La voluntad genera milagros en tu vida

La historia de Gerardo Franco, un hombre que logró salir adelante pese a un accidente que afectó sus brazos.

Arturo Leonardo

Cuando la adversidad llega a nuestras vidas, es inevitable pensar que (casi) todo está perdido. Existen situaciones tan complejas, que parece que el mundo acabará en ese momento y olvidamos algo muy importante: Mientras haya vida, existe la esperanza.

Cuando un campeón necesita milagros

Gerardo Franco era un muchacho de 13 años de edad, la vida parecía sonreírle en lo personal y lo deportivo. Pese a ser tan joven, Gerardo ya era campeón nacional de raquetbol, representaba al estado de San Luis Potosí, México. Pero un grave accidente cambió de forma dramática su destino. “Estaba jugando con unos amigos, cuando una puerta de vidrio delgado se cerró y Gerardo la atravesó, tuvo cortaduras muy graves de tejido, hueso, nervios, arterias, de hecho prácticamente se desangró y al llegar al hospital le dio un paro cardiaco”, narró su mamá, Maritza.

A Maritza se le humedecen lo ojos y se quiebra su voz: “Los doctores lo sacaron adelante y nos pidieron que pasáramos a despedirnos de él porque le harían una cirugía de alto riesgo. Fue de aproximadamente 10 horas, primero para salvarle la vida y luego tratando de salvar el brazo izquierdo, porque la decisión previa era la amputación”.

Gerardo Franco salió con vida de la operación, pero el diagnóstico del doctor no era muy alentador: dada la gravedad del accidente, Gerardo no volvería a jugar jamás, porque tenía los dos brazos atrofiados.

La voluntad es más fuerte que todo

Piensa en tus problemas. ¿Los has contado? ¿En verdad son tan complicados? Los seres humanos no tenemos la costumbre de priorizar y a veces le damos un valor desmedido a cosas que en verdad no lo tienen.

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De regreso a la historia de Gerardo, el joven tenía los brazos enyesados y, aparentemente, su vida truncada. Pero no se desanimó: Gerardo empezó a caminar y, poco a poco, con fuerza de voluntad sujetó otra vez una raqueta: con paciencia, un dedo a la vez.

La virtud de la paciencia

Es difícil hablar de la paciencia, máxime cuando las cosas no marchan como nosotros queremos. El esperar al momento exacto no es una virtud que muchos seres humanos desarrollan, pero Gerardo ayuda a entender este concepto: ocho meses después del terrible accidente, ya estaba listo para regresar a las competencias. La rehabilitación se llevó más de 12 meses, pero el muchacho estaba feliz de poder concursar otra vez.

En la actualidad, el brazo izquierdo de Gerardo está rehabilitado apenas en un 20%. El brazo derecho funciona a la mitad de su capacidad, pero eso no lo ha hecho desanimarse un solo instante. A tres años del día que le cambió la vida, Gerardo Franco continúa luchando, lleva su mensaje a toda la República Mexicana para demostrar que no existe problema alguno al que la voluntad no pueda vencer.

¿Que tan fuerte es tu voluntad? ¿Tan grande como para generar milagros?

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Arturo Leonardo

Comunicador fanático de sus hijos a quienes les relata día a día sus aventuras de música y deportes, gusta de leer lo que se cruce en su camino, piensa que el acto más revolucionario que puede existir es el de reír.