La violencia en el noviazgo no es juego de niños

Muchas mujeres creen que el amor todo lo soporta y todo lo puede, incluso golpes, abusos y maltratos. Lo malo es que casi ninguna mujer cree de verdad que puede perder la vida en el intento.

Emma E. Sánchez

La etapa del noviazgo suele ser una de las más hermosas de la vida y, al mismo tiempo, una muy peligrosa; al carecer de consejo, guía y educación muchos buenos jóvenes ven frustradas sus vidas con embarazos no deseados y mucha violencia.

El noviazgo es un tiempo donde la pareja tiene la oportunidad de conocerse mejor, de compartir, aprender y experimentar juntos, así como de divertirse y en un futuro encontrar a la persona con la que compartirán su vida. En esta etapa se establecen nuevas maneras de relacionarse de manera más personal e íntima, de dialogar y llegar a acuerdos. Pero cuando estas relaciones no se dan de manera sana y equilibrada, se busca controlar la relación y dominar a la pareja; con frecuencia, eso desencadena la violencia.

Los antiguos griegos y romanos no se equivocaron al representar al amor como un niño cuya vista es nula. Un niño puede llegar a ser caprichoso y juguetón; las alas de cupido representan la libertad que se puede experimentar mientras el enamoramiento y la falta de visión hablan de la carencia para poder ver las cosas como son.

Muchas mujeres jóvenes víctimas de la violencia durante el noviazgo, creen que la violencia que experimentan, en cualquiera de sus formas, es “un juego”. Incluso piensan que la violencia hacia su persona es justificada, que la merecen, e inclusive cuando se trata de violencia sexual o abusos en este aspecto, creen que es normal y que corresponde a lo que “una mujer debe de hacer”.

La ceguera frente al problema puede provenir del hecho de que hay muchos sentimientos afectivos involucrados, mucha dopamina en el cerebro. También se debe a factores más culturales y costumbres tradicionalistas, como el machismo, el sometimiento de la mujer y la carencia de educación.

Advertisement

Juegos que no son juego

¿Cómo identificamos el problema?

Es importante que tengas claro que hay muchas manifestaciones de la violencia en el noviazgo. Es común que muchas de ellas no las notemos, porque nos parecen normales. Por ello, te pido que pongas atención a lo que sigue y con mucha honestidad pienses si alguna de estas cosas están presentes en tu noviazgo:

Violencia física

Los empujones, nalgadas, patadas, puñetazos; el encierro o privación de la libertad; la prohibición de salir con amistades o familiares; romper las pertenecías, revisar el teléfono, controlar tus actividades o tu manera de vestir.

Violencia verbal

Las groserías, los apodos, los gritos e inclusive las palabras ásperas y descalificativas, despectivas y peyorativas.

Violencia económica

Te quita o controla tu dinero, tus posesiones, las vende sin tú consentimiento; presta o regala tus pertenencias y tú no puedes decir nada al respecto.

Advertisement

Violencia psicológica

Son todas las reacciones exageradas que la pareja tiene hacia ti, por ejemplo los celos, el chantaje, las amenazas, las comparaciones, los gritos, la descalificación, la burla en público y de manera privada, las mentiras y la tortura mental.

Violencia sexual

Te toca de manera agresiva, lasciva; tiene aproximaciones sexuales sin tu aprobación, o de una manera que no aceptas o te lastima. Llega a incurrir en violaciones.

Familias.com – Discubre Maneras de Mejorar su Familias y Muchas Cosas Mas!

¿Cómo protegerse de este tipo de violencia?

Si has identificado que en tu relación se presenta alguna o varias de estas formas de violencia, no te llenes de angustia: identificar el problema y aceptarlo es un gran inicio. Ahora te presento algunas cosas que debes hacer para protegerte de la violencia:

1. Cultiva tu autoestima

Una mujer que se sabe valiosa, nunca permitirá una sola falta de respeto, podrá haber una primera vez, pero esa será la última. Nunca dudes del valor que tienes y que no mereces, jamás, ser tratada con violencia.

Advertisement

2. Aprende a decir NO

Ante situaciones que te incomoden o no desees, aprende a decir que no, con claridad y firmeza. El “no” que digas debe ser dicho de tal manera que no quede duda de que es un NO.

3. Cultiva tu independencia

Asiste a la escuela, aprende, capacítate y gana tu propio dinero; aprende a sostenerte a ti misma. Una mujer con poder económico, con educación y autosuficiente, llega a ser muy fuerte y difícil de quebrar. Te dará seguridad para romper con la relación violenta, pues solo dependes de ti misma.

4. Busca ayuda profesional

Soluciona tus traumas, complejos y problemas del pasado. Recibe ayuda profesional de ser necesario y deja de moverte y andar por el mundo como una víctima, pues eso atrae a los victimarios y depredadores. También puedes recurrir a grupos de mujeres en tu misma situación; nadie mejor que ellas para escucharte y comprender por lo que estás pasando.

5. Haz ejercicio

Sí, así como lo leíste: haz ejercicio. Debes de ser fuerte mental, psicológica y físicamente. Toma lecciones de defensa personal, karate, box o cualquier otra disciplina que te haga sentir fuerte. Luego camina erguida y conquista al mundo.

6. Denuncia y habla de lo sucedido

Nunca temas hacer una denuncia legal, de hablar y decir lo que está pasando en la relación, hacerlo puede salvar tu vida. Habla con la gente de tu confianza no solo para desahogarte: que otros sepan que has vivido violencia por parte de tu pareja te protege, pues estarán atentos, por si llegas a necesitar ayuda.

Advertisement

Si haces esto, verás que el hombre correcto llegará tu vida, un hombre que no te tema y por eso busque dominarte, un hombre que te respete, te admire y disfrute de estar a tu lado. Finalmente, te recomiendo este artículo, extraordinario:

La diferencia entre el Día de la mujer y ser mujer todos los días

Toma un momento para compartir ...

Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.