La prosperidad es una actitud frente a la vida

La verdadera abundancia comienza cuando uno se siente bien consigo mismo. No es nunca una suma de dinero, es un estado de ánimo, es la expresión de las ideas que hay en su mente. Sin duda, la prosperidad es una actitud frente a la vida.

Diana Cantor Martinez

Jorge creció en una familia numerosa y humilde, y es el menor de siete hermanos. Sus padres –ella modista y él maestro de escuela–, ya fallecidos, les dieron a él y a sus hermanos grandes enseñanzas acerca del dinero y la prosperidad. Todos a su manera lo interiorizaron, y aunque ninguno de los siete pudo asistir a la universidad, siempre han sido grandes líderes y jamás les ha faltado el dinero.

Un día, en una reunión, conversamos por varias horas sobre el tema. Me contó cómo había logrado cada cosa que se había propuesto con respecto a los bienes materiales que tenía: “Aprendí a ver el dinero como un medio y nunca como un fin en sí mismo. No me interesa acumular riquezas en el banco, aunque allí está lo necesario para cualquier situación que pueda presentarse. Financieramente, siempre estoy pensando en el futuro y en especial por mi hija, que tan solo tiene cuatro años; es por esto que ya tengo una casa y estoy pensando en comprar otra propiedad para ir de vacaciones. Mi esposa y yo tenemos claro que la niña va ir a la universidad, pero no a cualquier universidad, por ello ya tenemos un título valor en el banco que está destinado para sus estudios”.

Me asombraba escuchar a Jorge, mis padres son grandes amigos de su familia y desde niña los conocí: siempre los veía trabajar y ser muy dinámicos, pero sé que crecieron en un hogar humilde; sin embargo, hoy por hoy, han viajado y tienen propiedades. Jorge y dos de sus hermanos viven en Estados Unidos, y por lo que sé, viven bien.

Ese día caí en cuenta de muchos errores que he cometido. No por casualidad, supongo, también por esos días llegó a mis manos un libro de Louise L. Hay, titulado Usted puede sanar su vida, en el que encontré interesantes conceptos sobre este tema, junto con las enseñanzas que me dejó Jorge aquella tarde.

(En este otro artículo encontrarás más acerca del presupuesto y las finanzas familiares, http://www.familias.com/ideas-para-evitar-las-pequenas-fugas-en-tu-presupuesto-y-tener-finanzas-mas-sanas).

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Los límites de la abundancia y la prosperidad

Es probable que al leer estas líneas te encuentres un tanto escéptico sobre el tema, pero puedes llamarlo como quieras: actitud frente a la vida, mentalidad o forma de pensar… Creo que la autora del libro y Jorge quieren hacerme comprender que es ahí donde radica el secreto.

Tú pones los límites

Escuchar a Jorge me hizo reflexionar sobre este tema, me percaté que todo es posible para quien piensa en grande, porque en el pensamiento nace la idea o la intención de querer tener algo, bien sea viajar, comprar una casa, pagar los estudios universitarios de sus hijos en una buena universidad… Todo es posible para quien cree que lo logrará.

La autora del libro cita textualmente: “En el universo hay una provisión inagotable, empiece a darse cuenta de eso, observe las estrellas, los granos de arena, las gotas de lluvia, las hojas de un árbol”; según entiendo es un mensaje que nos envía el universo: la abundancia es parte natural de la creación, pero es el ser humano quien limita con su pensamiento estrecho y pequeño la llegada de esa abundancia a sus manos. En ese sentido se hace necesario que pienses que la abundancia y la prosperidad son posibles también para ti. Piensa que también para ti es posible.

Es increíble, pero el permitir que las ideas de prosperidad fluyan, hace que el universo movilice a las personas y los recursos para alcanzarlas. ¡Nada se pierde con intentarlo!

El merecimiento

Dice la autora del libro que si no aceptas la idea de que mereces prosperar, entonces, aun cuando los dones te lluevan, siempre buscarás la forma de rechazarlos. En su libro cuenta cómo uno de sus pacientes ganó 500 dólares en un concurso, y al llegar a su consultorio lo que más repetía era que no entendía cómo sucedió, que jamás había ganado nada sin trabajar duro por ello, y fue tal la negación que a la semana siguiente se fracturó una pierna y las cuentas del hospital superaron el monto ganado.

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Anota también Louise L. Hay, que es importante asegurarse de no estar rechazando la prosperidad; dice que si un amigo te invita a almorzar aceptes jubilosamente y con placer, y que si te regalan algo debes aceptarlo con señorial agradecimiento. Esto es verdad: debemos aceptar con amor y alegría y sin culpa ni pena lo que el Creador quiere darnos mediante otras personas.

Ser generoso y agradecido

Dar es una ley de la prosperidad, dar sin esperar; sin embargo, aunque no lo esperes tus actos de bondad regresan a ti multiplicados. Agradecer sinceramente a Dios por cada cosa que tienes en tu vida te traerá más bendiciones.

Pagar con amor las deudas y facturas

Es triste, pero conozco personas a las que les molesta pagar lo que deben o consideran un verdadero suplicio pagar los servicios de agua o luz que han consumido. Pagar lo que se debe con el mismo entusiasmo con el que lo recibes y disfrutas, abre las puertas a la abundancia y a la prosperidad.

(Aquí hay ideas para manejar la economía en el hogar, http://www.familias.com/que-la-mercadotecnia-no-arruine-tu-matrimonio).

Para cerrar el artículo, quiero anotar que encontré en el libro este interesante concepto: “Para mí –dice L. Hay–, la verdadera abundancia comienza cuando uno se siente bien consigo mismo. No es nunca una suma de dinero, es un estado de ánimo, es la expresión de las ideas que hay en su mente”. Sin duda, la prosperidad es una actitud frente a la vida.

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Diana Cantor Martinez

Hay un momento de la vida en que descubrimos que necesitamos un cambio para poder avanzar y crecer reconoce el momento y no pierdas la oportunidad.