La escritura, como proyecto personal, puede mejorar tu salud

Una revisión de los beneficios de la escritura como proyecto personal y como actividad terapéutica. Escribir como proyecto personal puede mejorar tu salud.

Rafael Vázquez

Todos deberíamos tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro… Hoy te voy a platicar de los beneficios más directos de escribir como proyecto personal, lúdico o profesional, pero también como actividad terapéutica.

Resulta que recientemente han surgido estudios clínicos de especialistas en psicología, neurología, psiquiatría y terapéutica de enfermedades como el cáncer, que han arrojado datos impresionantes relacionados con la escritura. Veamos:

Contra la senilidad

Hace años se había hallado una relación directa entre la escritura y la incidencia de los casos de enfermedades mentales, en especial las relacionadas con la edad avanzada. El porcentaje de incidencia de padecimientos como Alzheimer o la demencia senil es drásticamente menor entre personas que escriben particularmente en aquellos que acostumbran, por ejemplo, llevar un diario personal o han tenido actividades profesionales que involucren la escritura de reportes, artículos periodísticos o académicos durante periodos prolongados de su vida. Al parecer, la memoria funciona de modo análogo a los músculos (y viceversa): escribir un diario nos obliga a recuperar datos y acontecimientos del día. No es que necesitemos esos datos durante toda la vida en cada momento, pero el ejercicio de recordar a diario lo que hemos vivido en las últimas horas es un magnífico ejercicio para nuestra mente, que lo agradecerá cuando deba hacer gala de toda su preparación en nuestra edad avanzada.

Contra enfermedades más graves

En 2008, una investigación del Journal of pain and symptom management (Revista del dolor y manejo de los síntomas) informó que un grupo de pacientes con cáncer que pasaron por lo menos 20 minutos una vez por semana (durante tres) escribiendo una historia sobre cómo el cáncer les afectó, experimentaron menos dolor y reportaron los niveles más altos de bienestar.

Por su parte, el doctor James Pennebaker, jefe del Departamento de Psicología de la Universidad de Texas en Austin, dice que “parece que la imposición de algún tipo de estructura en la escritura y la construcción de una nueva narrativa –a diferencia de un refrito de las mismas viejas historias y sentimientos una y otra vez– ofrece una perspectiva sobre la distancia de los acontecimientos vitales que nos ayudan a averiguar lo que significan esos acontecimientos y la forma de manejarlos de manera diferente”.

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Algunos terapeutas ayudan a pacientes con enfermedades graves haciendo que trabajen durante dos meses con varios pequeños proyectos y recuperan sus trabajos en una carpeta. Los participantes escriben sobre un libro que cambió su vida o se escriben cartas a sí mismos como si fueran un niño.

La satisfacción de un proyecto personal

Además de los sorprendentes beneficios de salud que se han descubierto en los últimos días, escribir también puede convertirse en un proyecto personal que te brindará la oportunidad de soñar, planear y esforzarte con constancia y paciencia hasta verlo culminado.

Todos tenemos algo que decir, una historia que contar

Todos tenemos experiencias de vida que queremos compartir con otros. Es válido también recuperar los acontecimientos que hemos vivido o presenciado y reinventarlos para que tengan un final distinto al que tuvieron en la realidad.

No es necesario que publiques todo lo que escribes, ni hacer solo textos dignos de un dictamen favorable en una casa editorial. Y si piensas publicar tus escritos, no necesitas gastar grandes cantidades de dinero para imprimir y distribuir –aunque esa posibilidad no debes descartarla del todo.

Puedes usar libretas tradicionales que guardes para ti solo. O puedes abrir un blog

(una bitácora electrónica en internet) y escribir en él: lo mejor es que tú decidirás cómo y cuándo compartir lo que escribes.

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Adquiere el hábito de escribir

Lo mismo que la lectura, para adquirir el hábito de la escritura es necesario tener disciplina. La parte más difícil siempre será la inicial, pero conforme vayan pasando los días sin que falles, verás que no solo te resulta necesario escribir a diario, sino placentero. Te dejo estos consejos:

  • No dejes que pase un día sin escribir.

  • Escribe durante 20 minutos, por lo menos, en un día.

  • Escribe acerca de un gran conflicto o estrés en tu vida, algo personal e importante.

  • No te preocupes por la ortografía o la gramática. Al menos, no al principio.

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  • Dedica tiempo a leer literatura narrativa (novelas, cuentos, etcétera).

Si estás listo para mejorar tu salud y cumplir un gran proyecto, ¡feliz escritura!

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