Los 5 problemas más comunes en las familias, y ¡sus soluciones!

Cada familia es diferente y existen problemas como familias hay, pero al revisar podemos ver que hay cosas que la gran mayoría tiene en común. ¡Entérate!

Emma E. Sánchez

En el mundo no existe un matrimonio o familia sin problemas, dificultades o desafíos. Solteros, casados con y sin hijos, todos sin excepción tenemos algo qué sortear, pues simplemente así es la vida y se trata de vivirla.

En general, podemos decir que todas las dificultades que enfrentamos se engloban en las siguientes categorías en las que, al mismo tiempo, enlisto algunas buenas sugerencias para hallar la solución y no detener nuestro camino trazado:

Problema: Cojear en lo económico

Este es el problema del que escuchamos con más frecuencia, y que a todos en algún momento de la vida nos alcanza. Los inconvenientes y estrecheces económicos no aparecen por sí solos, porque aunque no lo creas, nosotros los generamos, los provocamos y permitimos que duren el tiempo que deseemos. Si actualmente tu problema es económico, debes de poner tu atención en las siguientes soluciones y activarte ya.

Solución: Administración financiera, capacitación laboral, trabajar, ahorrar y educarse

Me dirás que es muy fácil decirlo, ¡pero es verdad! La problemática económica apareció porque en uno de estos puntos, o varios, no tuviste cuidado. La angustia de pagar tarjetas de crédito, tener pocos o nulos ingresos porque no se puede obtener un empleo, perder éste y todo lo demás, es un círculo sin fin que debe romperse. Las palabras clave son disciplina y constancia para ti y tu familia. Hasta que no tomes el control de tu dinero y cómo lo gastas, serás presa fácil y nunca estarás libre de este terrible mal.

Problema: Salud precaria

En este rubro tenemos dos razones que van ligadas una con la otra: perdemos nuestra salud por negligencia o simplemente en nuestra vida se presenta el desafío de vivir personalmente, o un ser querido, una enfermedad.

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Soluciones: Cuida la salud que hoy tienes

Esto es lo primero, y más importante: ejercicio y alimentación sana son tópicos obligatorios; luego, decir adiós al abuso de todo aquello que de manera personal te haga daño, como por ejemplo el refresco (las sodas).

En segundo lugar, cuando la enfermedad ya se instaló en casa y vive en la familia, hay que aceptarla y vivir lo mejor que se pueda. Salir corriendo, negarse, sufrir o ir en contra sólo provoca que la enfermedad sea más fuerte y le damos más poder sobre nosotros. Es un proceso, es cierto, pero hay que saber asimilar el más terrible cáncer, la inmovilidad, la pérdida de extremidades, funciones o sentidos. Pelear contra la enfermedad, desgasta y abruma. Aceptar y hacer lo que se debe de hacer o hasta donde se puede hacer, poco a poco nos liberará. Recuerda que “no hay mal que dure cien años, ni persona que los aguante”.

Esa es una de las dificultades más grandes de la vida y más dolorosa cuando se trata de nuestros hijos, pero ten presente esto: no pelees contra la enfermedad, acepta y actúa.

Problema: Lo emocional es otro lastre

Tras las enfermedades, los problemas emocionales lastiman mucho a la persona y a quienes lo rodean. En esta categoría incluimos a las adicciones, la comida, el alcohol, la pornografía, drogas de todo tipo y todos los desórdenes y trastornos. Pero, al mismo tiempo, son problemáticas que tienen solución.

Solución: Valor y constancia

Valor para aceptar que hay un problema, una necesidad y una carencia. Valor para pedir ayuda o aceptar la que se nos ofrece. Constancia para asistir a terapia, para hacer lo que se debe de hacer y alejarnos de todo aquello que nos hace daño o nos remite a lo que debemos abandonar.

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Hoy somos afortunados de poder contar con especialistas que nos pueden echar una mano, pero hay que convencerse de que no nos rendiremos hasta lograr mejoras.

Problema: Desafíos con, o causados por los hijos

Dicen que los dolores más grandes de la vida nos los darán nuestros hijos comenzando por los de parto, y es cierto. A veces, los hijos se meten en serios problemas que con frecuencia nos alcanzan. Un hijo que ha cometido un error puede acabar con la salud de los padres, sus ahorros de una vida y los bienes que les costaron años de sacrificio. Hijos en la cárcel, que han dañado a otras personas, irresponsables y cualquier otra cuestión que implique y ponga a prueba nuestro amor por ellos.

Solución: Educación, valores y disciplina

No hay más, los problemas de los hijos se previenen cuando, como padres, los educamos y preparamos para el mundo; cuando les enseñamos a enfrentar las consecuencias de sus actos, no les toleramos vicios y les fomentamos una vida sana, correcta y fincada en valores que se viven y exigen en casa. No hay de otra.

Problema: En pareja también hay paja

Un matrimonio inicia con amor, ilusiones, mucha buena voluntad y deseo de estar junto a la pareja. Pero el tiempo pasa y un día el ser amado nos parece repudiable, desconocido y hasta insoportable. Las infidelidades aparecen, la deshonestidad económica y el crecimiento personal sin ningún proyecto en pareja o familia termina disolviendo el matrimonio.

El divorcio es un golpe durísimo por el que no es necesario pasar si hoy hacemos algo por cuidar de nuestra vida en pareja.

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Solución: Regresa al principio…

Al amor y al noviazgo, a la conquista y el servicio y cuidado del ser amado. Guíate por estas palabras clave: perdón y reconciliación.

Por último, dos secretos:

La actitud

Todo problema es más sencillo de sobrellevar al mejorar nuestra actitud. La tarea no cambia su naturaleza, pero nosotros mejoramos nuestra capacidad de afrontarla. Una buena actitud nos aligera las cargas y nos permite fluir sin chocar y destruirnos.

La fe

Tener el don de la fe, desarrollarla y creer en Dios cambia por completo nuestra percepción de la vida y comenzamos a ver con nuevos ojos los problemas. Quien tiene fe puede enfrentar lo que sea y seguir siendo feliz, aun cuando las más grandes penas lleguen a su vida. El creyente sabe que todo lo que suceda siempre le será para su bien.

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Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.