Manos a la obra: desarrolla la motricidad fina de tu bebé (de 0 a 4 meses)

La estimulación temprana ayuda a desarrollar de forma adecuada las funciones cerebrales en el bebé. Comparto algunos ejercicios que puedes hacer en casa para que logres activar sus manos y pies.

Paola López Martínez

Cuando por fin tuve a mi nena en los brazos la vi hermosa. Sentí el placer más grande jamás experimentado. Su manita se aferró a mi dedo meñique y sentí entonces la responsabilidad de hacer lo mejor para que ella siguiera por siempre aferrada a mí.

Esos esfuerzos incluyen todo mi amor y dedicación de madre, y también los conocimientos (de psicología) que tenía en ese entonces sobre cómo cuidar y criar a un bebé. Debo confesar que cuando eres mamá primeriza el mundo se te viene encima, aunque seas psicóloga, doctora o secretaria. Las personas a tu alrededor te saturan de información y no sabes qué teoría creer, o si deberías desechar los viejos consejos de tu abuela.

Una buena idea para ayudar a tu bebé es recurrir a la estimulación temprana,que está basada en ejercicios y juegos que ayudan al desarrollo de las funciones cerebrales del recién nacido. Cuando mi pequeña cumplió un mes la llevamos a su primer control nutricional con la pediatra, visita que aprovechamos para resolver todas nuestras dudas. Como psicóloga y como madre preocupada, mi primera pregunta fue, ¿qué puedo hacer para que el desarrollo de mi hija sea el óptimo? La respuesta de la pediatra fue esta: “Buena alimentación y suficiente estimulación”.

Lo primero que hay que estimular en un bebé es su motricidad fina, es decir, ayudarle a desarrollar movimientos en manos, pies y dedos. Todo esto puedes hacerlo tú misma en casa, desde el primer mes de vida de tu bebé: que conozca y coordine su cuerpo. Por ello, comparto aquí algunos ejercicios que llevé a cabo con mi hija:

1. Abrir–cerrar

Los recién nacidos tienen sus manos cerradas; este es un reflejo llamado prensión, y podemos verlo también en sus pies al deslizar el dedo por toda la planta, pues notarás que sus dedos se encogen. Para estimularla debes abrir poco a poco y con suavidad sus manos, incluso mientras lo amamantas o cuando esté despierto y en calma; hazlo en ambas manos alternando los turnos.

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2. Cosquillas

Desliza con cuidado una pluma o una tela de seda por la planta del pie del bebé. Hazlo en ambos pies, alternando el turno; igual en sus manos.

3. Soplidos

Coloca tu cara muy cerca de la barriga de tu bebé y sopla con ligereza; puedes hacer círculos o diferentes figuras.

4. Caricias

. Antes o después del baño acaricia todo el cuerpo del bebé, poniendo énfasis en manos y pies, y en sus veinte dedos. Se puede hacer también untando crema humectante en tus manos o cubriéndolas con un guante suave, a fin de que experimente texturas y temperaturas diferentes.

5. Agarra-suelta

Ayúdale a que abra sus manos y que sostenga en ellas juguetes con diferentes formas y texturas; después, ábrelas con intención de que suelte el objeto. Alterna este ejercicio en ambas manos. No lo pierdas de vista, ya que querrá llevar el juguete de inmediato a su boca.

6. Sapitos

Durante el baño sostenlo en tus manos boca bajo y en posición de sapito, deja que jugueteé en el agua con manos y pies. Puedes pedirle ayuda a tu pareja o a alguien más para que cubra de agua el resto del cuerpo. Te recomiendo que si el clima lo permite, alternes y juegues con la temperatura del agua.

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Estos ejercicios están diseñados para llevarse a cabo con bebés de hasta cuatro meses de nacido, ya que son de índole “manipulativa”, y lo ayudarán a conocer su cuerpo y a reconocer y acostumbrarse a los objetos, puesto que aún no distingue con precisión las formas y colores. Ten paciencia, conforme tu bebé crezca y la estimulación que reciba sea de calidad, poco a poco mostrará mayor interés en los objetos y descubrirá su uso.

Te animo a que mientras desarrollas la motricidad fina de tu bebé, le hables con cariño, llamándolo por su nombre, y diciéndole el nombre de cada una de las partes de su cuerpo o los objetos que le das a tocar. Recurre incluso a construir juguetes caseros para seguir estimulándolo. Le puedes también cantar o contar cuentos, porque aprenderá a reconocer tu voz y se creará un vínculo de amor irremplazable. ¡Manos a la obra!

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Paola López Martínez

Soy Licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Tamaulipas y tengo dos diplomados, uno en Orientación Familiar y otro en Asistencia Social y Voluntariado y desde hace un año doy terapia psicológica mi email es plopezmtz@hotmail.com