Madres ineficientes: Ser una y no darse cuenta puede ser muy fácil

Aparentemente se trata de buenas acciones con las mejores intenciones, pero resultan todo lo contrario, dañando severamente a los hijos, el esposo y a quienes les rodean. Entérate de lo que está sucediendo con estas madres nocivas e ineficientes.

Emma E. Sánchez

No me canso de decir que vivimos una época llena de oportunidades y puertas abiertas para las mujeres. En lo personal y profesional podemos elegir muchísimas cosas como nunca antes. Sin embargo, dentro de todas estas maravillas que nos ofrece este nuevo siglo algo no está saliendo bien, pues al mismo tiempo que avanzamos a pasos agigantados en la ciencia, la tecnología y las comunicaciones, retrocedemos rápidamente en la descomposición de las familias y del tejido social.

Uno de los pilares más fuertes que ha sostenido a la humanidad es la mujer, quien mediante el poder que le otorga la naturaleza de poder dar a luz y criar, tiene la enorme posibilidad de influir en quienes forma y con ello transformar vidas, familias y naciones. Pero como si se tratara de una estrategia de guerra perfectamente orquestada, la mujer hoy es blanco de los ataques más violentos, crueles y sutiles, pues al derribarla a ella se corrompe a generaciones.

Estos ataques sistemáticos están dando como resultado una nueva generación de madres denominadas -por los pedagogos y especialistas en conducta humana- como “Ineficientes”, e incluso “Nocivas”.

¿De qué va esto?

Una madre nociva o ineficiente es aquella mujer que siendo o no la madre biológica, no satisface las necesidades mínimas o peor aún, daña al o los infantes que tiene a su cargo.

Las señales a considerar

Carencia de conexión emocional

Esta carencia de conexión en muchos casos se debe, casi siempre, a un embarazo no deseado o a un embarazo o alumbramiento altamente traumático, y el tener al bebé en brazos no hace ningún cambio. Al paso de los días el rechazo va tomando más y más fuerza.

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Esta carencia de conexión se hace muy notoria cuando la madre no abraza al niño, se limita a gritarle, lo separa de su lado, pone a otros a cuidarlo y su vida parece la de una mujer sin hijos. Más aún, puede hacer referencia o mencionar que sin el niño la vida sería mejor o más sencilla.

Rechazo a la maternidad o al niño

Si se piensa en niños en edad preescolar y menores, se les imaginas contentos, jugando, haciendo travesuras e investigando el mundo; que llevan ropa de colores, cantan, tienen una mascota y su mamá los cambia varias veces al día porque no hay modo de que puedan estar limpios.

Los hijos de madres ineficientes son niños sucios, descuidados, nunca pueden llevar a la escuela el uniforme completo, limpio, la tarea hecha, el almuerzo o peinados al mismo tiempo, o es una cosa o la otra, pero no hay modo de que las cosas funcionen.

Los niños van solos a las actividades -si es que van-, son tímidos, reservados, delgados y hacer amigos les constituye una gran dificultad, incluso pueden ser rechazados por sus pares.

No se vincula como madre. Es más una relación de amigos. No hay responsabilidad

Una vez que el niño crece, la madre establece una relación más de “amigos” que de una madre porque no puede hacerse responsable ni establecer un compromiso con el hijo; por eso le resulta más sencillo tratarlo como igual, decir que lo deja solo porque confía ciegamente en él; todo menos tomar el papel de una madre.

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No hay reglas, ni disciplina. Es permisiva

Un hijo cuya madre es ineficiente anda solo en la calle a deshoras de la noche, se queda en casa de amigos, no se reporta y nadie pasa a recogerlo o se preocupa por él.

La madre lo permite todo, no le importa simplemente lo que pueda pasar. Es curioso que hijos de madres así por lo general no se metan en líos, no sean problemáticos, pero cuya característica principal es la melancolía y les resulta casi imposible mantener relaciones duraderas en la vida adulta.

Está ausente

Aunque esté en casa, pareciera ser que la madre no existe, hace su vida y le tiene sin cuidado que su hijo haga la propia.

Puede ser agresiva, indiferente o desentendida

Le pega a su hijo, puede dejarlo sin comer, lo abandona por horas con otros, lo lleva a una fiesta y ahí lo deja, incluso pasa por él horas después de que la fiesta ha terminado y ve en cualquier persona la oportunidad de deshacerse del niño. Los maestros, cuidadores, abuelos o el esposo hablan con ella al respecto, pero todo sigue igual o empeora.

Enseña lo incorrecto, transmite malos hábitos y vicios

Aquí la cosa se complica, y mucho: madres que enseñan a sus hijos a beber, fumar, robar y abusan de ellos, los prostituyen, venden y cosas peores. Estas mujeres entran en la categoría de madres nocivas y la ley sanciona fuertemente estas prácticas y las tipifica como delitos que incluyen la corrupción de menores.

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¿Qué se puede hacer?

Ayuda profesional

Una detección temprana y un tratamiento oportuno pueden hacer la diferencia en la vida de todos. Hay que estar alerta, con los ojos bien abiertos en nuestros alrededores y círculos cercanos y de conocidos.

Alejar al niño

Muchos niños tristemente están mucho mejor con otros antes que con su madre. En este caso la asesoría legal es muy importante, pues se puede llegar a caer en algún delito o problema legal mayor.

Denunciar

Si sabes de algún caso donde se está abusando de un menor o afectando directamente contra su integridad, se debe denunciar ante las autoridades competentes.

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Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.