“Mamá, nunca juegas conmigo”

Dime algo: ¿Cuándo fue la última vez que jugaste con tu hijo?

Emma E. Sánchez

Hace unos pocos días vino a casa de visita mi hija mayor, ella ya está casada y vive lejos de nosotros así que solo en vacaciones o situaciones muy especiales la vemos. Tengo que confesar que me es muy fácil platicar con ella, nos dedicamos a la docencia así que con mucha frecuencia terminamos hablando de los niños y las escuelas.

En esta visita hablamos como siempre de nuestros alumnos y las dificultades que enfrentan los niños hoy en día, coincidíamos que hoy más que nunca los niños necesitan de sus padres, de papás que les dediquen tiempo para jugar, entonces, mi hija hizo un breve silencio y entonces me dijo. “mamá tú tampoco tenías tiempo para jugar conmigo” para serte sincera, sus palabras estrujaron mi corazón.

De repente, tantos años de aconsejar a otros padres diciéndoles que se acercaran a sus hijos, me parecieron vacías, mi propia hija me decía que yo no había jugado con ella. Casi inmediatamente le respondí a mi hija que eso era mentira, que ¡claro que había dedicado tiempo a jugar con ella! Esa hija mía adulta, ahí sentada frente a mí, de repente se convirtió en esa niña pequeña sin algunos dientes y el cabello chino enmarañado que no para de pedirme que jugara con ella, una vez más estaba frente a mí pero ya no para pedirme que jugara sino para decirme que el tiempo se había ido.

Mi hija y yo seguimos platicando, yo di explicaciones que más me sonaron a mí misma como justificaciones a todos esos días que no puede, no tuve tiempo, no jugué lo suficiente o simplemente no quise jugar con ella por mil razones. Terminamos contentas y creo yo, un poquito más cercanas pues ahora ella misma entiende y vive las exigencias de la vida adulta.

Las vacaciones terminaron, ella y su esposo regresaron a casa y nuestra plática se quedó conmigo dándole vueltas en la cabeza. De ahí nació este artículo, porque no quisiera que a ti, cuando seas mayor como yo, te pasara lo mismo.

Advertisement

Mamá inventiva publicó un artículo relacionado a lo que te estoy contando, abordando el tema desde la creencia que los padres no jugamos mucho con los hijos porque hemos olvidado cómo hacerlo.

Cualesquiera que sean tus situaciones de vida en este momento, si tienes hijos pequeños permíteme hacerte algunas recomendaciones deseando te ayuden a poder acercarte más con tus hijos mediante el juego.

El juego es el trabajo más importante que realiza un niño

Si no jugaran, no desarrollarían su mente, ni su cuerpo, jugar es la primera señal de que estás sanos.

Inventar, imaginar y hacer las mismas cosas una y mil veces es un proceso de aprendizaje profundo, serio y muy significativo

Cualquier cría busca hacer lo que hacen los adultos para practicar y aprender a vivir en este mundo. “Jugar es cosa seria” diría una gran maestra que tuve; no interrumpas su tiempo de juego o si ves a tu hijo muy concentrado, mejor obsérvalo y aprende.

Procura no rechazar una invitación a jugar

En nuestra vida hay invitaciones que bajo ninguna circunstancia nos perderíamos. Una invitación a jugar es la invitación a escuchar y participar en una cátedra con la persona que más amas en tu vida. Acepta aunque tardes más en sentarte en el piso que el tiempo que jugarás, todo es fuerzo sincero es mucho muy valioso.

Advertisement

Nunca pongas tú las reglas, eso es para adultos porque nos dan lógica, los niños no la requieren en esos momentos a menos que ellos lo propongan

La fantasía es vital no la arruines con la realidad

Ten cuidado con decir frases como “no es cierto” “eso no ocurre así” primero observa y escucha toda la historia antes de arruinar el gran final.

A veces lo único que quieren es nuestra presencia cerca de ellos

Puedes explicar que tú juegas desde tu mesa de trabajo o escoge ser el personaje que es mamá que está trabajando, ellos igual jugarán contigo y te exigirán participaciones mínimas, pero en el registro de la vida quedará que por lo menos lo intentaste, más no abuses de este recurso o jamás te volverán a invitar.

Deja la pereza de lado

Atiende lo importante en lugar de atender lo urgente

Contestar ese correo ¿realmente lo debes responder inmediatamente?

Y por último, no te sientas culpable si no puedes jugar todas las veces o todo el tiempo que quisieran tú y tus hijos

Jamás podremos hacer todo, pero lo poco o mucho que hagamos deberemos hacerlo con la mejor actitud y el mejor de los espíritus, no te sientas mal y mucho menos cargues culpas.

Busca otros momentos para equilibrar los tiempo s y te voy a dar un secreto: toma muchas fotos de momentos juntos, créeme, serán las únicas evidencias a tu favor cuando la tierna memoria olvide lo que solo el corazón sabe que fue verdad.

Advertisement
Toma un momento para compartir ...

Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.