Lo que nadie te dice antes de tu noche de bodas

Cuando llega la noche de bodas, se encuentran en un momento muy esperado, solos, acompañados tan solo por el cansancio y un poco de nervios. ¿Qué esperar? Lee y libérate de tabúes.

Pilar Ochoa Mendez

Terminó el estrés y la emoción de la boda, ¡felicidades! Ante el mundo ya son una familia, se han entregado mutuamente. Cuando llega la noche se encuentran en ese momento tan ansiado, solos, acompañados quizás por el cansancio y un poco de nervios. ¿Qué es lo que deben esperar de ese momento? De estas cosas no se habla y, por eso, quiero compartirte algunos puntos:

Nadie se casa solo con su pareja

En una pareja, nunca somos solo dos. Con cada uno llega su “equipaje”, con las experiencias, hábitos y tradiciones de nuestros padres y abuelos; con toda nuestra historia que, consciente o inconscientemente, tiene un peso específico en nuestra relación. Esto es especialmente importante en la intimidad, donde las heridas más profundas de abandono o abuso pueden surgir, donde muchas de ellas también pueden sanar.

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El matrimonio es más que una relación entre cuerpos

Tú eres —y traes a la recámara— mucho más que tu cuerpo. En mí, en ti, hay mucho más de lo que se puede ver: tu pareja llevará a la noche de bodas su ser trascendente o espiritual, su psique, emociones, su salud, su perspectiva de lo que debe ser el futuro de ustedes como familia, así como sus complejos y enormes posibilidades. En ese encuentro íntimo que es la noche de bodas, se hallan mucho más que dos cuerpos: se entregan en todos los aspectos de su persona.

Las relaciones íntimas implican entrega

Seguramente has notado que los medios continuamente nos quieren vender la satisfacción inmediata y completa del deseo sexual. Sí, es un deseo apremiante, pero es más que un mero deseo físico. Como dice el personaje de Julie en Vanilla Sky: “¿Acaso no sabes que cuando duermes con alguien tu cuerpo hace una promesa, la expreses verbalmente o no?” Las relaciones maritales están vinculadas a nuestra intimidad, al “yo profundo” tan valioso que solo lo compartimos con aquel que se ha hecho merecedor de tal confianza. Todas las personas buscamos ese valor y muchas, demasiadas, se pierden en esa búsqueda, fascinadas solo con el envase —el cuerpo— y dejan de conocer el contenido —toda la persona—.

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El nerviosismo puede ser tu peor enemigo

El momento de intimidad es poderosísimo y sí, puede ser un poco difícil, incómodo o tal vez un poquito doloroso. Como pareja, no se conocen en la intimidad, y si sumamos al cansancio, los nervios, no resultan una buena combinación. Mi consejo es que las nuevas parejas busquen formas de relajarse tomando una taza de té, tal vez escuchando música, bailando o simplemente abrazándose; todo irá fluyendo.

No tengas miedo de la falta de compatibilidad

Las relaciones íntimas, ahora y en los pasados más remotos, funcionan. ¡Siempre funcionan! Salvo rarísimos casos en los que hay alguna barrera física —y créemelo: de verdad, son casos rarísimos y no tengas miedo: tú no eres uno de ellos—. Los hombres y las mujeres siempre son compatibles; nuestros órganos genitales han sido diseñados con una ingeniería perfecta, mejor que el más moderno dispositivo. Siempre caben, se empalman y funciona. Cuando una pareja dice que no son “sexualmente compatibles”, no tiene nada que ver con el cuerpo: en realidad es porque no han logrado establecer esa intimidad que va mucho más allá del cuerpo, lo que me lleva al siguiente punto:

No trates de ocultar nada a tu pareja

Hablen, jueguen, ríanse, y sean completamente honestos. Repito: ¡completamente honestos! Si experimentas angustia, vergüenza o tal vez culpa; si sientes ganas de reír; si cierta posición te resulta especialmente placentera o un poco incómoda, estás en el momento y con la persona correcta para hablarlo. Él, ella, te ama. ¡Se aman!, y por eso están aquí. Te aseguro que con esto en mente y hablando claramente, ustedes serán la pareja más compatible, más satisfecha y más plena.

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Tienes que aprender a sincronizarte con tu pareja

Debes saber que ustedes son distintos, y eso es algo bueno. La curva de excitación del hombre y de la mujer es distinta. Para el hombre la excitación ocurre de forma rápida, pudiendo alcanzar el orgasmo con mucha facilidad. La mujer en cambio, experimenta un proceso lento y gradual, y cuando alcanza un orgasmo, este puede replicarse varias veces (a diferencia del hombre, que una vez alcanzado el orgasmo, llega a un periodo refractario, donde necesita recuperarse y descansar). Una pareja que conozca lo anterior, en la que ambos hablen acerca de lo que sienten, podrá irse adecuando entre sí.

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Las relaciones íntimas unen a la pareja

El orgasmo es importante, pero no lo es todo. Muchos lo describen como el máximo placer, aunque lo que tiene de intenso lo tiene de breve. Si centras el contacto íntimo en el orgasmo, te estarás enfocado tan solo en la búsqueda del placer en tu cuerpo. Mírense a los ojos, platiquen, quiéranse no solo con su cuerpo sino con todo su ser.

Lo que es circo, no es escuela

Aléjense de Internet. ¡Huyan de la pornografía! Encontrarán incontables verdades a medias —es decir, mentiras, y a veces terribles— en las películas románticas, en blogs, libros eróticos, etc. Recuerden que en los medios de comunicación masiva los hechos se editan para ser vendibles, pero las relaciones de pareja no son como las pintan. Aprenderán mucho más acerca de esto conversando entre ustedes, que siguiendo a sexólogos famosos.

Un consejo si son tus segundas nupcias

Aún si esta no es la primera experiencia de pareja de alguno de los dos, sí puede marcar un “antes y un después” en su vida. Esta es la primera ocasión en la que él y ella se dicen sí, con todas sus consecuencias, con toda su historia, para siempre: “Te amo a ti, solo a ti, para siempre”. Lo han hecho público con su boda: que todos sepan que se aman y que han decidido estar juntos.

Cuida y conoce a tu pareja

Cuídense. Conocerse y cuidarse es parte de toda relación sana. Recuerda que tu fertilidad es un signo de salud, no uno de los jinetes del apocalipsis. Aprendan acerca de los periodos naturalmente fértiles e infértiles en una pareja: el usarlos para buscar o evitar un embarazo puede evitarles muchos dolores de cabeza, al tiempo que protege a la naciente familia.

Tu habitación es un lugar sagrado

Por último, y el más importante, oren juntos. Su casa, su cama son como un pequeño altar en un mundo donde existe demasiada injusticia, demasiado odio y mentiras. Ustedes pueden ir cambiando el mundo con todo lo que se quieren. Somos personas sociales y, una familia a la vez, podemos irle enseñando a esta sociedad que sí se puede vivir una sexualidad sana, plena y feliz; que el amor sí existe y es mucho mejor que el de las novelas.

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Felicidades por tu matrimonio, que está empezando. ¡Y se va a poner muy bien!

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Pilar Ochoa Mendez

Pilar es pedagoga, está convencida de que su forma de cambiar al mundo es a través de la familia y la educación. Le encanta leer, mirar televisión y una buena discusión, incluso cuando no gana.