Las oportunidades para lograr el éxito te encuentran mientras trabajas por alcanzarlo

Es fracaso cuando no lo intentas una y otra vez. ¿Qué tal listo estás para luchar por tus sueños?

Erika Patricia Otero

Hace poco navego mucho por una plataforma donde las personas se sienten libres para preguntar y responder lo que quieran. Las preguntas que vas a encontrar van desde el índole cotidiano, así como de tipo académico. La he encontrado muy interesante; hay muchas cosas que se aprenden con leer lo que las personas piensan de la vida o saben.

Dentro de las tantas preguntas que encuentro, algunas cuestionan la capacidad que tenemos para superar el fracaso y seguir adelante. Esto es evidencia de que crecemos con la creencia de que si no triunfamos a cierta edad, ya no se puede ser exitoso.

Lo triste es que esta pregunta no solo la hacen personas de mediana edad; también veo muchos adultos jóvenes cuestionándose lo mismo.

¿Qué responderías si te dijera que a cualquiera edad, puedes y tienes derecho a seguir tus sueños y a triunfar? Pues así es; cualquiera sea tu edad tienes derecho a ser exitoso, pero no será fácil, jamás lo ha sido.

Diferencia entre el éxito y el fracaso

Para responder a esta premisa, usaré mi historia para ponerte como ejemplo mi vida.

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No me considero exitosa, como el sentido común de la palabra lo indica; por supuesto, el concepto de éxito es subjetivo, por eso es que no me considero exitosa. Para mí, el éxito es tener una vida ordenada y sin preocupaciones económicas. También es importante tener salud y poder gastar dinero sin preocuparme por el mañana. La verdad es que nunca he podido hacer eso. Es decir, vivo un día tras otro sin saber qué va a pasar mañana.

Cuando era más joven esperaba de mí muchas cosas; creo que las que espera un recién egresado universitario. Sin embargo, mi vida estuvo lejos de ser “el sueño de un graduado”. No tengo una casa propia y voy de acá para allá dando tumbos sin saber a dónde voy a terminar.

Mi vida no es para nada como la quería, pero me adapto a lo que me tocó. Pese a lo anterior, debo admitir que muchas de las cosas que no he conseguido son mi responsabilidad. Carezco de las cualidades que una persona exitosa debe tener: disciplina y perseverancia. Si a esto le sumo que no soy capaz de ver las oportunidades, pues la situación es bastante turbia.

Las señales llegan de forma inesperada

En marzo de este año fui bendecida con una epifanía. Pasaba por una de las peores crisis de ansiedad que he tenido en mi vida. Trataba de vivir un minuto a la vez para superar las crisis que llegaban esporádicas y me dejaban desarmada. Entonces, casi sin darme cuenta me tope con el ejemplo de vida más maravilloso que pude tener.

Los ejemplos de vida vienen de muchas maneras; a mí se me presentó al conocer un nuevo grupo musical. Al principio me resistí por la diferencia de idioma; sin embargo, fueron tantas veces que la misma canción salió como sugerencia, que cedí a la tentación y la escuché. Resultado: me enganchó.

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Como hago con cualquier cosa que llama mi atención, comencé a averiguar la historia de cada uno de los integrantes. Todos tuvieron vidas difíciles hasta hace poco, todas dignas de admirar. A pesar de eso, hubo una en especial con la que me sentí muy identificada.

La vida de este hombre (Min Yoon Gi) fue muy similar a la mía; la diferencia entre él y yo es que jamás se dio por vencido. Y hasta el día de hoy, cada obstáculo que se le presenta es derribado por su fuerza de voluntad y perseverancia; por eso está en el lugar donde está ahora. Su escalada al éxito no ha sido fácil, pero lo ha logrado a punta de disciplina y trabajo duro.

Su historia

Desde muy joven trabajó duro en su sueño. Aunque le dolía el nulo apoyo de sus padres, tuvo el apoyo de su hermano mayor. Sin un centavo en su bolsillo se arriesgó a “trabajar gratis” para aprender a ser productor de música. Lo robaron incasables veces y aun así siguió adelante.

Un día se le presentó la oportunidad de una audición como rapero en Seúl. En compañía de su hermano se presentó quedando en segundo lugar entre muchos jóvenes que tenía el mismo sueño. Eso ocurrió cuando tenía 18 años en 2010. La compañía lo contrató como aprendiz de productor; luego “bajo engaños” se convirtió en idol.

Hoy día es un productor reconocido en su país y uno de los mejores raperos también. Lo mejor es que la fama no se le subió a la cabeza; cada tanto hace generosas donaciones a instituciones hospitalarias y escuelas de su ciudad natal. Él mejor que nadie sabe lo que es sufrir siendo un niño pobre; por eso trata de dar lo mejor de sí a quienes lo necesitan.

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Un ejemplo a seguir

Admito que él se volvió para mí un ejemplo a seguir. Saber por todo lo que ha pasado me empujó a tener fuerzas para empezar a seguir mi propio camino.

Con franqueza, me dio fuerzas para empezar a hacer cambios positivos en mi vida. Cambié muchos de mis malos hábitos, hay otros que persisten, pero que de a poco voy eliminando de mi vida. Aún así, el principal objetivo a alcanzar está presente cada día, y es algo por lo que trabajo cada día.

Yo pienso que puedes empezar a trabajar en lo que sueñes a la edad que adquieras conciencia.

¿Por qué las oportunidades te encuentran ocupado?

Algo que tengo claro con el ejemplo de vida antes citado, es que trabajar en tu sueño atrae oportunidades.

Recuerdo que cuando encontré el empleo que soñaba, lo que estaba haciendo era trabajar duro en mejorar mi escritura. Leía bastante y escribía otro tanto más; esa es una de las formas habituales en las que quienes queremos dedicarnos a escribir mejoramos. Desde luego, también necesitaba la crítica constructiva de personas conocedoras. Esas observaciones las obtuve en mi nuevo empleo, y eso me ayudó mucho a mejorar.

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Sin embargo, no sé en qué momento bajé la guardia y perdí de vista mi meta. A pesar de eso, pienso que jamás es tarde para lograr mi sueño.

Hoy, que soy consiente de nuevo de que el trabajo duro atrae oportunidades, estoy dispuesta a dar lo mejor de mí para logar lo que deseo.

Te invito a que no descartes tus sueños. Lucha, esfuérzate y prepárate, porque las oportunidades solo llegarán cuando te abres camino entre la maleza.

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Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.