¿La maternidad detuvo tus sueños? Nunca es tarde para retomarlos

Como madres algunas veces posponemos nuestros objetivos, pero es válido retomarlos y luchar por ellos.

Myrna del Carmen Flores

Adela descubrió su embarazo unos días antes de su cumpleaños número diecisiete. Decidió decirlo a su familia y al padre de su hijo al terminar la fiesta de cumpleaños que sus padres habían preparado. Ellos esperaban un discurso de agradecimiento o algo parecido cuando ella les dijo que deseaba hablar con todos. Sin embargo, el discurso cambio de un “Gracias por esta maravillosa fiesta” a un “Lo siento, pero no podré empezar la universidad”.

Faltaban un par de meses para concluir la preparatoria y sus padres soñaban con el momento en que ella comenzara sus estudios universitarios. Siempre había sido una chica muy inteligente, por lo cual imaginaban que su camino profesional sería algo fácil para ella.

Retos de padres adolescentes

Alfonso quedó tan sorprendido como todos ante el anuncio. En definitiva, no era algo que él hubiera planeado. Le faltaban dos años para concluir sus estudios como ingeniero industrial y este hecho ponía en perspectiva cada uno de sus planes. No obstante, estaba dispuesto a afrontar lo que viniera.

Su boda fue sencilla, no así los años venideros, que significaron para Alfonso un doble esfuerzo por terminar la carrera y al mismo tiempo trabajar para solventar los gastos de su nueva familia. Desde el primer instante, los padres de ambos les ofrecieron su apoyo moral, pero el material lo debían resolver por sí solos, como dos adultos responsables de sus propias decisiones. Adela consiguió un trabajo de medio tiempo tan pronto como el pequeño comenzó la etapa escolar y, para entonces, Alfonso había concluido sus estudios y tenía un mejor puesto.

Poco después llegó una nueva integrante a la familia. Ambos niños se convirtieron en la vida entera para sus jóvenes padres. Adela ama a sus pequeños y, a pesar de la forma como sucedieron las cosas, no cambiaría nada, porque cada instante vivido, con sus aciertos o errores, converge en el mismo punto: sus hijos, su esposo, su familia.

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Mujer que trabaja y es poco valorada

Pese a toda esa felicidad, existía un hueco que la familia no puede llenar: el aspecto laboral. Al igual que sus padres, Adela deseaba realizarse como profesional. Había soñado con entrar a la universidad y lograr algo que la satisficiera en ese aspecto. Por eso, decidió no rendirse y, aunque sabía que su lucha iba a ser ardua, su fortaleza de espíritu la empujó a lograrlo. “Deseo que mis hijos se sientan orgullosos de que su madre haya logrado concretar sus sueños”, me indicó un día. “Por eso he decidido entrar en la universidad en línea”.

No pude más que admirar su entereza. Ahora la veo inmersa en las tareas escolares de sus hijos al mismo tiempo que escribe los ensayos para sus clases. La veo sonriendo acompañando a su esposo a eventos sociales y, al día siguiente, estudiando para un examen en la universidad mientras sus hijos terminan su merienda. Tranquila, como si no tuviera tantas cosas por hacer.

La considero un ejemplo porque sé que tal vez muchas mujeres se vean reflejadas en su historia. Tal vez algunas tuvieron que prorrogar a sus sueños a causa de la maternidad, que es hermosa, pero que no tiene que ser sinónimo de renuncia. Es cierto que no será fácil, pero de igual forma, la satisfacción será mayor. Nunca es tarde para ir tras los sueños. La familia es importante, pero llegar a ser una mujer realizada en lo profesional, puede darte también enormes satisfacciones.

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Myrna del Carmen Flores

Myrna del Carmen Flores es maestra de inglés y madre de dos jóvenes. Puedes contactarla en