Manual básico para no arruinar cumpleaños
Muchas veces lo que debería ser celebración, diversión y agasajo termina siendo un fiasco porque quienes deben festejarnos no respetan las reglas básicas de los buenos anfitriones. A continuación les comparto una guía para no arruinar cumpleaños.
Yordy Giraldo
Para la mayoría, nuestro cumpleaños es una fecha que anhelamos que se convierta en uno de los mejores días del año. Incluso, a quienes no les agrada la celebración, cruzan los dedos con la ilusión de que, cuando menos, nadie les amargue el día. Y secretamente todos soñamos con regalos como premio de consolación ante la realidad de ponernos viejos.
Si nos festejamos a nosotros mismos, sin embargo, se pierde la sal y pimienta del día. Quizá en alguna ocasión sea una idea genial porque rompe con la costumbre, pero si pasa cada que sea nuestro onomástico terminamos sintiéndonos ignorados y hasta poco queridos, de allí la importancia de contar con personas para quienes nuestro nacimiento sea importante.
Seamos honestos, muchas veces, lo que debería ser celebración, diversión y agasajo termina siendo todo un fiasco, porque quienes se supone que deben festejarnos no respetan las reglas básicas de los buenos anfitriones y tiran a la basura su esfuerzo y nuestras ganas de pasarla bien. De modo que, a continuación, les comparto lo que nunca, nunca, pero nunca deben de hacerle a un homenajeado en su día.
Guía de siete pasos para no arruinar un cumpleaños
1. No dejes todo para última hora
Muchas creen que lo espontáneo es mucho mejor, pero hay ocasiones en que es mejor no correr el riesgo, y los cumpleaños son precisamente una de esas ocasiones en las que es mejor tomarse el tiempo suficiente para preparar el festejo, ya que si algo sale mal realmente puedes dejar un mal recuerdo de por vida.
2. “No olvides” la fecha ni dejes el regalo al final
Hace unos años, mi cumpleaños se dio entre semana, así que mi esposo y yo estábamos trabajando y no pudimos hacer nada juntos; además, él tuvo la nada genial idea de fingir que olvidó la fecha y sorprenderme cuando nos íbamos a dormir. El resultado fue que pasé un día amargo, y aunque el regalo era lo que yo deseaba, ya nada pudo alegrar mi día.
3. Darle gusto, no darte gusto
No se trata de que hagas lo que tú quieras, sino de que la otra persona vea cuánto le conoces y además te importa. Si vas a hacer el esfuerzo, pues haz que valga la pena y la mejor manera es darle gusto, no darte gusto.
4. Ponlo por delante
Prioriza la fecha. Me refiero a que si coincide con algún festejo como el Día de las Madres o Navidad, ¡por favor!, no le hagas la grosería de juntarlo, aparta un espacio para celebrarle en exclusiva. Ya de por sí es bastante feo tener que lidiar con que pocas o ninguna persona esté disponible, como para que encima se equipare su nacimiento con el Día de la Independencia.
5. No pases por alto su día
Sé que somos muchos para quienes recordar una fecha es una misión imposible, pero para eso están las agendas, los recordatorios, las redes sociales y un sinnúmero de alternativas para no olvidar ese día. Si sabes que tienes mala memoria, no te arriesgues y marca la fecha con anterioridad.
6. Lo demás puede esperar
Sólo cumplimos años una vez cada 365 días, así que, ¡por favor!, no permitas que discusiones o malos momentos se hagan presentes. Si puede esperar, entonces que espere. Vale la pena respirar profundo y sacudirnos la mala vibra hasta el siguiente día.
7. Siempre ten un presente
A veces la situación económica, anímica o familiar no es la adecuada como para dejarnos llevar por el espíritu de la diversión, pero un abrazo, unas palabras de cariño, el platillo favorito pueden hacer una gran diferencia para bien de las personas. Tenlo presente.
Los cumpleaños son el equivalente a tener un fin de año y año nuevo personal. La ocasión perfecta para preguntarse qué hemos hecho hasta ese momento y qué hacer en adelante. Un día que trata sobre nosotros, que gira en torno a nosotros y que si este pequeño manual logra hacerse viral, evitará que otros nos arruinen el aniversario.
