Meditación: la clave para lograr más salud y paz mental
Si no sabes cómo empezar a meditar, aquí te acercamos una guía fácil y práctica para incorporar la meditación a tu vida como un hábito.
Erika Patricia Otero
Uno de los ejercicios más placenteros que pude aprender mientras me encontraba estudiando psicología, fue la meditación. Aunque sin embargo, si te soy franca, desde ese primer momento a la fecha fueron pocas las veces que la practiqué.
Lo cierto es que practicar meditación requiere cierto entrenamiento, mismo que te dota de una gran habilidad de concentración- y por qué no decirlo- de liberación física y mental que te ayudan a lidiar con las cargas del diario vivir.
¿Qué es la meditación?
Meditar es un ejercicio. Como tal, requiere entrenamiento para lograr el objetivo, que vendría a ser la libertad mental y emocional tanto de la mente como del cuerpo.
Meditar está asociado a las tradiciones espirituales de Oriente, más específicamente con el Budismo. Sin embargo, ahora mismo las personas no lo practican como algo vinculado a una creencia religiosa, pero sí con el fin de hallar paz y salud en todos los aspectos de su vida.
La influencia de la meditación sobre el cuerpo en general
Perla Kaliman es doctora en bioquímica; además es investigadora en biología molecular. Kaliman ha dedicado gran parte de su carrera a investigar sobre el efecto de la alimentación, el ejercicio y la reducción del estrés sobre el cerebro y la salud.
Ella y Richard J Davidson (experto en meditación) realizaron una investigación que logró comprobar la influencia del mindfulness (atención plena o meditación) y la influencia de esta sobre los genes y proteínas sobre las células de la sangre.
La profesional sostiene que una persona que suele practicar meditación a diario, es alguien que puede lidiar mucho más fácilmente con el estrés. Además de esto, su salud cardiovascular y respuesta inmunitaria de su organismo es mucho mayor para luchar contra enfermedades e infecciones. Añádele a lo anterior que ayuda a preservar la salud íntegra de ciertas zonas del cerebro haciendo que este funcione mucho mejor tanto en concentración como en atención. Y además hace del proceso de envejecimiento algo mucho más placentero y saludable.
Pero la meditación además de influir en los aspectos físicos del cerebro y el cuerpo en general, ayuda a las personas a tener un mayor control y entendimiento de sus emociones y pensamientos.
Una persona que practica a diario meditación es más consciente de su presente, sana su pasado y se prepara para enfrentar el futuro, por lo que hace que se libere tanto de la depresión como de la ansiedad.
¿Cómo practicar meditación?
Meditar es relativamente simple. No te voy a mentir, al principio puede resultar frustrante poder lograr cierta paz mental o dejar tu mente en blanco, pero con la práctica y el proceso, se va haciendo más fácil de controlar.
Preparación
Antes de entrar en materia, debes asegurarte de tener el tiempo y ambiente necesarios y sin interrupciones en el que puedas hacer el ejercicio completo. El tiempo ya depende de qué tanto desees invertir en tu meditación.
Debes vestir ropa holgada; es decir, que no ajuste por ninguna parte. Si deseas puedes poner música suave y rodearte de luz tenue de velas y aromas que contribuyan a tu relajación.
Inicio
Para empezar, lo que debes hacer es asumir una posición relajada, ya sea acostada o sentada en posición flor de loto.
Con las piernas de esa manera o de esta otra:
Relaja tu cuerpo
Adoptar la posición apropiada puede ayudarte a mantenerte cómodo y relajado durante la meditación.
Si eliges estar sentada debes mantener la cabeza ligeramente inclinada hacia adelante, los dientes ligeramente separados y los hombros relajados. Es mejor si mantienes los ojos entrecerrados o cerrados por completo en caso de que te distraigas demasiado.
Pon la lengua en el paladar y traga. Esto creará un vacío ligero que reduce la producción de saliva y la necesidad de tragar.
Halla el motivo
1 Enfócate en tu respiración
2 Deja que los pensamientos entren y salgan
Meditar no es solo la búsqueda de tranquilidad, sino la herramienta que te permite profundizar en tu pensamiento y descubrir lo que sucede en tu mente.
3 Aprende a lidiar con las distracciones comunes
4 Aumenta la duración de la meditación
El tiempo lo dispones tú. Puedes comenzar con 15 minutos por una vez al día. Cuando vayas adquiriendo más práctica puedes aumentar el tiempo y las veces que lo hagas al día; pero todo según tu gusto y disposición de tiempo.
También en Internet hay varios cientos de meditaciones guiadas que te pueden adentrar a este maravilloso mundo espiritual que te ayuda a conectarte con tu persona, tu cuerpo y mente. Practica y verás cómo cambia tu vida para bien.