Lo que puedes enseñarle a tu hijo, de la perseverancia de Tom Brady
La historia de Tom Brady, mariscal de campo de los Patriotas de Nueva Inglaterra, jugador al que nadie quería y terminó convertido en una gran estrella.
Arturo Leonardo
¿Crees que tienes talentos que nadie aprecia? ¿Has pensado en que nadie pone atención a lo que verdaderamente puedes realizar?
Te quiero contar una historia de autoestima pura. Es el camino que ha tenido que recorrer Thomas Edward Brady Jr., un jugador de futbol americano que al principio de su carrera no tuvo oportunidades y ahora es un consagrado de la NFL.
Brady jugó en la Universidad de Michigan en su etapa como colegial. Era considerado como la séptima opción de los entrenadores para ser quarterback (mariscal de campo). Debido a que la oportunidad no llegaba, Brady tuvo que ir a terapia con un psicólogo que le ayudara a entender si situación y no desanimarse.
A base de trabajo, Tom Brady le ganó la titularidad al entonces mariscal Drew Henson y al final, Tom Brady lideró al equipo de Michigan a ganar dos tazones (trofeos) en 1998 y 1999. Era la hora de probar suerte en la NFL.
Ilusiones renovadas
Entonces llegó el Draft del 2000 (el Draft es un evento en que los jugadores que salen de las universidades en Estados Unidos son seleccionados por los equipos profesionales). Pero el tiempo pasó y nadie quería a Thomas Brady Jr. Habían pasado ya seis rondas, 198 jugadores habían sido seleccionados y nadie quería a Brady.
Entonces el milagro llegó y como jugador 199, Tom Brady fue elegido por el equipo de Nueva Inglaterra. En su primera temporada con Nueva Inglaterra, únicamente pudo participar en un juego y terminó la temporada solamente con seis yardas. Todo apuntaba a que otra vez tendría que conformarse con ser jugador de segundo orden.
Corte a:
Estamos en el 2014. Tom Brady superó la marca de las 50 mil yardas por pase. Brady es ahora el sexto quarterback en la historia de la NFL que rompe esa barrera.
Los Patriotas derrotaron a los Bengalíes de Cincinnati 43-17 en un juego del domingo por la noche. En ese partido, Brady sumó 292 yardas y dos touchdowns. El egresado de Michigan superó las 50 mil yardas durante el primer cuarto, luego de conectar un pase de 27 yardas con su “ala cerrada” Rob Gronkowski.
A sus 37 años, Tom Brady, hasta el momento de escribir este artículo, registra más de 50,200 yardas por pase, algo que sólo algunos cuantos han logrado: Brett Favre (71,838), Peyton Manning (66,812 y contando), Dan Marino (61,361), Drew Brees (52,997 y contando) y John Elway (51,475).
¿Qué aprendemos de Brady?
Primero, que el éxito es un fruto que, para cosecharlo, puede llevar muchos años de persistente trabajo. A veces se siembra una semilla, se cuida, se nutre, y al crecer se marchita, o no da fruto. Así le pasó a Tom Brady: nadie lo buscaba, nadie lo escogía, nadie veía su potencial.
Pero él no se dio por vencido. Si analizas bien la historia de Tom Brady, te darás cuenta que en la vida siempre hay obstáculos, pero lo más importante, es nunca perder de vista el objetivo y no descansar hasta lograrlo. No dejes de tocar puertas, porque si lo haces nunca sabrás si se te abriría la siguiente.
Arturo Leonardo
Comunicador fanático de sus hijos a quienes les relata día a día sus aventuras de música y deportes, gusta de leer lo que se cruce en su camino, piensa que el acto más revolucionario que puede existir es el de reír.
