Los 30 años son los mejores para ser mamá

Conoce las razones por las cuales muchas mujeres deciden ser madres a los 30 años.

Adriana Acosta Bujan

La mayoría de las mujeres deseamos convertirnos en madres en algún punto de la vida. Ya sea por el instinto maternal que nos distingue o por la ilusión de tener un bebé producto del amor que sentimos hacia la pareja amada.

Sabemos que tomar la decisión de ser madre no es algo que se debe tomar a la ligera. Ya que implica muchas responsabilidades y obligaciones para toda la vida. Incluso conlleva sacrificios que se transforman en bendiciones y satisfacciones.

Los hijos son demandantes, me refiero al tiempo de calidad que se debe dedicar a ellos, para asegurar una buena crianza.  Por ello la edad para concebir un bebé es relevante y muy importante.

Según un estudio publicado en Public Health afirma que las mujeres deberían programar el embarazo alrededor de los 30 años, debido a que tienden a vivir más tiempo. Además otros estudios y medios de comunicación, aseguran en sus investigaciones, que las mujeres están mejor preparadas para resolver problemas y desarrollar más sus habilidades mentales.

Las razones son las siguientes:

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1. Control de las emociones

En una investigación se dio a conocer cómo la capacidad de controlar las emociones se mueve de un área del cerebro a otra a medida que los adolescentes maduran hasta convertirse en adultos.

Por tal razón, podemos decir que a partir de los 30 años, algunas mujeres han aprendido a controlar sus emociones. Por ejemplo, pueden identificar los momentos en los cuales llegan a perder la paciencia.

2. Tienen más estabilidad económica y emocional

Se supone que las mujeres al llegar a los 30 años han cumplido con sus metas y objetivos. Esto hace que tengan más estabilidad financiera. Incluso los registros no mienten, lo podemos consultar en la página del Economista, donde existe un registro del incremento de las mujeres en el mercado laboral al iniciar el 2018.

Además, cuando las mujeres se sienten más estables económicamente y con una relación sólida con la pareja amada, es más probable que se piense en la maternidad.

3. Mayor confianza y seguridad

Las mujeres llegan a sentir más confianza y seguridad en ellas mismas, puesto que se sentirán más preparadas para afrontar la maternidad.

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4. Reforzar el amor en la relación

Cuando amas a una persona lo más usual es que desees tener un bebé como símbolo del amor eterno. Al llegar a los 30 años, la relación en pareja es sólida y más fuerte. Por lo tanto, será la mejor etapa para poder cumplir con la ilusión de ser padres y formar una familia.

5. Tu cuerpo está mejor preparado para concebir

Los expertos señalan que la fertilidad de los hombres disminuye después de los 35 años. Por esa razón, pensar en tener un hijo a los 30 años es la edad perfecta. 

Además, estudios aseguran que el cuerpo de la mujer está listo para concebir es entre los 14 y 30 años. Ya que se encuentra en la etapa que favorece a la fertilidad.  Incluso existen menos probabilidades de que el futuro bebé nazca con complicaciones congénitas.

6. Te sientes más segura para afrontar la crianza

Por lo común, cuando cumples 30 años tus metas están realizadas, hablando en aspectos emocionales y financieros. Por lo tanto, eso te dará la oportunidad enfocarte en cuerpo y alma en la crianza de tu hijo.

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El psicólogo Juan José Vargas  asegura que “la madre encara la maternidad con una solvencia económica más consolidada y por lo tanto sabe mejor lo que quiere para formar su familia. En tanto que, ella como su pareja, se sienten más seguros de enfrentarse a la educación de su hijo y ven sus cuidados como una compensación y no como una carga”

Ser madre no solo cumple con el instinto maternal o de la reproducción, sino que va más allá. Se trata de poder dar vida a otro ser humano. Honestamente, creo que no se puede explicar con palabras el maravilloso sentir de una madre al tener un hijo. Por ello, disfruta al máximo ser madre.

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Adriana Acosta Bujan

Adriana Acosta estudió comunicación, es madre y abuela, y actualmente se dedica a la enseñanza e investigación a nivel universitario en Puerto Vallarta. Publica sus escritos esperando que ayuden a las personas que leen sus útiles vivencias.