Los peligrosos hijos Búmeran

Los hijos Búmeran han ido en aumento sin que se pueda detener. Es importante saber quiénes son y qué hacer con ellos

Erika Gaytán

Ella se embarazó muy joven, luego de haber nacido el bebé decidieron casarse. Como él no tenía un trabajo con el que se pudiera hacer cargo de su familia cada quien vivó con sus padres cerca de 3 años para luego mudarse con él a la casa de sus progenitores.

Años después se dan cuenta que no eran felices y decidieron separarse, llevándose a su hija a la casa materna. La idea era vivir solo un tiempo pero han pasado cerca de 10 años y todavía vive ahí.

Los hijos adultos jóvenes que deciden casarse o independizarse por cualquier razón y luego de un tiempo regresan a casa de sus padres se les denominan como “hijos búmeran”, el cual se presenta 1 de cada 5 jóvenes. Ellos son nacidos a mediados de los años 70 y finales de los 80.

Cuando te casas con tu pareja los dos hacen ajustes en lo personal para vivir mejor en pareja, cuando llegan los hijos esta relación sufre un cambio porque ya no están solos, ya existen otras personas que dependen de ellos, por lo que optan por darle otro giro a su relación.

“Cuando los hijos dejan la casa parental, las relaciones mejoran y los padres encuentran un nuevo equilibrio”, mismo que se ve violentado por alguno de sus hijos si deciden regresar con ellos asegura Marco Tosi autor del estudio London School of Economics and political Sciencie de Reino Unido.

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Razones Búmeran

Aunque la corresidencia intergeneracional (distintas generaciones comparten residencia) disminuyó de manera significativa el último medio siglo “este patrón se ha alterado recientemente, en algunos países ha aumentado; un cambio que se interpreta como una respuesta familiar a los niveles familiar a los niveles de desempleo, perspectivas laborales precarias y dificultades económicas entre adultos jóvenes”.

Las razones económicas son de las que encabezan la lista de razones, misma que ha crecido gracias a la crisis que se vive en todo el mundo.

En el 2008 se presentó un aumento de 110 mil jóvenes entre los 16 y 29 años que retornaron a la casa de sus padres de acuerdo a un estudio realizado por el Institute for Social & Economic Research (Iser) de la Universidad de Essex, con Inglaterra con la mayor cantidad de hijos búmeran. Que al independizarse y encontrarse con alguna dificultad (separación de pareja o pérdida de trabajo) regresaban

Cuatro de cada diez adultos mayores de 60 años ayuda a sus hijos, mientras que solo el 12% recibe ayuda de sus hijos retoños, lo que ha llevado a que sus padres retrasen su jubilación para que le pueda alcanzar el dinero y mantenerlo.

Reglas establecidas

1. Tareas

No porque esté bajo tu mismo techo otra vez significa que lo debas de tratar como cuando era pequeño, por ello hablen de las tareas que debe hacer en casa: el aseo de su recámara, ayuda en el aseo de la casa (establezcan labores), lavado de ropa, etc.

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2. Contribución

Como si estuviera rentando un cuarto o un departamento es fundamental que contribuya económicamente con algo, en caso de no tener trabajo que sea mínimo la contribución económica bajo el concepto de alquiler, o el pago de la luz, el agua o cualquier otra cosa que acuerden las dos partes.

3. Respeto

En ambas partes debe de estar muy presente esta palabra, de lado del hijo no debe perder de vista
que ya no es su casa porque renunció a ese derecho, por lo tanto reuniones con sus amigos tendrá que consultar primero y contribuir en la medida de lo posible. Por parte de los padres deben tener en cuenta en todo momento que su hijo ya no es ese pequeño que se fue alguna vez y se le resolvía todo no está, por lo que no podrán monitorearlo como lo hacían antes.

Deben tener mucha paciencia las primeras semanas o meses para que vayan viendo como es su contraparte y los cambios que han realizado. Los acuerdos deben ser claros y llevados a cabo por ambos lados para que todo funcione de la misma de la mejor manera.

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Erika Gaytán

Oriunda de la tierra del taco, el mariachi y el folklore. Periodista de profesión y corazón. Por muchos años he tenido la fortuna de colaborar como docente en la educación de niños, adolescentes y jóvenes. La música, la enseñanza, la investigación, lectura y escritura son mis grandes aficiones.