detener el abuso y encontrar al responsable.

Recuerda que un niño NO tiene el desarrollo emocional para lidiar con la situación y que somos los adultos quienes estamos para protegerlos.

Toma un momento para compartir ...

Mariel Reimann

Mariel Reimann estudió leyes en la Universidad de Córdoba, Argentina y vive en Salt Lake City, Utah. Es madre de dos hijas que son la luz de su vida.