Madre sentenciada a la cárcel tras muerte de su hija en accidente por no haberle puesto el cinturón; lo que los padres deben saber

Acusada de homicidio involuntario por no haberle puesto el cinturón de seguridad a su hijita que murió en un accidente mientras ella manejaba. ¿Es justo? Todo lo que debemos saber como padres.

Mariel Reimann

Una sentencia de un juez a una madre en Estados Unidos, marca un precedente y nos hace tomar conciencia en cuanto a algo muy simple que los padres muchas veces pasamos por alto.

Diez días de cárcel, 18 meses de libertad condicional y 3.000 horas de servicio comunitario es la sentencia a la que Carolyn Dawn Hughes, de 24 años, fue sentenciada en el estado de Utah, en Estados Unidos, por la muerte de su hija de 3 años de edad que viajaba en compañía de otros 7 niños y su madre.

Según lo informó KSL, al parecer, ninguno de los niños que estaban siendo transportados en el vehículo llevaban puesto el cinturón de seguridad. La niña que murió y su hermanito de 2 años, eran hijos de Hughes, los demás niños no eran de ella.

Esta madre había recibido una multa, un año anterior al fatal accidente por llevan niños sin el cinturón de seguridad puesto.

Algo de lo que debemos tomar conciencia como padres

Las estadísticas publicadas por Forbes, dicen que más del un tercio de los niños que mueren en accidentes de autos y que tienen menos de 13 años, no llevan el cinturón de seguridad puesto.

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El Departamento de transporte Nacional y de Tráfico Seguro en Estados Unidos publicó un anuncio que insta a “padres y a cuidadores a ser los primeros en asegurarse de que los niños estén correctamente sujetados en los asientos correspondientes para su peso y edad”.

Hasta el momento, los accidentes automovilísticos son la causa principal de muerte en niños menores de 13 años. En el 2011, solamente, dos niños murieron y 338 resultaron heridos diariamente como causa de un accidente.

El conductor carga la responsabilidad de asegurarse que todos los pasajeros lleven su cinturón de seguridad puesto

Así como en los aviones, a pesar de que todos los que ya hemos viajado en un avión o visto una película que incluya un viaje en avión, sabemos que debemos abrocharnos el cinturón de seguridad, sin embargo, hay un montón de gente que no lo hace.

El porcentajes de muertes en accidentes de avión es mucho más bajo en comparación a las muertes ocurridas en vehículos, no obstante, las azafatas pasan asiento por asiento asegurándose de que cada uno de los pasajeros esté debidamente asegurado.

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Los viajes en auto, así sean de sólo dos cuadras, no deberían ser la excepción. A la mayoría de los niños les molesta ir sujetos a los cinturones de seguridad, y muchos padres para evitarse la rabieta de sus hijos, lo pasan por alto.

En muchos países latinoamericanos, no llevar el cinturón de seguridad puesto es ilegal y el objeto de una multa. Sin embargo, esto debería ser obligatorio por nuestra propia conciencia.

No debemos manejar a menos que cada ocupante lleve el cinturón puesto

Es un poco alarmante pensar que una regla tan simple como esta deba ser reforzada por la ley con multas y sentencias de cárcel. No tiene sentido que algo tan pequeño que sólo llegan un minuto, no se haga y que por ello, nuestros hijos pierdan la vida, sin embargo lo hacemos todo el tiempo.

Como regla general, todos los conductores del mundo, no deberían ni siquiera encender el motor del auto hasta que todos lleven su cinturón de seguridad debidamente abrochado.

Acusada de homicidio involuntario

Esta madre, así como otros padres en la historia de Estados Unidos, no sólo ha perdido a su hija mientras ella era quien iba al volante, sino que ahora ha sido acusada del homicidio involuntario de su propia hija.

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Algo que le podría haber tomado unos 5 minutos, hoy la ha sentenciado a una vida llena de remordimiento, culpa y dolor.

Abrochemos a nuestra familia, si los amamos tanto como decimos.

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Mariel Reimann

Mariel Reimann estudió leyes en la Universidad de Córdoba, Argentina y vive en Salt Lake City, Utah. Es madre de dos hijas que son la luz de su vida.