La falta de esta vitamina en la adolescencia puede hacer que tu hijo pierda la vista cuando sea mayor

Si te preocupa exponerte al sol y prefieres pasar menos tiempo al aire libre, te invito a leer lo siguiente. Quizás cambies de opinión por el bien de tus ojos y los de tu familia.

Elizabeth González Torres

La adolescencia es quizás, la más relevante etapa de la vida, esto debido a que es el periodo en el que las personas se desarrollan física, emocional e intelectualmente. Debido a ello, es que se consideran determinantes estos años, incluso podría decirse que, del progreso de este ciclo, dependerá cuán sana sea una persona a lo largo de su adultez y vejez.

Así como en la infancia, la adolescencia constituye una etapa de desarrollo en la que debe procurarse una sana alimentación, así como realizar actividades que produzcan las sustancias necesarias para un desarrollo físico y mental adecuado. De esta forma, llegar a la adultez con problemas de presión, obesidad, diabetes o de la vista, puede ser el resultado de algo que se hizo o dejó de hacer durante la juventud.

En particular, y enfocándome a los problemas de la vista, estos suelen aparecer en la etapa adulta, por más de una acción u omisión cometida a lo largo de la adolescencia. Ya sea por el uso excesivo de la computadora o que no se hayan empleado lentes en el momento oportuno, la realidad es que millones de personas, al convertirse en adultos, comienzan a presentar enfermedades oculares.

No obstante, poco se sabe que una de las razones más frecuentes que generan problemas de visión, es la falta de sol recibida durante la adolescencia, ya que en la actualidad se sabe que la luz solar es fundamental para el funcionamiento adecuado de los ojos.

Si bien sabemos que los problemas ambientales que aquejan al mundo en el que vivimos, han provocado cierto temor a la exposición al sol (debido a que se relaciona con otro tipo de enfermedades como el cáncer de piel) también es cierto que puede ser dañino no recibir los rayos del sol el tiempo suficiente.

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Por ello, a continuación, te comparto 3 simples razones por las que la falta de sol durante la adolescencia, puede producir serios problemas de visión en la adultez.

1. No se producirá la cantidad de vitamina D necesaria

La exposición al sol, por periodos cortos de tiempo, combinada con la ingesta de alimentos como el pescado, el hígado de vaca, queso, leche y huevo, proporcionan al cuerpo buenas cantidades de vitamina D. Ésta no sólo se encarga de fortalecer al sistema óseo, nervioso e inmunológico, sino que ayuda a que los ojos se mantengan saludables al momento de cumplir con su función.

Ciertamente, la producción oportuna de vitamina D a lo largo de la adolescencia, ayudará a prevenir problemas serios de visión al llegar a la adultez y la vejez. Estudios demuestran que las personas con enfermedades oculares severas, han pasado menos tiempo exponiéndose al sol (generando menos vitamina D), mientras que aquellas que no presentan dichos problemas, pasaron más tiempo al aire libre durante su adolescencia.

2. No se liberará la dopamina que requiere el cerebro

Hoy por hoy, se sabe que la dopamina es un neurotransmisor que ayuda al cerebro a cumplir con determinadas funciones relacionadas con el movimiento corporal, retención de información, memoria, aprendizaje, la visión y demás. La liberación de este neurotransmisor, que actúa en lo ganglios basales del cerebro, se produce a través de diversos medios y actividades, siendo una de las principales la exposición al sol.

Por supuesto, es importante aclarar que se debe pasar un tiempo prudente bajo los rayos solares, para así conseguir los beneficios de estos en nuestra vista y no afectar otras funciones. Permanecer expuestos a la luz solar por periodos cortos, promueve la liberación de dopamina que el cerebro requiere para desarrollar una salud ocular sana mientras que no hacerlo, puede traer consecuencias serias con el paso del tiempo.

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3. Los ojos no recibirán lo nutrientes necesarios

Finalmente, es relevante señalar que la luz solar contribuye, en cierta medida, a que los ojos reciban los nutrientes necesarios para cumplir bien con su función. Así como los riñones, el corazón, los pulmones, el cerebro y demás órganos del cuerpo humano requieren de cuidados, nuestros ojos, tus ojos, mi estimada lectora, precisan de ser amados y atendidos desde ahora y para siempre.

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Elizabeth González Torres

Es abogada egresada de la Universidad Autónoma Metropolitana. Actualmente estudia una licenciatura en Creación Literaria en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Considera que el mayor tesoro que tiene en la vida es su familia.