La natación: deporte y aliada contra el sobrepeso de tu hijo

Uno de los deportes más completos, a cualquier edad, es la natación. Acerca a tu pequeño al agua y crece con él.

Arturo Leonardo

La salud corporal de los pequeños y más específicamente el peso, debe ser una prioridad para los padres. Debo decir, no con orgullo, que hace un tiempo mi mujer y yo descuidamos este tema con el primero de nuestros niños y provocamos que el pequeño aumentara de peso.

El presente tiene como objetivo “matar dos pájaros de un tiro”, actuar para mejorar la salud de tu hijo mediante una actividad física y permitirle divertirse y desarrollarse sanamente. Si como padre tienes un hijo con sobrepeso, o dudas en qué actividad inscribirlo, comparto contigo mi experiencia y mis recomendaciones.

Aceptar las culpas

Los niños no tienen culpa de casi nada. Mientras crecen, los responsables de moldear su actitud, respuestas y hábitos son los papás; no hay pretextos. Claro que el ser padre es una actividad exigente y no es cualquier trabajo, aquí no hay horarios ni vacaciones. Entonces, pese a que uno pueda estar cansado, desvelado o con ganas de rascarse la nariz, nuestros hijos siempre deben tener toda la atención posible.

En mi casa, por ejemplo, se descuidaron horarios de comida y se tomaron costumbres alimenticias “fáciles”; entonces el monstruo del sobrepeso apareció en el niño y la verdad asustó, sí, mucho más que ver una cartera vacía.

Analizar el problema

Ya vemos el problema, ahora lo importante es atajarlo, así como buen portero de fútbol. El sobrepeso en niños es delicado, desarrollar diabetes a tan temprana edad es posible. Dejemos de ignorar lo que nos pasa y entonces así buscaremos cómo resolverlo. Un niño enfermo de diabetes es un niño condenado por los propios padres y esto es algo que debemos evitar a toda costa.

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Con mi hijo, lo primero que hicimos fue llevarlo a un pediatra él nos regañó de forma titánica. Después de la evaluación, llegaron las decisiones: fuera la comida chatarra y vengan los horarios establecidos para comer, pero además el tema del deporte no puede quedar de lado y para ello la opción era más que evidente.

¡A nadar!

A un niño pequeño (de menos de 5 años), es complicado meterlo a un deporte, su proceso cognitivo no permite en muchos que siga ciertas instrucciones específicas, necesarias en los entrenamientos de algunas disciplinas. Los pequeños tienen que divertirse con el deporte, no pensar en competir o en controlar peso, se aprende jugando y para ello la natación se pinta sola.

Mi niño entró a nadar con la consigna de no saber exactamente qué rayos era nadar. El primer día, fueron los 15 minutos más largos en la vida de su instructor, lloró, hizo berrinche, tuvo miedo, un espectáculo digno de las Vegas. Pero la constancia y debo decirlo, la pericia del maestro, provocaron que el pequeño cambiará su actitud en tres meses. Ahora se plantea metas y llega a ellas; verlo cómo enfrenta sus miedos para aventurarse a explorar cosas nuevas, es algo que ni el mejor libro de pedagogía podría ofrecer, ¡ah! y por si fuera poco, también hace deporte.

Sin duda la natación es una actividad que los niños deben probar, si todavía estás indeciso, no lo pienses más, busca una alberca cercana a casa y deja que tus niños crezcan en el agua. Si deseas más ayuda con el sobrepeso de tu hijo, te invito a leer los siguientes artículos.

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Arturo Leonardo

Comunicador fanático de sus hijos a quienes les relata día a día sus aventuras de música y deportes, gusta de leer lo que se cruce en su camino, piensa que el acto más revolucionario que puede existir es el de reír.